calle de nueva york cerca de la universidad de columbia

Medicina personalizada, New York y Pintxos | Entrevista a Álvaro Curiel

Tenemos la suerte de contar con una gran comunidad de antiguos colegiales, repartidos por todo el mundo. En esta ocasión, nos conectamos con Estados Unidos para hablar con Álvaro Curiel (Palencia, 34 años), antiguo colegial becado con la mención de honor en 2016.

Licenciado en Biología y Bioquímica, hace tres años terminó su tesis doctoral en el CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas) en Madrid, y desde entonces se dedica a la investigación en la Universidad de Columbia, Nueva York. Su principal proyecto es un ensayo clínico de la universidad en colaboración con el Hospital Presbiteriano de la ciudad. Él se encarga de la parte experimental, en la que utilizan modelos animales humanizados y herramientas de inteligencia artificial para analizar muestras de pacientes de cáncer de páncreas y poder ofrecer medicina personalizada.

Siempre tuvo claro que quería dedicarse a la investigación, y eso fue lo que le llevó a cruzar el charco, para aprovechar esta oportunidad que se le brindaba. Participar en todo lo posible y disfrutar de cada cosa es algo que le caracteriza desde que estaba con nosotros. En esta entrevista que hemos tenido el placer de realizar, hablamos con él sobre su experiencia en Larraona, su trayectoria profesional y su vida en la ciudad que nunca duerme.

 

estudiante colegial en Larraona

 

Álvaro, ¿podrías resumir en qué consiste tu labor de investigación?

 

Intentamos encontrar compuestos que sean efectivos para tratar cada tipo de tumor en pacientes con cáncer de páncreas. Cuando pensamos en cáncer solemos englobarlo como un todo, pero la realidad es que el cáncer es diferente según el órgano en el que esté dado, según el estadio y también según la persona. Cada paciente es diferente. Por eso, para empezar, necesitamos entender cuál es la biología concreta del tumor para poder tratarlo de la mejor manera.

 

¿Cuál es el proceso de trabajo para dar con el tratamiento personalizado?

 

Cuando nos llega la muestra del paciente, lo que hacemos, por un lado, es secuenciar, es decir, miramos todas las características que tiene ese tumor. Aplicamos una serie de algoritmos matemáticos y herramientas bioinformáticas para poder predecir cuáles son los mejores tratamientos para ese tumor en concreto. Y simultáneamente a este análisis de inteligencia artificial, generamos ratones humanizados con otra parte de  ese tumor. Los hacemos crecer en el laboratorio para probar los compuestos que el algoritmo predice que pueden ser mejores, y ver si hay algún tratamiento que genera un beneficio. Hablamos con el hospital cada mes, nos reunimos y les presentamos los datos para tomar una decisión sobre si se realiza ese tratamiento. Luego el paciente es el que tiene que dar el consentimiento. Si él deja de responder satisfactoriamente al tratamiento, hacemos una pequeña biopsia y volvemos a mirar el algoritmo de predicción del mismo compuesto, para ver si el tumor ha cambiado las características que identificamos para poder tratarlo. El mayor reto de este cáncer es la supervivencia, es uno de los tumores más letales que hay. Sobre todo, se da en adultos, y el problema es que está ahí “guardado”: cuando muestra su cara puede estar bastante avanzado y suele haber metástasis. Entonces ya es bastante más complejo.

 

Por tanto, el tiempo es un factor clave que juega en vuestra contra.

Cuando los estadios son avanzados tenemos un tiempo limitado, una media de unos cinco o seis meses para poder completar el estudio. Al principio fue un poco complicado, porque había que empezar de cero y hay que poner las cosas a punto, pero intentamos llegar al final. Hemos conseguido finalizar el estudio para dos pacientes y estamos en conversación con el hospital y también con las diferentes compañías para intentar que nos suministren determinados compuestos para estos pacientes. Durante todo este proceso al paciente se le sigue tratando con lo que en inglés se llama el ‘standard of care’, que corresponde a los tratamientos convencionales para este cáncer.

 

Nos has explicado la dificultad que entraña este proyecto en concreto. ¿Qué es lo más satisfactorio de este trabajo?

 

El hecho de ver que estás intentando ayudar al paciente. Las investigaciones más básicas son igual de importantes y necesarias; necesitamos conocimiento para poder aplicarlo a las diferentes enfermedades: cáncer, diabetes… las que sean; pero en este caso tenemos más contacto con los enfermos y cuando las cosas funcionan, ves un poco la luz. Aunque yo no los conozca personalmente, sé que hay pacientes que dependen en cierta manera de lo que hago aquí. Por otra parte, a nivel de investigación e independientemente del proyecto en el que esté, para mí es una gran satisfacción el hecho de pensar que soy la primera persona en el mundo que estoy viendo ese dato generado de esa manera. Todos queremos que salga un dato positivo, pero en ciencia el 90% de los experimentos no salen. Aún así, es gratificante lanzarse a hacer algo de una forma concreta, tener una hipótesis y comprobarla o rechazarla, sabiendo que eres la primera persona que lo hace. Es algo que a mí me encanta y que me da fuerza tantas veces.

 

investigador en el laboratorio con mascarilla

 

Como dices, es una labor gratificante, pero ardua. ¿Cuál dirías que es el perfil de una persona que se quiere dedicar a la investigación?

 

Hay muchas características, pero yo destacaría cinco. Por un lado, hay que ser curioso, hacer preguntas que nadie más se ha hecho. La penicilina, por ejemplo, se descubrió porque se dejaron una placa abierta y empezó a crecer algo, pero en vez de tirarlo se preguntaron qué era eso. Esa curiosidad es importante. Además, para poder avanzar, hay que ser creativo y leer mucho, no solamente de ciencia, de todo. Es una ayuda para tener la mente abierta, porque muchas veces no hay una única respuesta, hay varias y muchos caminos. Por otro lado, un investigador tiene que ser colaborativo. La ciencia no se entiende sin colaboración. Existen muchos grupos de investigación, congresos, proyectos, que a veces trabajan en lo mismo. Lo que queremos todos es aportar nuestro granito para ayudar a los pacientes. También hay que ser crítico, analizar los datos para ver si son biológicamente relevantes, si los datos contrastan con lo esperado, y buscar respuestas desde la rigurosidad y la crítica. Y la última característica es la perseverancia. Como he dicho, en ciencia el 90 o 95% de las veces salen mal las cosas, y a veces van bien pero de repente dejan de salir por motivos que no conocemos. Entonces hay que seguir, hay que ser perseverante. Estos cinco puntos se pueden aplicar a otros muchos trabajos, pero para mí son los pilares fundamentales de un buen investigador.

 

Volviendo un poco más atrás, un paso antes de la investigación, nos gustaría saber cómo surgió tu vocación científica. ¿Por qué elegiste estudiar Biología y Bioquímica?

Suelo decir que soy un médico frustrado. Hice las pruebas de acceso en Medicina en Pamplona, pero no me cogieron y la licenciatura que más se parecía en ese momento era la de Biología. Y bueno, lo que yo tenía claro sí o sí es que quería ser investigador. Además, sabía ya que quería dedicarme a investigar el cáncer, para poder entender qué es y cómo podemos ayudar a hacerle frente. Cuando acabamos el primer ciclo de Biología, nos dieron la opción de estudiar también Bioquímica y, como tantos compañeros, elegí hacer la doble carrera. Me ayudó muchísimo a afianzar los conceptos y a aprender nuevos, que estoy aplicando a día de hoy.

 

Además de los conocimientos académicos, ¿con qué otros aprendizajes te quedas de tu etapa universitaria?

 

En el caso de la Universidad de Navarra, destacaría la figura del asesor y de los profesores. Cuando llegas y aún cuando sales estás en pleno proceso de maduración, y este tipo de perfiles te ayudan. Yo, por ejemplo, no era el mejor estudiante, y tener un asesor académico me sirvió mucho. También el estar en un colegio mayor me hizo empaparme de ese ambiente de estudio. Personalmente, me ayudó muchísimo. Enseguida hice amigos con los que todavía tengo relación, también con gente de dentro del Colegio Mayor. Ese desarrollo personal fue muy importante y, además, creo que la ciudad se presta bastante a eso. A mí por lo menos, me ayudó a ser más extrovertido, noté un cambio. Y pienso que para la investigación y para casi cualquier trabajo es importante tener ciertas capacidades de socialización.

 

Estuviste toda la carrera universitaria en el Colegio Mayor. ¿Por qué elegiste entrar en Larraona?

 

Estuve mirando las diferentes opciones que había de colegios mayores y residencias y me decanté por Larraona porque era la que más se ajustaba a lo que yo buscaba, a mi manera de ser y a las inquietudes que yo tenía. Quería un sitio en el que pudiera ser yo mismo y donde tuviera la libertad de hacer distintos tipos de actividades. La ubicación al lado del campus de la universidad sumaba mucho y también me gustaron las instalaciones (el gimnasio, las pistas deportivas…) y el tipo de eventos que ofrecía el colegio mayor. Yo, por ejemplo, me apunté varios años al taller de ecología, a los mercados solidarios…

 

Participabas intensamente en la vida colegial y también fuiste entrenador de fútbol del CD Pamplona. Casi no parabas a descansar, ¿no es así?

 

Poco (ríe). Tengo una filosofía que me inculcó una buena amiga de Pamplona. Me dijo: “Métete en todos los follones que puedas”. Y eso hice. Hay que medir fuerzas, por supuesto, y yo tenía claro que estaba ahí en primer lugar para estudiar. Pero todo lo que pude hacer extra fue muy enriquecedor y me ayudó mucho a nivel personal. Por ejemplo, entrenar fútbol tiene poco que ver con hacer un experimento aquí, pero me ha dado una capacidad de colaboración y de trabajo en equipo, como he comentado, un pilar fundamental. Tuve suerte de juntarme con otros colegiales inquietos. Carlos Larroy, por ejemplo, que fue uno de los fundadores de la sala de la mediateca. Recuerdo con cariño aquel día en que hicimos un piscolabis para celebrarlo… y cómo acabó todo (vuelve a reír).

 

¿Qué otros momentos te vienen a la cabeza cuando piensas en tu etapa colegial?

 

El primer momento es cuando entré. Es decir, el día en el que fui con mis padres, me despedí y ya empezó una etapa totalmente nueva, con gente que no conocía y también con los veteranos. Es un momento que recuerdo con mucho cariño, esa sensación de “¿y ahora qué?”, “¿qué viene ahora?”. Podría contar una infinidad de anécdotas de esos años. Por último, algo que siempre recordaré es cuando me dieron la Beca de Honor. Que me dijeran que había pasado por allí y había dejado huella es algo que a mí me llena, algo por lo que estoy muy agradecido.

 

Dejaste huella en Larraona, pero también el colegio mayor dejó huella en ti. ¿Qué ha aportado en tu vida?

 

Sobre todo, a nivel personal, me ayudó en mi proceso de madurez. Conocí y entablé amistad con estudiantes de personalidades tantas veces opuestas, con diferentes maneras de ver el mundo. Eso enriquece mucho y me aportó toda una serie de valores que van más allá de la titulación académica. Es lo que ofrece el colegio mayor y hay que aprovecharlo.

 

colegial con beca en larraona

 

En ese sentido, ¿qué consejo le darías a un colegial actual?

 

Que se involucre en todo lo que pueda dentro y fuera de la universidad. Que sus recuerdos de la universidad no se limiten a estudiar. La carrera te abre muchas puertas, pero el desarrollo personal es tanto o más importante. Y para eso son fundamentales todas las actividades que se ofrecen en el Colegio Mayor y en Pamplona, aunque no estén relacionadas directamente con los estudios. Y, por último, ¡que aprovechen los pintxos! Luego se echan de menos cuando estás en el extranjero.

 

¿Qué otras cosas echas en falta?

 

Vivo en una ciudad, Nueva York, que te ofrece lo que quieras y adaptado a tu bolsillo, si eres un poco inquieto. Pero sí que es verdad que la calidad de vida que hay en España es muy valorable. Y por supuesto, el tema de la sanidad pública, que no existe en los Estados Unidos.

 

¿Y qué aprecias más de estar allá?

Una cosa que me ha gustado descubrir es que el sueño americano existe. Es decir, la gente tiene una capacidad de reciclaje espectacular y esto se ha visto con la pandemia. Han cerrado muchos negocios, pero otros nuevos han abierto; aquí es muy típico cambiar de trabajo y atreverse a emprender. Me parece muy interesante esa inquietud de querer avanzar, querer mejorar. El perfil del funcionario que lleva cuarenta años en el mismo puesto es muy difícil de ver. Otro aspecto es la multiculturalidad; yo no me siento extranjero en Nueva York, ¡conviven 180 culturas y se hablan más de 190 idiomas! Es muy enriquecedor trabajar y tener amigos de todas partes del mundo. Quedamos para hacer un picnic en Central Park y cada uno lleva algo de su país, yo, por ejemplo, preparo una tortilla de patatas. Eso está a la orden del día y, personalmente, me encanta.

 

Debido al covid, no has podido viajar a España en los últimos tres años. ¿Cómo ha sido la experiencia de la pandemia ahí?

 

A nivel personal fue muy duro. Estaba fuera de casa y lejos, al otro lado del charco, y claro, cerraron las fronteras con Europa. Es verdad que afloró un sentimiento social que yo no me esperaba. Aquí la gente se volcó, los investigadores también. En el laboratorio estuvimos haciendo PCRs e íbamos todos los días al hospital. Fue un gran choque ver a médicos en urgencias que vivían las veinticuatro horas allá por el miedo a contagiar a sus familiares en casa. Yo cogía la bici y hacía veinte o treinta kilómetros llevando por Manhattan kits para extraer ARN o lo que hiciera falta. En los grupos que se formaron, en unas semanas se habían procesado casi 25.000 muestras, una barbaridad. Fue duro, pero todos sentíamos la necesidad de ayudar. Ahora estamos mucho mejor.

 

Si pudieras venir volver este año a España, ¿te animarías a venir al evento del cincuenta aniversario?

 

Ojalá. Honestamente, me encantaría. De hecho, tenemos un grupo de WhatsApp con amigos del colegio mayor y ya están todos comentándolo. Me haría mucha ilusión poder ir.

 

Y a nosotros que vinieras, ¡esperamos poder verte aquí pronto! Te mandamos desde Pamplona un abrazo muy fuerte y nuestros mejores deseos.

 

fachada del colegio mayor larraona en pamplona

Adiós al curso 2021-2022

Los meses de mayo y junio son de despedidas. Poco a poco va acabando el curso, y los colegiales se marchan a casa, con la satisfacción de haber completado el año académico y las ganas de disfrutar de los planes de verano y de un descanso merecido.  En esta época, el ritmo lo marcan las fechas de cada prueba; los peldaños de una escalera que parece infinita, pero que acaba más pronto de lo que los estudiantes imaginan. Así ha pasado el curso 2021-2022, rápido si echamos la vista atrás, aunque intenso y lleno de buenas vivencias. Para despedirlo, el pasado sábado 14 de mayo organizamos una barbacoa en el patio del Colegio Claret Larraona. 

 

pan y txistorra

 

BBQ y más txapelas para nuestros campeones 

El momento de la comida fue un bonito rato de convivencia, y la ocasión para coger energías para el estudio, y no solo calóricas. Las risas, el humor y la buena conversación también ayudan a desconectar y a retomar el trabajo con más ganas. Además de sabrosas proteínas (txistorra, pancetas, hamburguesa…), los colegiales recibieron una dosis de vitamina D, gracias al sol que salió ese día y que nos ha alegrado con su calor desde entonces.  

 

estudiantes comiendo en una mesa alargada

 

Aprovechamos el ambiente festivo del encuentro para hacer entrega de los premios de los torneos deportivos que faltaban: el Interregiones de fútbol 11, la ‘Copa primavera’ de fútbol sala, el torneo de FIFA 2022 y el de dardos. Los estudiantes premiados recibieron sus txapelas de campeón, un recuerdo de valor inestimable para un ‘estudiante larraono’. Los ganadores fueron:  

Interregiones de fútbol 11: Alejandro Otaño, Javier Bistué, Charly Herrerías, Nico Herrerías, Borja Ibarzábal, Ignacio Domingo, Álvaro Fernández de Betoño, Luis González Ibarrolaza, Joeseba Uriarte, Miquel Bajardi y Diego Capa   

Copa primavera de fútbol 7: Rafael Baena, Nicolas Montón, Javier Sánchez Destar, Diego Grávalos, Pedro Arrieta, y Miñana e Íñigo Pérez 

FIFA 2022: Íñigo Pérez Rodríguez y Manuel Javier Sabrás Martínez 

Dardos: Sergio Garrido Villa 

 

grupo de estudiantes premiados con txapela

 

No es un adiós, es un hasta luego  

Tenemos el gusto de poder saludar a algunos padres que vienen a buscar a sus hijos a Pamplona, aunque la mayoría de colegiales se marcha por su cuenta; cada uno cargado con su equipaje y con las miles de experiencias vividas durante estos nueve meses. En Larraona guardamos algunas de sus pertenencias de las habitaciones hasta su vuelta en septiembre, que ahora parece lejana, pero sabemos que también llegará antes de que se lo esperen. Desde el colegio mayor les deseamos un muy feliz verano a todos los que ya están de vacaciones, y mucho ánimo a los que están acabando el curso académico.  

comedor del cm larraona

El comedor del Colegio Mayor: una historia de familia y compromiso

Nacho Lahera es nuestro cocinero. Bueno, él, mano a mano con su esposa, al frente de las 14 personas que conforman su equipo. Ambos están al frente de Landazabal Hostelería, la empresa que fundó su padre 28 años atrás para cubrir el servicio de comedores de nuestro Colegio Mayor y Colegio de enseñanza Claret Larraona. Con tan solo 22 años, Nacho comenzó a trabajar junto a su padre (años después se incorporaría también su madre). Cuando éste se retiró, Nacho tomó el testigo de esta empresa familiar que trabajaba diariamente para ofrecer la mejor calidad a los casi 200 colegiales de nuestro centro.  

Nacho Lahera es el cocinero del CM Larraona

Las vacaciones de Semana Santa ya han comenzado y apenas hay un puñado de colegiales que aún no se han marchado a sus casas. Por eso, Nacho ha podido hacernos un hueco para enseñarlos con calma la cocina y contarnos cómo trabajan. “Es como cocinar como harías para ti, en tu casa, pero a lo grande”, nos cuenta mientras nos enseña la maquinaria. “Y no compro nada hecho de fuera, todo es casero. Yo escojo la carne, el pescado, la fruta, las verduras y lo preparamos todo. El congelado es minoritario y, el precocinado, muy, muy excepcional”. Antes de continuar, se detiene unos segundos frente a una olla enorme y se asoma. Está preparando un caldo de carne. “Perdonad, eh –se disculpa por detener la conversación-. Es que llevo con esto toda la mañana con este caldo de carne y tengo que ver cómo va”. (La verdad es que huele de maravilla y no nos importa nada, es más, ojalá pudiéramos probarlo pero es para la comida de los chavales).  

Continuamos la visita y nos enseña las enormes cabinas de refrigeración. “Tenemos un compromiso fuerte por el producto local y la cocina de aprovechamiento. Intentamos no desperdiciar nunca nada que pueda enriquecer otros platos y apostamos por el km 0: la carne, la leche, las verduras, por ejemplo, todo es de empresas navarras”. Nacho nos presenta entonces a parte del personal que está a su cargo. Están en su hora de la comida, una hora antes de comenzar el turno de comedor, a las 13.30h.  

cocineros del CM Larraona

Hablamos un poco sobre el Covid, tema que ya es casi ineludible y más en un servicio tan comprometido como es un comedor de colegio. “Por supuesto que ha sido duro, sí, todo un reto”, explica. “Desde el primer día hemos cumplido todas las medidas y recomendaciones. Tuvimos que contratar más personal porque los chicos no podían tocar nada (hasta entonces todo ha funcionado con el autoservicio). La verdad es que ellos lo han hecho todo muy bien”. Comentamos el tema de las mascarillas, porque tiene que haber sido especialmente incómodo para ellos por el tema de los vapores y el calor de la cocina. “A nivel emocional se me ha hecho duro. Es que es obligatoria incluso cuando estás solo en todo este espacio que ves, fuera de la cocina también. Sé que en algunos bares y restaurantes esto no se ha cumplido del todo siempre, pero esto es un centro educativo, solo faltaría que no lo hiciéramos”.  

Pasamos a comentar un poco sobre cómo organizan los menús de cada semana. Nos enseña primero el comedor y las zonas donde se disponen las opciones. Cada semana se diseña una plantilla con varios platos, la mitad de los cuales están ideados por una nutricionista, del centro Mirai. “Llevamos cuatro años trabajando con ella. Combinamos diferentes opciones con las que ofrecemos menús saludables pero también saciantes. Además, nos hacemos cargo de cualquier alergia y opciones dietéticas (por ejemplo, vegetarianos o especificaciones de religiones como la musulmana en algún caso que tenemos)”. También cuenta que una vez al mes preparan cenas temáticas aprovechando que tienen colegiales de distintos países: “Hemos hecho recetas mexicanas, indias, ucranianas, norteamericanas, peruanas…”  

cena india en el cm larraona

Terminamos la visita a las instalaciones comentando las rutinas de alimentación de los colegiales. “Los chicos se cuidan cada vez más, es una pasada. De un tiempo a esta parte han cambiado bastante sus hábitos alimenticios y están pendientes de muchas cosas: desde pan integral, comida sin grasas, sin sal… muchos no cogen casi nunca patatas de guarnición y por supuesto practican una gran cantidad de deporte”. Nacho transmite mucho compromiso con su trabajo. “Son muchos años aquí, en contacto directo con los colegiales y el personal del centro, atendiendo también al colegio menor. Años de experiencia y de esfuerzo por ofrecer la mejor calidad en un reto diario en el que 140 personas pueden pasar en 20 minutos”. Y continúa: “¿Lo que más me satisface? ¡Que la comida esté rica!”  

 

bitcoin

El bitcoin, ¿el futuro de nuestra economía? Entrevista a Ander Aristondo

Colegial de nuestro centro, Ander Aristondo (24) se gradúa este año en el Doble Grado de Economía y Derecho en la Universidad de Navarra. Actualmente ha realizado su TFG sobre este tema, titulado “Análisis Económico del presente y posible futuro del Bitcoin”. Hablamos con él para que nos cuente sus conclusiones sobre esta moneda, del que se ha convertido en un defensor: “Defiendo el bitcoin como un sistema monetario alternativo. La mejor herencia que le puedes dejar a tus hijos probablemente sean bitcoins”.

Ander Aristondo nos habla del bitcoin

“Tener bitcoins te garantiza un activo inconfiscable, con escasez garantizada y no censurable”

El curso pasado ya nos brindó una interesante exposición sobre el funcionamiento de esta criptomoneda, y el pasado 6 de abril repitió, esta vez profundizando un poco más sobre el modelo económico que propone. También mostró a sus compañeros cuáles son las mejores fuentes para informarse sobre cómo empezar a tener bitcoins y toda la mecánica que hay de fondo (conceptos como la minería, los monederos y que sea un mercado de competencia abierta). En resumen, charlar con él fue muy interesante ya que nos plantea un giro de 180 grados en nuestra manera de entender la economía y posibles perspectivas para un futuro mejor.

Quisimos hablar con Ander para que nos contara un poco mejor por qué vale la pena tener bitcoins. Lo primero que nos dijo es que “defiende exclusivamente esta criptomoneda, no el resto, con las cuales ha habido muchas estafas”. “El bitcoin se rige por unas normas muy concretas que no se pueden cambiar, por eso es segura. Su sistema está programado de manera que ni la persona que lo creó puede cambiarlo”. Pero incide en que hay que plantearlo como una inversión a largo plazo: “es erróneo querer hacer especulación con el bitcoin, porque dada su volatilidad es fácil perder dinero. El objetivo del bitcoin es construir lentamente un nuevo modelo económico que no veremos hasta dentro de muchos años, muchas décadas incluso”.

invertir en criptomonedas

Un modelo basado en la deflación 

Uno de los principales atractivos del bitcoin, nos detalla Ander, es que promueve la deflación, y explica citando al economista Saifedean Ammous, que defiende un pensamiento largoplazista frente al cortoplacismo que vivimos actualmente en la economía. “Ammous también cree el ahorro, no en el consumo, es el motor de la economía”, explica. “Por el contrario –explica-, el bitcoin es un sistema monetario basado en dinero escaso –recordemos que hay un número limitado de bitcoins, 21 millones– y eso genera perspectivas a largo plazo, es decir, ahorro y bajada de precios, pero no un empeoramiento de las condiciones de vida ni laborales”. Esto quiere decir que los precios no subirían cada vez más porque no habría dinero ilimitado para pagarlo; por eso los precios bajarían, conforme a que el crecimiento económico aumentase la producción. “Esto frena el consumo y genera deflación, pero no es malo, todo lo contrario. Promueve el ahorro y la capacidad de adquirir bienes con más facilidad y justicia, como una casa, que hoy es una tarea complicadísima”, dice. En una sociedad en crisis, con un planeta sobreexplotado en sus recursos y al límite del colapso, Ander justifica que el modelo bitcoin es “una alternativa real para vivir un nuevo modelo de económico que haga frente a las injusticias sociales y sea más acorde a las necesidades del planeta”. El único problema que presenta el bitcoin es su volatilidad, pero por eso hay que invertir en ella a largo plazo. Pero, como explica, “es esperable que con una mayor adopción el precio se estabilice”.

Ander Aristondo nos habla del bitcoin

Sin control de intereses políticos

Otra ventaja del bitcoin, explica Ander, es que no depende del “buen hacer de los banqueros centrales, donde los intereses políticos se mezclan con los intereses de bien común”. Por ejemplo, sobre la enorme inflación que sufrimos actualmente, Ander cuenta que es culpa de que el Banco Central Europeo decidiera fabricar más de la mitad del dinero que hoy en día circula para hacer frente a la deuda pública por la pandemia de la Covid“Deberían haber dejado que se llegara a la bancarrota. Eso nos habría perjudicado a todos, pero en menor medida que una inflación desbocada”. “El bitcoin –sigue- está fuera del control monetario por los países, por eso son reticentes a adoptarlo”. Del mismo modo, las transacciones no dependerían de los bancos como intermediarios. En otras palabras: cada usuario tendría su dinero y nadie podría arrebatárselo.

Al alcance de todo el mundo

Para comprender el funcionamiento del bitcoin hay que entender su mecánica, y puede parecer demasiado compleja. “Pero no lo es tanto como cuando empezamos a modernizar el sistema bancario. En realidad la base es la misma: la moneda digital sirve para hacer el intercambio”. Lo único que se necesita es conexión a internet, “y de hecho por eso el bitcoin puede es una opción para no malgastar energías renovables y aprovechar la electricidad sobrante”. Y nos cita algunas de las mejores webs donde podemos aprender todo lo que necesitemos para empezar introducirnos en este mundo: Jameson Lopp, Estudio Bitcoin (especialmente para principiantes) y Bitcoin Magazine.

el bitcoin es el futuro de la economia

Rusia y Ucrania

El bitcoin no es una cuestión ajena a la guerra de Rusia a Ucrania. “Rusia se está planteando adoptar una moneda digital, pero su problema es que es un país muy autoritario y supondría dar mucho poder a los ciudadanos”. Curiosamente, Ucrania es el país con más adopción de bitcoin.

Un movimiento social que aupa el bitcoin: los cyberpunks

Algo realmente interesante detrás del modelo bitcoin es la masa crítica que la fundó y hoy día la defiende, los llamados “cyberpunks”, de quien tenemos referentes como Edward Snowden y Julian Assange. “Creo que este movimiento es interesante porque no se consideran activistas sino que apuestan por crear herramientas que permitan a todos los ciudadanos ser más libres”.

En resumen, con Ander pudimos comprender un poco más cuestiones fundamentales de nuestra economía y abrirnos la puerta a los posibles cambios del futuro, en búsqueda de una sociedad más justa y libre.
¡Muchas gracias, Ander!

beca colegio mayor larraona

Nuestro día de Becas: tres promociones se reencuentran

El pasado 2 de abril se celebró uno de los días más especiales para nuestro Colegio Mayor: el día de Becas. Se trata de un evento con especial tradición en el colegio, en el que se reconoce a los colegiales que han pasado tres años con nosotros y se da un regalo a los que residen aquí hasta finalizar sus estudios. Asimismo, otorga Becas de Honor a ciertas personas que tienen un vínculo especial con nosotros. 

Este curso, nuestras becas han sido especialmente importantes, ya que, a excepción de las Honor, tres generaciones de colegiales han sido becados: los del curso actual y los dos anteriores (2019-2020 y 2020-2021). A raíz de la pandemia, no pudimos celebrar el acto para estas dos promociones. Como explica Juan Gallego García, director de nuestro colegio, “fue muy emotivo para estos, especialmente para los que vivieron el confinamiento, ya que por culpa de la pandemia no tuvieron una despedida en condiciones”. Parece mentira que se hayan cumplido dos años desde entonces… ¡Qué rápido pasa el tiempo! Por todo esto, nuestro día de becas fue una jornada llena de reencuentros y homenajes significativos.  

colegiales becados del colegio mayor larraona

Unas 150 personas, entre becados, familiares y personal del Colegio Mayor nos reunimos a las 19 de la tarde en el salón de actos, donde se celebró el evento. Previamente, estaba previsto realizar un paintball entre colegiales y excolegiales, pero la tremenda nevada que cayó Pamplona ese día lo impidió. Sin embargo, al final del acto los becados celebraron una cena para disfrutar de su reencuentro. Y es verdad que la nieve dio un toque especial a las fotos para el recuerdo. 

dia de becas en el salón de actos

El acto fue inaugurado por Rosalía Baena Molina –Vicerrectora de alumnos de la Universidad de Navarra-, primera Beca de Honor y a la que pedimos presidir el homenaje. Se proyectó a continuación el vídeo del 50 aniversario de nuestro colegio, que podéis ver aquí. Tras esto, Javier Calvo, decano actual del colegio, hizo una lectura sobre la memoria de actividades en estos últimos dos años en el que pudimos disfrutar de una amena y sentida presentación con fotografías. En su discurso, el colegial reconoció las dificultades vividas a raíz de la pandemia: “el COVID no trajo solo la ausencia de becas, sí, durante dos años. Esta pandemia trajo una ardua batalla entre esta familia y la pandemia. Compaginar estudios con pasárnoslo bien y cumplir las medidas se hizo duro”. Además quiso hacer una mención especial a Félix Zubiría, antiguo director, claretiano, que falleció el año pasado: Yo no lo conocí tanto, pero siempre fue una persona cercana, muy atenta y observadora y que hice mucho por este Colegio y la Comunidad”.  

Rosalía Baena en el dia de becas Colegio Mayor Larraona

El actual decano del colegio terminó alegrándose de la vuelta a la normalidad en el colegio después de estos dos años tan difíciles: “Aunque me deje muchas cosas chulas en el tintero, el colegio mayor durante estos años se ha renovado, pero también ha vuelto a lo que solía ser. Un espacio para empezar esa vida universitaria, ese camino por la carrera, e ir ganando experiencia con otros colegiales, con otros que acabarán siendo tus amigos en lo que decían mis padres, y digo también yo, una de las mejores etapas de nuestra vida”. Seguidamente a sus palabras, el antiguo colegial y decano Jesús Zorrilla Ruiz -actualmente Gerente de Comunicación y Relaciones Externas de Volkswagen Navarra, también becado honoríficamente-, compartió con nosotros una elocuente lección magistral bajo el nombre de “Nuevos tiempos, viejas preguntas”.

becados en el colegio mayor larraona

Tras los discursos, pasamos a otorgar las becas a los excolegiales que pasaron tres años en el Colegio Mayor: Enrique Basterrechea Ortolachipi, Alfonso Boned Torres, Javier Calvo Serrano, Sergio Cámara Peña, Diego Gutiérrez Misas, Guillermo Magallanes Santesteban, José Cristóbal Barrabés Santa-Bárbara y Carlos San Pedro Araújo. Los de la promoción 20-21, Roberto Bolívar Trueba, Francisco Javier Crego Martínez, Álvaro García Leciñena, Pablo Nieto Pérez, Raefe Philips, Ricardo Romaní Eusa y Aner Urbón Jiménez. En cuanto a la promoción del curso actual, los colegiales becados han sido Eduardo Díaz Pérez, Ignacio Domingo Cardelnal, José Manuel Fábregas Urzola, Ignacio Iribarnegaray Barrenechea, Gonzalo Molina-Olea Portales, Emilio Pedrosa Cardenal, Manuel Suárez Jiménez y Guillermo Urra Aspe y Borja Rodriguez Manzano.  A continuación, recibieron una placa como obsequio aquellos que terminaron y van a terminar sus estudios junto a nosotros. Fueron Álvaro Casado Iglesias, Igor García Díez-Andino y Daniel Orive Mauleón (promoción 19-20); Saúl Palomo Álvarez y Sergio Cámara Peña (promoción 20-21); y por último Ander Aristondo González y Jorge Pellejero Fernández (promoción 21-22). 

Por último, entregamos las Becas de Honor a cuatro personas que hemos considerado fuentes de inspiración, apoyo y que guardan una relación importante con nuestro centro. Además de a Rosalía Baena y Jesús Zorrilla, las recibieron el p. Ricard Costa-Jussà, miembro de la congregación claretiana y, recientemente, nombrado máximo responsable de la Provincia a la que ha pasado a corresponder este Colegio Mayor Larraona; a Alumni Collegecompuesto por los Colegios Mayores Aldaz, Goimendi, Goroabe y Olabidea en Pamplona, y por el Colegio Mayor Jaizkibel en San Sebastián-, en reconocimiento a su importante labor educativa, humana y profesional.

Durante el acto, tuvimos la fortuna de contar con un conjunto de vientos del Conservatorio Superior de Música de Navarra para amenizar el evento. En el cierre, todos entonamos junto a los músicos el tradicional himno académico Gaudeamos Igitur. Después, disfrutamos todos de un aperitivo-cena en el que continuaron los reencuentros, las fotografías, los recuerdos y las “puestas al día”.

 

dia de becas en el colegio mayor larraona

A los colegiales y excolegiales becados: muchísimas felicidades. Gracias por haber compartido estos años junto a nosotros, y a vuestras familias por haber confiado en el Colegio Mayor Larraona para acompañaros durante una de las etapas decisivas de vuestras vidas. Gracias también a los Becados de Honor de este curso, por vuestra guía y consejo. Os agradecemos especialmente a todos vosotros, colegiales, familias y amigos, el apoyo y el trabajo realizado durante estos dos últimos años de pandemia, que sin duda han supuesto un reto para afrontar el día a día.
A todos los que habéis hecho posible este día: ¡muchísimas gracias!

Continuaremos trabajando para compartir y crear un universo irrepetible para los colegiales, con un apoyo cercano y comprometido con vuestro crecimiento libre y único. 

 

publico en el salón de actos del colegio mayor larraona

Nuevos tiempos, viejas preguntas

La lección magistral del día de Becas fue impartida por Jesús Zorrilla Ruiz, doctor en Filosofía y Letras, profesor en la Universidad de Navarra y actualmente gerente de comunicación en Volkswagen Navarra. El antiguo colegial y decano, becado honoríficamente este curso, estuvo en el Colegio Mayor Larraona durante sus estudios de Ciencias de la Información en la Universidad de Navarra (1979-1984).   

 

hombre haciendo un discurso en el salón de actos

 

Contactamos con él en 2020 para que fuera el ponente de las becas de ese curso, pero debido a la pandemia, hemos tenido que esperar hasta este año para becar a los colegiales de 2021-2022 y de los cursos pasados (2019-2020 y 2020-2021). En medio, en noviembre de 2020, Jesús Zorrilla vino a dar una charla sobre imagen personal a los colegiales. Ya entonces coincidió con el hijo de un compañero antiguo colegial, Borja Rodríguez Manzano, que fue quien condujo la ceremonia el pasado 2 de abril. Una historia de reencuentros, de muchos recuerdos, que se producen inevitablemente al volver a un lugar considerado una casa. Así comenzó el discurso de Zorrilla: 

“No recuerdo la fecha exacta. Pero sería un día cualquiera de septiembre de 1980. Llegué al Colegio Mayor Larraona como imagino que llegamos todos: con una mezcla de despiste descomunal e ilusión incontrolable por la salida definitiva del nido. Me imagino que la primera persona a la que vi fue a Tere o a Mariángeles en la recepción. Sí recuerdo los saludos protocolarios entre el entonces director del colegio, mis padres y yo. Y la primera entrada a la habitación 241 en la que estuve todos los años de la carrera. También recuerdo, y en este caso con mucha nitidez, que tras la despedida de mis padres salí a dar un paseo hasta el centro de Pamplona. Pío XII se parecía más a un camino de cabras que a la avenida que conocéis”. 

 

estudiante colegial en el dia de becas
Jesús Zorrilla estrecha la mano al colegial becado Borja Rodríguez

 

Una época que puede parecer lejana para los colegiales de ahora, así como lo son los acontecimientos que se produjeron en aquel entonces a nivel internacional. Sin embargo, volviendo la vista atrás y mirando a la actualidad, hay circunstancias que no se llevan tanto: “Antes fue la guerra de Irak, ahora es la de Ucrania; antes fue Chernobil, ahora es Fukushima; antes fue el Nevado del Ruiz, ahora es Cumbre Vieja; antes fue la dictadura de Pinochet, ahora es la de Maduro…”, señaló. “Pero hay algo que os aseguro que no ha cambiado en absoluto desde que el mundo es mundo. Es la búsqueda del sentido de la vida. Miles de millones de personas se han hecho y se siguen haciendo las tres viejas preguntas de siempre: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? 

El ponente habló del relativismo que impera en la sociedad e incluso la falta de interés por el planteamiento de estas cuestiones más profundas: “Os debéis formular esas preguntas para que vuestras acciones respondan a un plan de vida coherente. Porque, como decía el filósofo, dramaturgo y crítico francés Gabriel Marcel: ‘Cuando uno no vive como piensa, acaba pensando como vive’. Y creo que no hace falta que os diga lo peligroso que es autojustificarse para no ver lo que no se quiere ver. O, dicho de otra manera, pocas cosas hay más peligrosas que acertar por la razón equivocada. Porque el aprendizaje es negativo”. 

Incidió en el valor del esfuerzo, más que en el resultado, apoyado en el famoso poema de Antonio Machado, Caminante no hay camino: “En ese caminar del que hablaba Antonio Machado no todo vale. En contra de lo que pensaba Maquiavelo, el fin no justifica los medios. Aunque no seáis creyentes, recordad, en cualquier caso, lo que dijo san Juan Pablo II el 16 de octubre de 1978, al iniciar su pontificado, dirigiéndose a los jóvenes: ‘No tengáis miedo’. Y, si sois creyentes, recordad que tras esa frase añadió con voz firme: ‘¡Abrid las puertas a Jesucristo!’”.  

 Zorrilla terminó citando a Aristóteles, animando a los jóvenes a leer al filósofo como ayuda para para responder al quién soy, de dónde vengo y dónde voy: “’La verdadera felicidad consiste en hacer el bien’. Que seáis felices. Hoy y el resto de vuestra vida”. 

 

dos hombres se estrechan la mano en el día de becas
El director Juan Gallego impone la beca y felicita a Jesús Zorrilla

 

galaxia

¿Qué hay ahí fuera?

Javier Burguete nos explica el Universo

El pasado 31 de marzo, mientras unos alumnos aprendían las claves del boxeo, los curiosos de la astrofísica disfrutaron de una exposición para “romperse” la cabeza sobre el universo, de la mano de Javier Burguete, profesor de biofísica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra. En una presentación que comenzó por animar a los asistentes a alejarse de la ciudad para observar el cielo sin contaminación lumínica, el experto recorrió las teorías sobre el origen del universo hasta plantear cuáles son los límites de la física actual.

charla sobre el universo

Más allá de la tortuga y el Big Bang 

Aunque anecdótica, una parte interesante de la charla fue conocer cómo explicaban las culturas antiguas la naturaleza del cosmos. Los colegiales conocieron la mitología hindú, que concebía que la Tierra era plana y se sostenía sobre cuatro elefantes. Estos, a su vez, se posaban a lomos de una tortuga gigante que nadaba en un océano enorme. El ponente expuso cómo, con el paso de los siglos y los avances de la ciencia, se consiguió formular a principios de siglo XX la llamada Teoría del Big Bang: “Es la teoría más aceptada y nos ha permitido hablar del tiempo tal y como lo conocemos hoy”. De la mano del profesor, los colegiales supieron, sin embargo, los límites de esta teoría: “Estamos en una crisis desde los años 70, que ha roto nuestra idea del espacio y el tiempo. La física actual intenta explicar qué hay más allá de los límites que conocemos del universo y no puede. Y tampoco sirve la concepción del tiempo que tenemos para hablar de lo que pudo haber antes del Big Bang. Burguete repasó con los colegiales las ideas más atrevidas de la física actual, que habla de los multiversos o la materia oscura. “¿Hay otro universo donde Hitler ganó la guerra? Honestamente, eso no me quita el sueño… sobre el papel se puede construir esa explicación, pero no se puede demostrar, hacen falta evidencias y hoy en día no las tenemos”.  

mundodisco

 “Nos queda Sol para extinguirnos varias veces” 

Con una pelota de baloncesto, el profesor demostró a los colegiales cuáles son las proporciones de los planetas y las estrellas a una escala entendible. La realidad es que fue para quedarse con la boca abierta ya que, si el Sol fuera la pelota, la Tierra sería medio milímetro a su lado... (Aquí tenéis una representación a escala). Por otro lado, el profesor detalló cómo es la vida de las estrellas, y por qué  nuestro Sol, fundamental para la vida en la Tierra, tiene aún 4.500 millones de años por delante hasta apagarse: “De momento lleva un poco menos de la mitad de su vida, por lo que nos dará tiempo a extinguirnos varias veces”.  

vía láctea

cartel-ucrania

Ayuda humanitaria para Ucrania – Recogida de materiales

Desde el 1 de marzo y hasta el día 10, los colegiales de Larraona y las estudiantes de la Residencia Roncesvalles estamos recolectando material para enviarlo a las víctimas de la guerra de Ucrania. Esto será posible gracias a la colaboración de la Asociación de voluntarios de Navarra y a la asociación ucraniana, establecida en Pamplona, “Berehynia“.

Agradecemos toda difusión y aportación, especialmente la que corresponde a este listado de materiales que hemos elaborado:

  • –Mochilas de atención médica, medicamentos de los primeros auxilios y antiquemaduras, analgésicos, antibióticos, sedantes.
  • –Kits de higiene, maquinillas de afeitar, pasta y cepillo de dientes, detergentes, servilletas húmedas.
  • –Mantas, almohadas, toallas, sacos de dormir, colchones, vajilla de metal.
  • –Linternas, lámparas de queroseno, pilas, generadores de todo tipo, calentadores de agua.
  • –Té, café, galletas, frutos secos, barritas energéticas, conservas en latas, etc.

Descarga aquí el cartel con el listado

 

vistas nieve en arette francia

Nuestra excursión a Arette

Desde que nevó a finales del año pasado en Pamplona, no habíamos visto la nieve. Y ya teníamos ganas. No solo de jugar a guerra de bolas o de sentir cómo deja nuestra bota su huella al pisar un terreno de nieve virgen. No queríamos dejar pasar la temporada sin ponernos unos esquís y sentir esa sensación de velocidad y adrenalina mientras bajamos por la colina. Algunos, por primera vez. Así fue la excursión a la nieve del domingo 27 de febrero.

 

grupo de estudiantes vestidos para ir a esquiar

 

Madrugamos para partir en bus hacia Arette, Francia, donde se encuentra la estación La Pierre Saint Martin. Al llegar, del grupo de 28 personas que fuimos, la gran mayoría optó por el alquiler de esquís, pero algunos prefirieron el snowboard.

 

grupo de estudiantes calzandose esquis para nieve

 

Cada cual fue por libre, en pequeños grupos, escogiendo las pistas según el nivel de dificultad que querían hacer. Los que nunca habían esquiado estuvieron practicando y tras varias caídas, inevitables en el proceso de aprendizaje, podemos decir que le cogieron el truco. O al menos el gusto.

 

estudiante con snowboard

 

Hay quienes no pararon ni siquiera a comer y aprovecharon toda la mañana. Quienes pasaron por la cafetería pudieron ver la simpática actuación de un pequeño grupo de música que estaba tocando en directo, en la nieve. A las 16h fue la hora de dejar el material y montarse en el autobús. Después de una mañana intensa, pocos quedaban despiertos al rato de arrancar. A las 18h30 ya estábamos de vuelta en el Colegio Mayor, cansados y felices por la excursión, ¡algunos solo piensan en cuándo podrán volver!

 

Estación de esquí la pierre saint martin

 

 

 

cartel aceite de navarra de oliva virgen extra

Degustando el oro líquido – Cata de aceite en el Colegio Mayor

Desde que llegó a la Península Ibérica de la mano de los fenicios allá por el siglo XI a.C., el aceite de oliva se ha convertido en uno de los pilares de la dieta mediterránea. Un verdadero tesoro: nuestro oro líquido. No obstante, pese a ser un alimento básico de nuestra alimentación –y a que España sea el principal productor a nivel mundial– ¿quién ha hecho alguna vez una cata de aceite?

 

catadora de aceite de oliva

 

Con esta pregunta arrancó Ana Irurita Arenal la estupenda experiencia gastronómica que vivimos la tarde del martes 22 de febrero. La experta catadora del Panel de aceite del Gobierno de Navarra explicó a los colegiales todo sobre este producto. No con una charla teórica, sino haciéndoles partícipes de cuanto escuchaban, con la ayuda de todos los materiales dispuestos. Explicó que las copas oficiales de cata son azules, para evitar juzgar con la vista, y vienen tapadas por un vidrio de reloj que evita la entrada de partículas y guarda los aromas más volátiles. En una experiencia sensorial todo cuenta.

 

vasos de cata de aceite de oliva

 

El inicio fue un poco fuerte: empezamos oliendo el aceite lampante, que es el que utilizaban los romanos para llenar las lámparas, y que no llegamos a probar. La experta indicó cómo quitarse el olor de la nariz y pasamos a oler y saborear otras muestras. Mientras, iba explicando en qué se diferencian los tipos de aceite: aceite de oliva virgen extra (AOVE), aceite de oliva virgen y los aceites refinados, que pueden ser intensos o suaves dependiendo del porcentaje de aceite de oliva virgen o virgen extra que incluyan. Ana detalló el proceso de extracción de otras grasas como el aceite de soja a través de procedimientos químicos, y lo diferenció de los procedimientos físicos y mecánicos por los que se obtienen los aceites de oliva vírgenes.

 

estudiantes en una cata de aceite de oliva

 

¿El recorrido del trujal a nuestra mesa? Las aceitunas se lavan, se muele todo y se hace una especie de pasta, que es sometida a una determinada temperatura (no más de 27 grados). Esto resulta en un líquido compuesto por aceite y agua de vegetación, que se separa por un sistema de decantado. De ahí se obtiene el valioso zumo de oliva, tan rico nutricionalmente como a nivel gustativo.

 

una catadora huele aceite de oliva

 

Durante la cata aprendimos términos como flavor o retrogusto, y fuimos probando distintas variedades. Picual, arbequina… No podemos decir que ya seamos expertos en el aceite, ni en las 260 variedades de aceituna que hay registradas, pero estamos más preparados para apreciar y valorar este alimento esencial en nuestro día a día.

 

cata de aceite de oliva en el colegio mayor larraona

 

Gracias a todos los estudiantes que participaron y, en especial, a Ana Irurita Arenal por ofrecernos esta velada gastronómica tan enriquecedora y placentera.