El equipo del proyecto educativo de prácticas restaurativas

Implantamos la metodología de Prácticas Restaurativas en nuestro Colegio Mayor

Todo el equipo del Colegio Mayor, Equipo Directivo, Personal de Recepción, y representantes de Comedor, Cafetería y Limpieza, ha recibido una formación sobre Prácticas Restaurativas. Esta metodología comprende una serie de herramientas que pretenden desarrollar el sentido de comunidad y gestionar tensiones y conflictos desde la responsabilidad, la reparación del daño y la restauración de las relaciones. Todo ello nos ayudará a abrir espacios seguros de comunicación en nuestro Colegio Mayor para construir una comunidad aún más fuerte. Nuestra principal herramienta es acompañar a nuestros colegiales y colegialas con la voz, la palabra y la presencia. Por ello, buscamos que en esta etapa de convivencia en edad universitaria haya un espacio grande para los momentos de participación a través del diálogo.

 

 

Con esta iniciativa, queremos ir un poquito más allá y construir, reforzar y mantener relaciones sanas y fuertes entre todas las personas que vivimos y trabajamos en el Colegio Mayor, promover comportamientos responsables y reducir los indebidos, además de prevenir y resolver, con responsabilidad, las tensiones y conflictos que pudieran producirse.

Para introducir las Prácticas Restaurativas dentro de nuestro proyecto educativo, organizamos varias sesiones de formación entre junio y agosto con Elisa Arbizu, mediadora y formadora  acreditada por el Instituto Internacional de Prácticas Restaurativas (IIRP Graduate School).

En junio impartió una primera sesión del curso a la que asistió todo el equipo directivo, personal del colegio, colaboradores y dos colegiales en representación de los colegiales y colegialas.

 

 

Comenzamos con unas notas teóricas sobre las Prácticas Restaurativas en las que constatamos cómo su implementación proporciona una visión constructiva ante los conflictos, poniendo la atención en reparar los daños e identificar las causas para prevenir la repetición de esas situaciones. También, promueve el respeto mutuo y la empatía mediante una comunicación más profunda, lo cual impulsa la responsabilidad personal y fortalece las habilidades sociales.

Continuamos aplicando la teoría de forma práctica con situaciones hipotéticas que se pueden dar dentro del colegio mayor: “De esta forma vimos cómo funcionan las herramientas que nos ofrece esta metodología”, cuenta Ignacio, uno de los colegiales asistentes.

El colegial valoró positivamente lo que había aprendido: “A mí me parece una técnica innovadora. Me parecen herramientas muy buenas para prevenir conflictos y resolverlos de forma pacífica”.

 

 

En estos momentos se está formando y aplicando de forma práctica esta metodología en el Consejo Colegial. A través de sus herramientas, Escucha, Comunicación No Violenta y Círculos de Diálogo, se está trabajando sobre la figura de los y las Dinamizadores de Pasillo, sobre el fomento de un buen clima grupal y sobre la responsabilidad de las personas por la convivencia en el Colegio Mayor. ¡Todo un reto ilusionante!

Los nuevos decanos del colegio mayor

Nuestros nuevos decanos, Alberto y Eneko: “Queremos que todo el mundo se sienta bienvenido”.

Empezamos el mes con las elecciones para el decanato de colegiales. El 30 de septiembre hubo un debate entre los miembros de las candidaturas presentadas y el 1 de octubre, se preparó la mesa redonda con representantes de la mesa directiva, Enrique Esteban de Cáceres y Manuel Sagüés. Colocaron la urna donde los colegiales y colegialas fueron invitados a participar en la votación y depositar las papeletas con su voto.

 

 

Este año, se hizo la votación entre dos candidaturas dobles:

Pareja #1: Eneko de Diego López de Araya y Alberto Alonso Solano Altamirano

Pareja #2: Clara Salorio Mazuelas y Paula Jiménez Arnaiz

 

Cada pareja presentó un apasionante discurso el día anterior, presentando sus propuestas de candidatura, y aunque tuvieron fantásticas ideas, solo pudo haber una pareja ganadora. Con 124 votos de los 177 totales, los resultados proclamaron la candidatura de Eneko de Diego y Alberto Solano la seleccionada para presidir el Consejo Colegial de este curso.

A partir de ahí, se ha constituido oficialmente el Consejo Colegial al mando de los nuevos decanos. Este es un órgano representativo de todos los estudiantes de Colegio Mayor Larraona, formado por un grupo de 20 alumnos y alumnas seleccionados por el equipo directivo y liderado, este año, por Eneko de Diego y Alberto Solano.

 

 

Conozcamos a nuestros nuevos decanos

Alberto Solano, estudiante costarricense de tercer año en Política, Filosofía y Economía (PEE), da inicio a su segundo año en el Consejo Colegial. “Estoy muy emocionado de estar por segundo año en el Consejo, pero desde luego que ahora la responsabilidad es mayor como decano. Estoy muy agradecido por la confianza de los compañeros. Creo que los demás valoran nuestro trabajo”. Junto con Eneko de Diego, estudiante de tercer año de Medicina, que nos comparte qué es para él el Consejo Colegial: “Está para servir a los demás, encauzando la convivencia y asegurando que las propuestas e ideas de todos sean escuchadas”. Ambos nos cuentan su plan de candidatura y las propuestas que movieron al resto a votar por ellos.

Con la vocación de servir y escuchar a los demás compañeros, elaboraron propuestas para la mejora del comedor en el desayuno y las máquinas dispensadoras. Además, han recuperado una propuesta de la candidatura de las chicas sobre incorporar espejos de cuerpo entero en el colegio mayor. “Ahora, tenemos esa petición en marcha. Hemos escuchado lo que necesitan”, afirma Alberto.

 

 

Participación y colaboración

“Queremos seguir la línea de nuestros amigos y antiguos delegados, con quienes compartí mucho y lograron que se forme un consejo más cercano a la gente. La mayoría de nuestros compañeros no sabe sobre el Consejo Colegial ni para qué sirve. Queremos que los demás sepan, se involucren y se sientan bienvenidos”, cuenta Alberto. Eneko agrega, “Os animo a conocerlo y comunicaros con los múltiples colegiales que lo componen. Además, os invito a ser parte el próximo curso para aportar vuestro grano de arena”.

El colegial decano explica que la idea de que haya numerosos integrantes del Consejo es para favorecer la diversidad de ideas, propuestas y capacidad de organización y atención al resto de estudiantes. “Atendemos a reuniones en las cuales cada persona puede proponer cosas según las inquietudes que encuentran. Cada miembro del consejo cubre su propia línea de trabajo de cerca con el equipo directivo. Por ejemplo, yo me encargo directamente de deportes”.

 

Cada voz en el Consejo Colegial es clave en la labor de ayuda desde las distintas inquietudes que surgen.  Este año, quienes integran el Consejo son:

Eneko de Diego López de Araya, decano

Alberto Solano Altamarino, decano

Paula Jiménez Arnaiz, vicedecana

Clara Salorio Mazuelas, vicedecana

Iñigo Frías García, comisión académica

Mariana Plana Blanco, comisión académica

Theo Urquiza Gal, comisión de convivencia

Amelia Wefer Moledo, comisión pastoral

Martí Viñolas Parcet, comisión pastoral

Alexandre Mena André, deportes

Aitana Rodríguez Soriana, deportes

Alba Padilla Serrano, comisión de convivencia

Violeta Diego Cuesta, comisión de convivencia

Mario López Ruiz, comisión de convivencia

Ignacio Diez Rodas, comisión de convivencia

Celia Pérez Llacer, comisión de eventos

María Villaplana Cerdá, comisión de voluntariado

Marcos Fernández Martínez-Bujanda, cultura, ocio, t.l.

Felipe Rodríguez Figueroa

Javier Brizuela Marcos, cultura, ocio, t.l., música

Javier Albiac Palomar

 

¡Gracias por vuestra labor y a por ello!

grupo de universitarios y universitarias en el kiosko de la plaza del castillo de pamplona

Celebramos la bienvenida del curso 2024-2025

Y al fin llegó. Durante las últimas semanas, nos afanamos en preparar con ilusión la bienvenida del curso 2024-2025, para comenzar el año académico ofreciendo lo mejor para los colegiales y colegialas. Las mejores instalaciones, con la renovación de algunas salas, y la mejor experiencia y acompañamiento personal, para que su etapa aquí sea lo más enriquecedora posible en lo académico y lo humano.

Para eso nos parece esencial acoger a los nuevos y nuevas estudiantes con mucho cariño y atención, propiciando que la convivencia y el ambiente de amistad sean buenos desde el primer momento. Así, organizamos unas jornadas y un fin de semana de bienvenida muy completo que culminó con una fiesta de bienvenida el jueves 12 de septiembre. Descubre cómo fueron estos primeros días.

 

chicos y chicas jugando a las cartas en el comedor del colegio mayor
De izquierda a derecha: Inés Pin (1º Farmacia), Pancho (Francisco) Alba (1º Bioquímica), Gonzalo Sagredo (1º Derecho + ADE), Marina Herrero (1º Bioquímica), Ignacio Freire (1º ADE + Derecho en Inglés).

 

La llegada: presentaciones, despedidas y mucha ilusión

El martes 27 de agosto llegaron con mucha emoción nuestra primera tanda de estudiantes: los colegiales y colegialas de Medicina de todos los cursos. Por la tarde tuvimos una reunión y un café con los familiares y acompañantes. Para los nuevos y nuevas, realizamos una charla de presentación y un pequeño tour por las instalaciones. Esta dinámica se repitió el miércoles 28 de agosto, día en que recibimos al resto de estudiantes de primer curso de todas las carreras. El domingo 1 se incorporaron los de cursos superiores.

 

familias hablando entre sí

 

En la reunión con las familias, el equipo directivo resaltó el valor del proyecto educativo del Colegio Mayor Larraona, destacando aspectos clave como el acompañamiento personal, el seguimiento académico, la formación afectivo-sexual, la participación en las actividades o el cumplimiento de las normas, todo ello enmarcado en nuestro lema de “Libertad responsable”. Lo hacemos “para que les podamos cuidar como queréis que les cuidemos y como nosotros queremos cuidarles”, como apuntaba el director Juan Gallego. Así lo confirmaron los padres y madres, como la familia Freire Rubio, procedente de La Coruña. Diego Freire, antiguo colegial de Larraona, compartió un breve testimonio durante la charla: «Lo que yo encontré aquí es lo que queremos para nuestros hijos”.

 

un padre y una madre sonríen
Diego Freire y Mercedes Rubio, padres de Ignacio

 

Para los colegiales y colegialas fueron momentos de muchas presentaciones, aunque también de despedidas de la familia. “La voy a echar de menos, nos llevamos muy bien”, comentaba Laura Sánchez, la hermana pequeña de Elena. Aunque le daba pena dejar a su hermana, se alegraba de verla tan emocionada por comenzar su etapa universitaria en Larraona y en la Universidad de Navarra, en la carrera de Historia.

 

una madre con dos hijas sonríen
Laura Sánchez con su madre y su hermana Elena.

 

Este año tenemos varias parejas de hermanos que coinciden en el Colegio Mayor. Ese el caso, por ejemplo, de las sevillanas María y Rosa Casado Luque. María estudia segundo del doble grado de Química + Bioquímica y estuvo los primeros días acompañando a su hermana pequeña, Rosa, que comienza los estudios del grado de Enfermería.

 

dos hermanas sonríen
Rosa y María Casado Luque

 

En la Universidad de Navarra también tuvieron una jornada de bienvenida general y por facultades para estudiantes de primer curso. Aquí, en el Colegio Mayor Larraona, nuestros futuros y futuras médicos se reunieron el mismo día 29 de agosto con quienes empiezan el grado para contarles trucos, consejos y ponerse desde el primer día a su disposición.

 

dos chicos colegiales

 

Un fin de semana lleno de actividad

El fin de semana de bienvenida comenzó el viernes 30 de agosto con una actividad muy esperada: rafting en la Foz de Lumbier. Descendimos el río Irati en balsa y atravesamos este magnífico paraje en una tarde que sirvió para conocer el entorno natural de Navarra y conocernos mejor entre nosotros y nosotras. Ese fue también el objetivo de la jornada del sábado. Las charlas informativas se complementaron con dinámicas lúdicas y actividades grupales, como las clases guiadas de deporte (Zumba, Kick boxing, GAP y Cross training) en el Polideportivo Larraona.

 

grupo de estudiantes vestidos para hacer rafting

 

El domingo comenzamos la mañana realizando una visita guiada por Pamplona, para que los recién llegados y llegadas pudieran conocer bien nuestra ciudad desde el primer momento. Para quienes tienen un interés mayor en profundizar en su historia, todos los años realizamos un Taller de Historia de Pamplona. Al mediodía, disfrutamos de una deliciosa comida y de más dinámicas y tiempo libre para el ocio y el deporte.

 

grupo de estudiantes en una visita guiada por Pamplona

 

Con estas jornadas y la fiesta especial que celebramos la noche del 12 de septiembre, dimos por concluida la bienvenida de este curso 2024-2025. Así hemos dado paso a la variada oferta de actividades y talleres que ofrecemos a lo largo de todo el año y que completa la oferta educativa y cultural de la universidad.

 

chicas vestidas de gala para fiesta de bienvenida

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

fachada del colegio mayor larraona rodeada de flores

Un curso para recordar

El curso académico ha llegado a su fin en el Colegio Mayor Larraona y es inevitable echar la vista atrás y recordar con cariño todos los momentos que hemos vivido con vosotros y vosotras este año. Sigue leyendo para rememorar con nosotros el curso 2023-2024 en el colegio mayor.

 

Construyendo una realidad educativa integradora

Nuestro Proyecto Educativo se basa en una educación integral de las tres dimensiones de la persona: individual, social y trascendente.

En el plano individual, hemos trabajado el desarrollo personal a través del acompañamiento, como pilar fundamental de nuestra labor, y de una multitud de iniciativas. Algunas ya tienen recorrido, como el taller de estudio, pero otras son novedosas, como el programa de formación afectivo-sexual tan enriquecedor, que hemos implantado este año.

En el plano social, el curso comenzó con fuerza, al ser el primer año en que hemos dado la bienvenida a nuestras colegialas. Este cambio de modelo a mixto, fruto de la actualización de nuestro Proyecto Educativo, ha traído un mejorado espíritu de convivencia y compañerismo al colegio mayor y nos ayuda a construir una realidad educativa integradora. Este aspecto de la convivencia lo seguiremos trabajando este año a través de la puesta en marcha, por parte de todo el equipo del colegio mayor, de Herramientas de Prácticas Restaurativas.

En el ámbito trascendente, muchas personas se han interesado por distintas opciones que hemos ofrecido, como el taller de psicología, los grupos de Fe y vida, las celebraciones litúrgicas o las charlas cuaresmales, además de todas las inquietudes tratadas en el día a día como parte de nuestro acompañamiento.

 

Un sinfín de actividades

Think&Beer, club de cocina, voluntariado, grupo de música, baile los domingos por la tarde, concurso de fotografía, concurso de relato, cenas temáticas, catas gastronómicas, charlas, talleres de Historia y de Ecología… Este año ha habido una multitud de actividades que han marcado la vida colegial. Por no hablar de las celebraciones anuales y de todo el programa deportivo desplegado a lo largo del año: torneos de bienvenida, interpasillos, interregiones, intercolegial Trofeo Rectora… ¡Imposible de resumir todo! Si quieres hacerte a la idea, te animamos a leer la revista Calle 45 que hemos preparado.

 

Gracias y hasta el año que viene

Queremos expresar nuestro agradecimiento, en primer lugar, a los colegiales y colegialas, pero también a sus familias y a todas las personas que han trabajado y colaborado con nuestro Proyecto Educativo: a quienes han hecho posible que este curso educativo haya sido intenso y bello para recordar.

 

colegial sentado en los escalones frontales del colegio mayor

Nos despedimos de Eduardo Díez: 5 años de vivencia colegial

Tras su graduación, Eduardo Díez, zaragozano, ha vivido sus últimos días como colegial en el Colegio Mayor Larraona. Hablamos con él para conocer su experiencia durante estos 5 años.

 

colegial de larraona frente al cartel de los 50 años

 

Eduardo se ha licenciado en Farmacia en la Universidad de Navarra. Al preguntarle por su carrera, cuenta entre risas: “A mí me gusta todo el tema de salud, pero lo de abrir cuerpos, mejor a distancia… Me gusta mucho la química también, así que Farmacia me encajaba muy bien.”

Eduardo vino al Colegio Mayor Larraona en el año 2019 y desde entonces este ha sido su hogar: “Conocía a gente que había venido aquí y tenía muy buenas referencias”, comenta. Destaca que le llamó la atención la buena ubicación del colegio mayor y el programa educativo: “Hay mucha más libertad que en otros colegios mayores, y con 20 años eso se agradece.”

Su primer año estuvo lleno de experiencias nuevas, ya que en el año 2020 comenzó la pandemia de la COVID 19. “Empecé en septiembre y en marzo nos tuvieron que mandar a todos a casa, fue un lío”, nos cuenta.

 

colegiales de traje frente al escudo de larraona

 

Durante los cursos de tercero y cuarto Eduardo estuvo compaginando los estudios con el deporte: jugaba en el equipo de Basket Navarra. El colegio mayor le hacía más fácil poder dedicarse a estudiar y a entrenar su afición: “Me coincidían muy bien los horarios de entrenamiento, y llegar y tener la comida hecha es un gusto”. Aunque el equipo se disolvió el año pasado, Eduardo no ha dejado su pasión por el baloncesto. Este curso ha creado y liderado el equipo de baloncesto de Larraona, con el que compitió en el Torneo Intercolegial en Madrid.

Esto ha sido posible gracias a una iniciativa suya, como colegial decano que ha sido este año junto a Alejandro Boned: “Veía que se podían hacer cosas por el colegio mayor, así que me organicé con Alejandro y nos apuntamos”, relata. Alejandro Boned también se despide este curso de Larraona tras 4 años como colegial. Juntos han creado la comisión de deportes, ayudando a organizar gran parte de las actividades deportivas de este curso, dándole una nueva vida al colegio mayor. “Creo que este año ha sido el mejor, cuando más me he implicado y más he disfrutado de todo”, expresa.

 

equipo de baloncesto posando en la cancha

 

Durante estos 5 años, Eduardo ha crecido con Larraona, y ha visto crecer al colegio mayor. “He visto todas las reformas de los pisos, la construcción de las pistas de pádel y, este año, el cambio a mixto”.

Eduardo opina que el colegio mayor es una gran parte de la vida universitaria, una experiencia enriquecedora que merece la pena disfrutar al máximo. “Hay muchos años para vivir en un piso, pero esta experiencia es única, son cosas que no vas a poder volver a hacer”, defiende.

decano

colegial becado dando un discurso en un tribuna

 

La nostalgia se presenta inevitablemente  cuando expresa su agradecimiento por estos años: “Me llevo un montón de gente que he conocido y un montón de experiencias, lo voy a echar de menos”.

Sin embargo, no se va sin antes dejar un consejo para los nuevos colegiales: “Aprovechad para conocer gente nueva a parte de vuestros amigos e intentad ayudar a los demás, como los veteranos os hemos intentado ayudar a vosotros.”

Gracias, Eduardo, ¡y hasta siempre!

patinadora en un salto acrobático sobre hielo

Nerea Grandoso: deportista nacional y estudiante universitaria

Nerea Grandoso es de Vitoria y acaba de terminar su primer año de Biología en la Universidad de Navarra, además definalizar una temporada de competición de patinaje artístico. ¿Quieres conocerla? Hablamos con ella para compartir su experiencia como universitaria y colegiala de Larraona.

 

Arte sobre hielo

Nerea empezó a patinar a los 3 años y desde entonces no lo ha dejado, fue amor a primera vista. Compite en la modalidad individual y a nivel nacional de forma regular: “El nivel es bastante alto, entreno 5 o 6 días a la semana”. Al venir a Pamplona Nerea cambió de club, y ahora entrena en el Palacio de Hielo del club Huarte. “He entrenado en Vitoria toda mi vida y vine a Pamplona porque tenía Biología y pista de hielo, es el mejor sitio para compaginar ambos”.

Mi reto este año ha sido compaginar los estudios con el deporte” afirma. Nerea nos cuenta que lo ha conseguido organizándose súper bien y teniendo muy claras las horas disponibles que tiene. “Llevo varios años entrenado mucho y con muchas horas de estudio, así que más o menos ya estaba acostumbrada, pero estar en Larraona me ha ayudado bastante”. Vivir en el colegio mayor y no preocuparse por cocinar o hacer largos trayectos a la universidad le ha permitido centrarse en estudiar y patinar. “Para mí eso ha sido clave para poder hacer las dos cosas, si no habría sido imposible”.

También le ha servido mucho la asesoría académica ofrecida en el colegio mayor: “Te ayuda a ver las cosas desde otra perspectiva y a organizarte más, y eso para mí es fundamental”.

 

patinadora de patinaje artístico sobre hielo en medio de una actuación

 

Amor por la naturaleza

Nerea está satisfecha con la carrera y así lo expresa: “Este año me ha ido súper bien, estoy encantada con la universidad. He acertado, esta es mi carrera”. Toda su vida ha sido una apasionada de los animales y, aunque de pequeña quería ser veterinaria, al ir creciendo descubrió que le interesaban todos los seres vivos: “La naturaleza en general me encanta”.

Su interés por aprender no se limita a las clases; Nerea ha pasado el mes de junio trabajando como alumna interna del Departamento de Biofísica en el laboratorio de la universidad. Junto a otras personas, colabora con el profesorado, participa en los experimentos y aprovecha la experiencia para aprender y coger práctica fuera del horario de clase. Está ilusionada por el proyecto en el que están trabajando actualmente y lo expresa con una sonrisa: “Estamos trabajando con materia activa y aprendiendo un poco de microbiología y física para aplicarla a nuestro proyecto”.

 

colegiala posando frente a la puerta del colegio mayor claret larraona

 

Un segundo hogar

Aunque su agenda ya está muy completa de por sí, Nerea saca tiempo para hacer vida en el colegio mayor; este año ha participado en el taller de bailes latinos, en algún Think and Beer y otras actividades al inicio del curso. “Me gusta que hay muchas actividades para hacer aquí, si fuese por mí me apuntaba a todas, pero no me da tiempo”, nos confiesa entre risas.

Comenta que lo que más disfruta es el ambiente colaborativo del colegio mayor: “Aquí conoces gente de otras carrerasy eso me gusta mucho, ayer tuve una conversación súper interesante con un chico que está estudiando filosofía”. También destaca la seguridad con la que disfruta de vivir fuera de casa: “Estoy muy tranquila, sé que si tengo cualquier problema en Larraona hay mucha gente a la que puedo pedir ayuda”.

 

colegiales en una sesión de think and beer en el colegio mayor

 

Nerea cierra el curso feliz y satisfecha, con la paz que proporciona el esfuerzo y el trabajo bien hecho: “No podía haber elegido mejor sitio para venir”.

Chica joven sonriendo en un colegio mayor

Paula Jiménez: médico en ciernes y deportista aficionada

Paula Jiménez es logroñesa y estudia primer año de Medicina en la Universidad de Navarra. Pertenece a la primera promoción de colegialas, tras el cambio al modelo mixto en el Colegio Mayor Larraona. Hablamos con ella para conocer su experiencia.

 

Aunque comenta que la carrera es muy exigente, Paula consigue compaginarla con otras actividades: juega al fútbol, al pádel, visita a su familia, sale con sus amigas…“Obviamente te metes a Medicina y sabes que es una carrera en la que tienes que estudiar, pero normalmente hay tiempo para todo”. Nos cuenta que para rendir bien necesita hacer más cosas: “Si está todo demasiado centrado en la uni, como que se me queda el mundo pequeño”.

 

equipo de fútbol femenino del colegio mayor larraona

 

Pasión por el deporte

Es muy deportista: juega como defensa en el equipo de fútbol sala femenino de nuestro colegio mayor. Las chicas entrenan todos los lunes por la noche, así que encuentra un rato para despejarse. Durante el curso han competido en la Liga Intercolegial, teniendo partidos casi todas las semanas, y también jugaron en el Torneo de la Copa de Primavera. El fútbol hace que tenga mucha relación con chicas de otras carreras. También es aficionada del pádel, y ahora que ha terminado la temporada de torneos, lo practica todavía más. “Solemos ir mucho a jugar a pádel aquí en las pistas de Larra, vamos dos veces a la semana o así”.

 

chicas sonriendo frente a unas pistas de pádel

 

La pasión por el deporte la lleva desde pequeñita. En el colegio Paula practicaba gimnasia rítmica y llegó a competir a nivel nacional. Una lesión de cadera le forzó a retirarse: “Pasé de entrenar todos los días a no poder ni andar”. Nos cuenta que ese cambio radical en su vida le abrió la puerta a su vocación: “Me trataron, pero nunca me dijeron qué me pasaba y se me quedó la espinita”. Por eso, desde entonces quiere ser traumatóloga.

 

gimnasta nacional infantil de gimnasia rítmica

 

Vocación y estudio

Aunque tiene bastante claro que el campo al que se quiere dedicar es la traumatología, Paula tiene los pies en la tierra y está abierta a un cambio de rumbo: “Una cosa es estudiar la materia, pero luego es en la práctica cuando tienes que verte. Tercero de carrera, con las rotaciones en el hospital, va a ser el año de decidir”.

El tener desde pequeña unas rutinas tan marcadas ha hecho que organizarse los horarios en la universidad no se le haga difícil.  Al preguntarle sobre su habilidad para compaginar el estudio con el deporte y la vida social nos confiesa que la clave es distribuir tu tiempo y exprimirlo al máximo. “Quiero jugar a pádel, tomar algo, salir con mis amigos y para eso tengo que estudiar este tiempo, así que lo tengo que aprovechar”. También comparte un consejo útil para los años universitarios: “Necesitamos ratitos que no sean de estudiar, porque si no nos volvemos locas”.

 

universitaria estudiando sonriente

 

Vivir en el colegio mayor

La vida en el Colegio Mayor Larraona le facilita esos descansos: “vamos a jugar al pádel, salimos a dar paseos, vamos a tomar un café… También prefiero estudiar en Larraona porque me gustan más las salas”. Nos cuenta que tiene más relación con los y las estudiantes de Medicina, ya que tienen diferentes horarios que el resto de carreras, una organización bimestral, diferentes fechas de exámenes… El tener un grupo de la misma carrera y por lo tanto las mismas rutinas, le facilita el estudio. Aún así, la vida común en el Colegio Mayor y el deporte hace que “haga piña” con el resto de chicas. Defiende que el ambiente es muy bueno y que está contenta sobre todo en relación con el cambio a modelo mixto. “Yo no he vivido otra cosa, pero es como si hubiese sido así toda la vida. Lo hemos hablado con los veteranos y se nota el cambio pero la gente está muy contenta”.

 

grupo de amigas posando en un balcón

 

Inicio del camino

Le preguntamos por qué decidió venir a Pamplona a estudiar. Nos explica que al terminar Bachiller sus opciones eran Madrid o Pamplona, pero Madrid se le hacía innecesariamente grande: “Yo necesito que todo esté aquí, salir de casa y llegar a los sitios”. Además, al estar tan cerca de Logroño hace que pueda ver a su familia y a sus amigas del colegio. “Mis padres a veces vienen a comer los domingos, es muy fácil vernos. Es como estar en casa sin estar en casa”.

Un año después de tomar la decisión de mudarse a Pamplona está convencida de que no podía haber elegido mejor: “No tengo ningún tipo de duda de que ha sido la decisión correcta, creo que no puedo estar mejor”.

misionero claretiano en Bolivia

Víctor Guerendiáin: una vida al servicio de los demás

Víctor o “el padrecito”, como lo llaman aquí, es uno de los misioneros claretianos que residen en el colegio mayor y que contribuyen a hacer presente el espíritu claretiano en Larraona. ¿Quieres saber más? Hablamos con él para compartir su historia.

 

misionero claretiano

 

Víctor Guerendiáin Ciganda (84 años) es natural del Valle de la Ultzama y viene de una familia de 13 hermanos. Tras trabajar en el colegio Corazón de María en Bilbao, volvió a Navarra para la fundación del Colegio Claret Larraona en 1970, del que fue el primer director. Aún a día de hoy sigue en contacto con algunos estudiantes de ese momento, a quienes recuerda con mucho cariño.

 

misioneros claretianos en 50 aniversario

 

Nos cuenta que desde pequeño, a los 13 años, sentía la llamada de la vocación a ser misionero claretiano, como lo fue el hermano de su abuelo. Sus padres y su familia lo animaron en esta decisión. Pasó cuatro años en el Colegio Claret Larraona y en 1974 se fue a las misiones de Bolivia.

Estuvo 35 años viviendo en el norte de Potosí, aunque, al ser el superior de la delegación allí, visitaba todas las comunidades dos veces al año. En su labor de misiones pasó también mucho tiempo en Tarija y en Cochabamba.

Durante sus más de tres décadas de servicio, en las que aprendió quechua, Víctor levantó cinco hogares campesinos, en los que también se construyeron colegios. Actualmente los propios antiguos estudiantes de Víctor son los responsables de la gestión de estos hogares.

Además, se encargaba de recorrer los pueblos para poder oficiar las bodas, bautizos, funerales… Su labor de evangelización fue muy importante. «Los indígenas son muy agradecidos», defiende. Comenta que aún sigue en contacto con varias personas de allá y que mantienen una buena relación de amistad.

En 2009 Víctor sufrió un infarto cerebral y se vio obligado a volver a España para recuperarse. La adaptación a la vida de aquí no le resultó fácil: «Yo soy boliviano», afirma. En este nuevo capítulo de su vida, Víctor sigue manteniendo el mismo espíritu claretiano de solidaridad: colabora en la asociación claretiana de Proclade Yanapay, participa en los Grupos de Jesús de la parroquia de San Francisco de Asís y hace vida en el complejo educativo de Claret Larraona. Incluso se anima a hacer un rato de ejercicio todos los días en el Polideportivo Larraona.

 

personas becadas en el Colegio Mayor Larraona

 

Es un placer y un orgullo disfrutar de la compañía de personas como Víctor, modelo a seguir que nos transmite el espíritu de San Antonio María Claret.

invitados al acto de becas 2024

Acto de Imposición de Becas: una velada para recordar

El sábado 20 de abril celebramos el acto institucional más importante del curso en nuestro Colegio Mayor: la Imposición de Becas y Entrega de Placas de Fin de Grado. Fue una emotiva velada, animada musicalmente por los colegiales Mario Ramos y Javier Albiac.

 

estudiante universitario toca el violín

 

El acto comenzó con el discurso de apertura del Dr. Carlos Naya Villaverde, invitado especial y presidente del Acto Académico.

A este le siguió la presentación de Eduardo Díez Pérez y Alejandro Boned Torres, nuestros colegiales Decanos, que hicieron un repaso de las actividades organizadas en el Colegio Mayor durante este curso. Terminaron el discurso con un consejo del anterior decano: “Hay una palabra que nos dejó Javier Calvo: aprovechad.”

 

estudiante presenta el acto de becas en el colegio mayor

 

Uno de los invitados de honor del evento fue Francisco “Chapu” Apaolaza Fernández, antiguo colegial y eterno miembro de la Tuna Larrona. Apaolaza es periodista, autor de varios libros y ha sido galardonado con el ‘Premio de Defensa’ 2006 por sus coberturas periodísticas, ‘Premio Internacional de Periodismo Manuel Alcántara’ y Premio ‘Unicaja de Artículos’. A día de hoy podemos escucharle en ‘La Brújula’ donde tiene su propia sección, y leerle en Diario de Navarra, La Razón o The Objective. Además, ha cubierto grandes sucesos internacionales como la ayuda humanitaria en Ucrania (en la que participó) o los atentados de París de 2015 o los de Bruselas en 2016.

Chapu recibió una de las Becas de Honor, e impartió una lección magistral a nuestros colegiales, titulada Razones para la alegría. “Me consta que a veces los jóvenes vivís instalados en la tristeza y la desesperación”, comenzó diciendo. Sin embargo, animó a los estudiantes a no tener miedo, a sentir esperanza, consuelo y solidaridad. “Siempre habrá gente mala, pero es muy poca, es la sombra de una luz magnífica que es la humanidad”. Culminó su discurso instándonos a vivir en el amor, a disfrutar de lo que tenemos, a ser generosos, valientes y a sacar el máximo de la vida, que no sabemos cuándo puede terminar: “La vida no será como piensas, pero guarda sorpresas que ni tú ni yo podemos imaginar. Como me dijo mi padre en estas escaleras: te recomiendo que la aproveches”.

 

Invitado especial da un discurso en el salón de actos

 

Tras este inspirador discurso, los colegiales que cumplen su tercer año en Larraona recibieron su beca. Subieron al estrado los colegiales Javier Albiac Palomar, Faustino Buschittari Bellani, Alejandro de Udaeta Comella, Ignacio Díez Rodas, Miguel Ezquerra Alcalde, Mario López Ruiz, Samuel Pascual Garrigos y Diego Sánchez-Moreno Flecha.

 

estudiantes con beca del Colegio Mayor Larraona

 

Seguidamente, se entregaron las Placas de Fin de Grado a los colegiales que terminan su licenciatura este año 2024. Fueron distinguidos los colegiales Eduardo Díez Pérez, Alejandro Boned Torres, Manuel Esteban de la Torre, Adrián Tomás Torres Palés y José Francisco Sánchez-Moreno Flecha.

 

estudiantes con placa del Colegio Mayor Larraona

 

A continuación, se hizo entrega de las cuatro Becas de Honor de este curso. El presidente del Acto Académico, Carlos Naya Villaverde, doctor en Arquitectura y director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra recibió la primera Beca, por sus muchos méritos y generosidad.

La segunda se entregó a Josu Jiménez Etxabe CMF,  antiguo alumno del Colegio Claret Askartza, misionero claretiano y antiguo Capellán del Colegio Mayor Larraona, por su gran labor y la huella que ha dejado en nuestro Colegio Mayor.

La tercera Beca de Honor fue concedida a la profesora Anna Dulska, doctora en Historia, investigadora en el Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra y docente, que colabora en nuestro Taller de historia de Pamplona desde 2016, por su contribución y cariño hacia nuestro Colegio Mayor.

La última Beca fue para Francisco “Chapu” Apaolaza Fernández, por “continuar siendo uno de los mejores embajadores de Larraona que pueda haber”.

 

Invitados con la beca de Honor del Colegio Mayor Larraona

 

Juan Gallego García, director del Colegio Mayor Larraona, dedicó unas palabras de agradecimiento a todos los presentes, especialmente al Colegio Mayor Jaime del Amo, de Madrid. También hizo alusión cariñosamente a nuestras colegialas, presentes por primera vez en este acto: “habéis subido el nivel de Larraona”.

Antes de pasar a la cena compartida en el comedor, a la que los asistentes estaban invitados, el profesor Carlos Naya realizó el discurso de clausura del acto, hablando con cariño de la vida en el colegio mayor: “De vuestros compañeros aprenderéis cosas insospechadas”, aseguró. Animó a los colegiales a aprovechar sus años universitarios al máximo “De lo que hagáis estos años dependen cosas grandes”.

 

estudiantes brindan en el comedor del Colegio Mayor Larraona

 

Cerramos el acto entonando el Gaudeamos Igitur:

 

Alegrémonos pues, mientras seamos jóvenes.

Tras la divertida juventud, tras la incómoda vejez, nos recibirá la tierra.

Viva la Universidad, vivan los profesores.

Vivan todos y cada uno de sus miembros, resplandezcan siempre.

Daniel Sánchez Moreno

«Mi bisabuelo era de Pamplona, pero vine sin conocer a nadie» – La experiencia de Diego Sánchez

Diego Sánchez Moreno estudia tercero de ADE con Dirección de Estrategias. Hace tres años que su familia se mudó a Madrid y él tuvo que dejar Lima para venirse a estudiar a España. Así fue como terminó en la Universidad de Navarra y lleva desde entonces con nosotros. Te invitamos a leer su experiencia.

 

 

De Lima a Pamplona

Debido a la mudanza de su familia, Diego y su hermano tuvieron que solicitar un traslado de expediente para continuar con sus estudios aquí, en España. A través de la recomendación de una conocida de la familia, dieron con la Universidad de Navarra y con nosotros. La flexibilidad de horarios y la posibilidad de crear buenas relaciones con el resto de compañeros fue lo que le hizo decidirse por venir al Colegio Mayor Larraona.

Aunque su bisabuelo era pamplonés, Diego vino aquí sin conocer a nadie. Gracias a su estancia en el Colegio Mayor, formó su primer grupo de amistades, indispensable para su integración. “Terminas asociándote con gente que no es de tu misma carrera. En Lima yo solo me reunía con gente de mi misma facultad, no iba más allá”. Nos cuenta que lo que más destaca de la experiencia como colegial son las actividades de los primeros días que le hicieron conectar con sus compañeros. “Jugando al básquet conocí a un chico que hasta ahora sigue siendo mi amigo, y es de Hong Kong, en mi vida me imaginé eso”.

Pista de baloncesto vista a través de una valla

Una adaptación satisfactoria

Diego nos confiesa que echa de menos a su familia paterna, que sigue viviendo en Perú, pero acepta que es parte del proceso. “ se extraña a la gente, pero es parte de la experiencia del estudiante”. Además, suele aprovechar los fines de semana o los festivos para volver a Madrid y ver a su familia.

No todo ha sido fácil, adaptarse a un nuevo país y una nueva forma de vida no es para cualquiera. Nos cuenta que nunca había vivido la experiencia de compartir mesa con tantas personas. “Eso sí que es un shock, me sentía un bicho raro bajando a comer con doscientas personas”. Aunque al final a todo se acaba acostumbrando uno: “Poco a poco vas conociendo a las personas, ves que todos estáis en la misma situación.”

A Diego le ha debido de picar el gusanillo con eso de viajar, porque tiene la intención de seguir aprovechando al máximo todas las oportunidades que tenga de formarse, trabajar y vivir nuevas experiencias: “No sé si terminaré en Londres, trabajando en Madrid… aún no lo sé”.

 

Grupo de colegiales haciéndose una foto en un espejo

 

El colegio mayor, un hogar

“El deporte no es lo mío, pero en las actividades más tranquilas como cartas y juegos de mesa sí que participo”. Aunque a pádel y a fútbol juega de forma ocasional, por pasar el rato con sus amigos, Diego participa en otras actividades, como el grupo de voluntarios. También ha participado ayudando en el Acto de Becas, y en actividades externas.

Nos cuenta que este tipo de actividades vienen bien para obtener puntos de colegial: “Elegir las habitaciones se gana con méritos, bien por notas o bien por puntos. Puedes ganar puntos participando en los torneos, las actividades, los voluntariados…”

Pero con las actividades se gana algo aún más valioso que los puntos. Diego nos cuenta que lo más importante de estos años son las conexiones, el grupo de gente que se lleva para toda la vida. “Sonará estúpido, pero se crea como una segunda familia, eso es lo mejor del colegio mayor.”