Badara

Construcción de un pozo de abastecimiento de agua potable en Badara, RD Congo – Iniciativa de Proclade Yanapay

En el Colegio Mayor Larraona, nuestra dedicación a ayudar a los demás es una parte integral de nuestra misión y del proyecto educativo. Por eso nos parece importante que todos los colegiales conozcan la extraordinaria labor que realiza Proclade Yanapay, ONG de los Claretianos, a través de un proyecto que, sin duda, contribuirá a mejorar la vida cotidiana de la comunidad de Badara, en RD Congo.

La localidad de Badara, en la metrópolis de Kinshasa, se enfrenta cada día a la escasez de infraestructuras básicas, incluido el acceso al agua potable, debido en buena parte a la migración interna y el rápido crecimiento que está generando. En respuesta, los Misioneros Claretianos, presentes en Badara desde 2020, propusieron la construcción de un pozo solar para abastecer de agua potable a la población, un proyecto que ya está en marcha.

Objetivos y financiación del proyecto

Mejorar el suministro de agua potable para reducir enfermedades hídricas, que representan el 60% de las infecciones en la región es el principal objetivo. Será un buen comienzo para establecer una red de distribución de agua para facilitar el desarrollo rural. Pero hay que ir más allá. Con este proyecto hay que mirar al futuro, por lo que se busca, además, capacitar a los habitantes en la gestión sostenible del agua.

Para llevarlo a cabo hará falta un soporte económico. El proyecto requiere 19.325 € en total: una parte se cubrirá con la contribución de los Misioneros Claretianos, y además se buscarán otras vías de financiación adicionales en diversas plataformas.

 

 

Las carencias de Badara

Badara, anteriormente una base militar, ha experimentado un rápido crecimiento poblacional debido a la migración interna y conflictos. Carece de servicios básicos y su población es económicamente vulnerable. Para paliar algo este déficit, el proyecto contempla la construcción de un pozo solar que ofrecerá agua asequible (30 litros a 100 FC, 5 centavos de €) y talleres sobre gestión del agua. También está previsto abordar la mejora de la educación mediante la construcción de estructuras educativas.

Apoyo de Proclade Yanapay

Esta iniciativa está respaldada por la ONG de Cooperación al Desarrollo Proclade Yanapay, promovida por los Misioneros Claretianos, con presencia en R.D. Congo desde 1962. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de la población vulnerable.

Si quieres conocer más detalles sobre este emocionante proyecto y explorar una otras actividades del Colegio Mayor, te invitamos a visitar la revista Calle 45. Encontrarás información detallada sobre esta iniciativa y muchas otras actividades que reflejan nuestro compromiso con el servicio a los demás.

 

 

IMPLÍCATE EN PROCLADE YANAPAY

Hay muchas personas que están implicadas con Proclade Yanapay: entidades públicas, instituciones, grupos parroquiales, parroquias, amigas y amigos de las Misiones Claretianas… No dudamos de que nuestros objetivos y nuestras causas son compartidas; por eso, nos parece indispensable pasar de los buenos deseos a los gestos concretos.

Contando con la colaboración de numerosos individuos, lograremos progresar y gestar un futuro más promisorio para aquellas personas anónimas que residen en naciones menos favorecidas económicamente.

Si deseas implicarte con Proclade Yanapay te invitamos a informarte:

Avenida Pío XII, 45 – 31007 Pamplona,

Tel: 948 25 04 00

Whatsapp: 943 29 80 55

E-mail: navarra@procladeyanapay.org

Web: www.procladeyanapay.org

Facebook: procladeyanapay

Twitter: procladeyanapay

Instagram: procladeyanapay

fin de curso universitario en larraona

10 grandes momentos universitarios en el Colegio Mayor Larraona

Llegó el momento de cerrar el curso académico 2022-2023. Una vez más, un año ‘mítico’ en que llegaron los nuevos de primero y estrenaron su vida universitaria eligiendo El Colegio Mayor Larraona como base de operaciones. Ese año en que otros marcharon de vuelta a casa, tras acabar sus estudios de grado, y graduados también en las lides de la vida. Un año especial, marcado por muchos momentos álgidos, otros difíciles, y otros cotidianos, pero siempre bien resueltos en el entorno de la familia colegial, que tanto envuelve y acoge.

 

Echamos la vista atrás y hacemos memoria: 10 hitos de 2022-23

1 Tiempo de Bienvenida Nuestros colegiales llegaron entre el 28 y 29 de agosto para empezar el nuevo curso. Lo preparamos con mucho cariño: sesiones para ellos y sus familias, excursiones por Pamplona, juegos y actividades de equipo para fomentar las presentaciones y comenzar a hacer nuevas amistades.

 

 

2 Consejo colegial El martes 27 de septiembre se constituyó oficialmente el Consejo Colegial, órgano encargado de representar a los colegiales y organizar las actividades junto al equipo directivo. Es un grupo formado por colegiales y con vocación de estar a su servicio.

 

estudiantes miembros del consejo colegial y equipo directivo del colegio mayor larraona

 

3 Magia para el estudio Para el seguimiento académico, implantábamos oficialmente el plan ‘Magia para el Estudio’, que había comenzado el curso anterior como proyecto piloto, en colaboración con el departamento de Psicología y Educación de la Universidad de Navarra.

4 Acompañamiento Recientemente habíamos puesto al día el plan estratégico y proyecto educativo del Colegio Mayor, y en entrevista para la web, Juan Gallego, director del Colegio Mayor, nos recordaba algunos de sus fundamentos, entre ellos cómo se realiza el seguimiento académico, una de nuestras señas de identidad.

 

colegiales en la entrada del colegio mayor larraona en pamplona

 

5 50+2 aniversario ¡Por fin llegó el gran momento! Tras tener que posponerlo debido a la pandemia, celebramos el aniversario del Colegio Mayor, que había sido fundado en 1970. Generaciones de antiguos colegiales se acercaron a Pío XII para volver a verse en esta su casa donde vivieron durante sus años universitarios. Los abrazos, la tuna, la fotografía, la misa, la música, las risas y la charla animada fueron los protagonistas del día. (Puedes visitar otras noticias:  lazos de por vida y experiencia entre generaciones)

 

integrantes de la tuna del colegio mayor larraona

 

6 Navidad y testimonio de fe En Navidad, participábamos en la Operación Kilo de Cáritas, nuestro grupo de fe tuvo un día de encuentro en la hospedería de las Hermanas Clarisas de Valtierra, y todos los colegiales disfrutamos de momentos de encuentro y celebración.

 

grupo de estudiantes y de monjas clarisas

 

7 El club de rol entraba en acción Los domingos por la noche, al menos media docena de colegiales se reunía para adentrarse en caminos insospechados y aventuras insólitas. Jugaban a la última edición de Dragones y Mazmorras, el mítico juego de los años 80 que sigue enganchando a miles de personas hoy en día. Magos, monstruos, amistades, misterios, metarol…

 

estudiantes sentados en una mesa con tablero y juego de rol Dragones y Mazmorras

 

8 Teatro en el colegio mayor El domingo 26 de febrero, el grupo universitario de teatro Atrezzo interpretó la obra “Hey Boy, Hey girl” en el salón de actos del Colegio Mayor Larraona. Dirigida por Paula Sánchez, se trata de la adaptación de un remix de Romeo y Julieta traído al siglo XXI. En la obra, cuya entrada fue gratuita, participó nuestro colegial Gonzalo Gimeno, en su debut como actor.

 

estudiantes del grupo de teatro

 

9 Día de becas Otro acto insignia de nuestro año universitario. El 18 de marzo celebramos nuestro tradicional Acto Académico de Imposición de Becas, un alto en nuestro camino para reconocer a los estudiantes que llevan tres años en el Colegio Mayor y a los que finalizan sus estudios siendo colegiales, y para agradecer a aquellas personas e instituciones que nos ayudan con nuestra labor. (Te lo contamos también en Lección magistral día de becas)

 

estudiantes sentados en el salón de actos

 

10 Decimos hasta siempre a nuestro decano Javier Calvo Seis años colegial mientras estudiaba la carrera de Medicina, y colegial decano durante varios años, relataba en primera persona, en una entrevista para nuestra web, algunas historias que han jalonado su experiencia. Javier, ¡esto es un hasta siempre!

 

 

 

 

Colegial carga el coche con su padre

“He aprendido a organizarme, cada cosa tiene su tiempo”

21 de junio. Hace sol. El día es tranquilo. Jaime de Benito está empaquetando sus cosas. Ha vivido dos años en el Colegio Mayor Larraona y ahora cambia de etapa, el año que viene residirá en un piso con otros amigos. Su padre, Nacho de Benito, ha venido de Zaragoza, la ciudad de donde proceden, para echarle una mano. Están los dos terminando de organizar las cosas y de preparar el equipaje para hacer el traslado. Esta escena se repite con frecuencia. Cuando los estudiantes han empezado su vida universitaria en el Colegio Mayor, es habitual que en el tercer año de carrera, una vez que ya han hecho amigos y han encauzado sus estudios, decidan dar el paso de vivir en un piso de alquiler. Un momento crucial en el que se enfrentarán a los nuevos retos de otra forma de vida.

 

colegial conversa con su padre en la entrada del colegio mayor larraona

 

¿Cómo eligieron el CM Larraona?

“Nos habían hablado bien del Colegio Mayor Larraona, nos aconsejaron algunos amigos cuyos hijos habían estudiado en Pamplona, y nos convenció”, comenta Nacho. A mí me atrajo “por la libertad de horarios, la libertad en general, tu propio cuarto, y el ambiente es mejor aquí”, sostiene Jaime. “Libertad responsable, era ese concepto el que nos gustó, queríamos libertad y que hubiera control al mismo tiempo”, matiza su padre.

 

 ¿Qué es lo que más les ha gustado como padres?

“Jaime no había salido nunca de casa y queríamos esa libertad responsable, que hubiera supervisión, queríamos asegurarnos, además, de que comía bien, que dormía y que llevaba un ritmo normal de asistencia a clase. En definitiva, que tuviera un buen ambiente de estudio –comenta Nacho en calidad de padre– y así es como ha sucedido. Además, podemos decir que la comunicación con el colegio ha sido perfecta, sin ningún problema. Cuando hemos necesitado algo, lo hemos consultado y pedido, sin ninguna incidencia. Una comunicación fácil, también vía internet o whatsapp, incluso directamente con Juan Gallego, el director. Por eso, si nos piden opinión, siempre recomendamos Larraona.”

 

¿Cómo ha sido la experiencia en el Colegio Mayor?

 Jaime: No me costó hacer amigos aquí, eso es fundamental. Me ha gustado la cercanía a la universidad. Y todo lo que ofrecen: el gimnasio, las actividades, las excursiones, conferencias, películas, la comida. He participado en la actividad de cocina, ¡hicimos churros!, me he divertido con los bingos, y en la cena temática de la feria de Sevilla hasta salí a bailar con un amigo.

Nacho: una de las cosas más importantes es que ha hecho buenos amigos: tiene una pandilla de la universidad y otra de Larraona. Y ha practicado deporte constantemente.

Jaime: sí, eso es algo que no tenía previsto y ha sido una constante. Como teníamos cancha de fútbol y polideportivo, jugábamos y hacíamos una liga de equipos entre amigos. Además, me lo pasé bien jugando a fútbol sala en la liga interpasillos. Y cuando inauguraron las pistas de pádel, hemos estado jugando a diario. Además, en la universidad pude probar varias modalidades en el día del deporte –esgrima, fútbol, rugby, pádel y tenis, squash, frontón y volley–, y a raíz de aquello he podido apuntarme a tiro con arco.

 

saludo a la familia en el colegio mayor

 

¿Cómo recuerdas el momento de la llegada a Pamplona?

Jaime: Vinimos a finales de agosto. Ya conocía Pamplona. Pero esta vez venía como estudiante, no como visitante. Estaba tranquilo porque tenemos amigos cercanos que están en la ciudad, y conocía a gente de Zaragoza que venía estudiar. Pienso que lo que más me asustaba era el primer día de universidad. Lo del Colegio Mayor es más previsible: tienes horarios, comidas, las cosas están organizadas. Pero el primer día de Universidad me imponía más: un sitio donde no conoces a nadie y donde algunos, los de Pamplona, seguramente ya se conocían. Mi abuela me había advertido que los de Pamplona eran algo cerrados pero enseguida vi que no era así. Hemos hecho un grupo de amigos de Noáin, Cizur, uno de Zaragoza que resultó ser mi vecino, de Valencia, Benidorm y también un amigo mexicano.

Hijo y padre señalan y miran la camiseta de Osasuna que lleva puesta Jaime.

Nacho: Aunque en casa somos del Madrid, se ha comprado la camiseta de Osasuna.

Jaime: Yo no soy de fútbol pero aquí me he aficionado, porque varios de mis amigos son de Osasuna.

 

¿Por qué comunicación audiovisual en Pamplona?

Jaime: nos decidimos por el prestigio que tiene el grado en la Universidad de Navarra, que está bien situado en los rankings. Siempre me ha gustado el cine, he admirado cómo se hacía, en especial la dirección de fotografía y la escenografía. Y ahora, después de dos años de carrera, cuando veo una peli, ya no la veo igual, sobre todo después de dar guion y aprender cómo se construye, cómo creas una historia, y cómo partiendo de una idea simple vas formando algo más complejo.

 

¿Qué asignaturas prácticas te han resultado más atractivas?

Me ha gustado la asignatura de Producción y gestión. Cada semana teníamos una práctica. Había que jugar con los planos y simular que tú mismo fueras tres personajes, de tal manera que pareciera una conversación entre tres. O la práctica en la que partiendo de una película de Indiana Jones, teníamos que doblar la voz, grabar los sonidos, las peleas…

También ha sido muy enriquecedora la asignatura de guion, que me ha sorprendido. En los seminarios, nos entregaban guiones, de películas como Casablanca o de series como El Apagón. Nos hacían pruebas escritas y cada 2 semanas nos planteaban una prueba, en la que nos daban instrucciones para hacer una escena y había que escribir el guion. Recuerdo un caso en el que nos plantearon la siguiente situación: ‘en una joyería donde trabajaba una mujer, entra un cliente con un animal, que parecía un perro y resultaba ser un tigre’, y había que crear un guion donde esa escena cobrara sentido. Todo un reto.

 

director colegio mayor despide a colegial y familia a final de curso

 

¿Qué consejo le darías a un recién llegado a Pamplona?

Que vaya relajado, que no tenga prisa por conocer a gente, que todos son muy majos, que muchos están en su misma situación. A mi mejor amiga la conocí el primer día de clase, era una chica de Peralta, que estaba sentada detrás de mí y, al estar solos, empezamos a hablar. Y, en el Colegio Mayor que tengan en cuenta que la primera comida de todas es muy importante: que se fijen bien… al final eso ayuda mucho a la hora de hacer el primer grupo de amistades.

Voy a echar el colegio de menos. Aparte de todo lo que he hecho, o de los amigos, está lo que he aprendido: a gestionar mis tiempos, a organizarme el estudio, a decir ahora descanso, ahora deporte, dormir o móvil. Cada cosa tiene su tiempo.

 

pistas-padel-larraona

Nuevas pistas de pádel en el Colegio Mayor Larraona

Inauguración de las pistas

El viernes 19 de mayo, durante una agradable tarde soleada de mayo, inauguramos nuestras nuevas pistas de pádel del Colegio Mayor Claret Larraona. En la confluencia de Pío XII y la Avenida de Navarra, espacio emblemático para el deporte colegial, estrenamos dos pistas destinadas a este trepidante juego de pelota 🎾. Un nuevo lugar para el deporte, la convivencia y la competición sana.

 

 

En la inauguración, dirigida por Juan Gallego –nuestro director–, participaron dos parejas representando al Colegio Mayor y otras dos a la Federación Navarra de Pádel, acompañados estos últimos de su gestor Enrique Chiquirrin. Les estamos muy agradecidos por su participación y por el magnífico espectáculo ofrecido.

 

 

¿Cómo quedó el torneo? 🏅Diego Alzu y Javier Sainz fueron los campeones. Aimar Goñi y Juan Pablo Pereyra fueron los segundos clasificados. Así que se impuso la extraordinaria calidad de juego de los de la Federación. ¡Enhorabuena! ¡Qué honor teneros en nuestras pistas! Hay que añadir, además, que los de Claret mantuvieron un magnífico nivel de juego. Diego Arana y Pablo Losa, nuestros actuales campeones de pádel del Trofeo Rectora de la Universidad de Navarra, se impusieron en la final de consolación a Íñigo Pérez y Gonzalo Aguiriano.

¿Cómo usarlas? Es muy fácil

Para darse de alta y poder hacer una reserva de pistas, solo hay que acceder a la página web del Colegio Mayor Larraona, pulsar en el ítem ‘pádel’ del menú secundario y pulsar el botón: GESTIONA TU RESERVA. Una vez que accedes, podrás darte de alta, y a continuación podrás seleccionar pista, día y hora. Ten en cuenta que las reservas se hacen por franjas de media hora, un sistema flexible que se adapta a distintas duraciones, según preveas entrenar o jugar un partido. Las pistas, que también están abiertas al público general, tienen un precio joven para nuestros colegiales. Una oportunidad única: pistas de pádel a pie de calle y a pie de casa, al lado de la universidad.

cena veteranos oberena

Los seis años inolvidables de Javier Calvo Serrano

1. Amigos y conversaciones de medianoche

El primer curso fue el año de ser novato y hacer amigos. Así nació mi grupo de amigos, que hemos seguido bastantes años: Alejandro Ángel, Cristóbal Barrabés, Sergio Cámara, Carlos San Pedro… Recuerdo también a uno de los decanos de ese año: Juan Añón, que me ayudó muchísimo, me inspiró bastante. Porque llegas sin conocer a nadie a una ciudad completamente nueva. Vas encontrando gente con la que poder hacer planes, quedarte por las noches hablando y tomando algo con total naturalidad, con confianza, eso fue lo que marcó el primer año.

Me acuerdo una noche en la que estábamos contando cómo habíamos llegado a Pamplona y al colegio mayor, era bastante tarde y desembocamos en una conversación que podía resultar ‘un poco densa’, estaba yo hablando sobre unos vaivenes que tuve y, en el momento cumbre, se hace el silencio… y se escuchan unos ronquidos… ¡Qué risas!  Ha sido tema recurrente a lo largo de los años. ¡Nuestro Carlos que se había dormido!

 

taller de ecología

 

2. Voluntariado

Después de estar año y medio de voluntario en ASPACE, asociación Navarra que trabaja con personas con parálisis cerebral, Josu, claretiano al frente de pastoral en el Colegio Mayor, me preguntó si conocía alguien interesado en dar catequesis en el colegio de enseñanza. ‘Pues venga, pues me meto yo’, le dije. Estuve muy a gusto y lo recuerdo con cariño el año que estuve de catequista. Viendo que me gustaba, Josu también me invitó a unirme como monitor en una convivencia de final de curso en Zaragoza, con alumnos de 4º de ESO a 1º Bachiller. ‘Pues vale, allá que voy’. Recuerdo con cariño esa convivencia. Por la tónica que tuvo, el buen ambiente, nos alojamos en una casa de las Hermanas de la Caridad, que fueron muy acogedoras, y tuvimos actividades de acercarnos al pobre, en un comedor social, y varios talleres con chavales.

 

convivencias

 

Y en 3º, a raíz del voluntariado con ASPACE de los años anteriores, estuvimos moviendo el hacer un Belén conjunto. Una iniciativa que salió adelante. Los residentes de allá venían una vez por semana, y estábamos una hora y media montando figuras con ellos. Todos nos llevamos muy buen recuerdo. Los residentes de ASPACE se sintieron muy acogidos a la hora de compartir esa horita a la semana, era imposible que los ‘Xavis’ no salieran con una sonrisa después de estar mano a mano con Mamen o Isabel…  Pero lo mejor es que nosotros recibíamos mucho de la sencillez, y de la alegría que tenían. Y la experiencia, además, tuvo buen colofón: presentamos el nacimiento al concurso de belenes de la universidad y ganamos un accésit.

 

nacimiento aspace

 

3. Las jornadas de colegios mayores

Un poco antes de la pandemia, del confinamiento, se celebraron en Pamplona unas jornadas de colegios mayores. Fue bastante chulo encontrarse con gente de toda España que estaba en colegios mayores, llevaban ya 3-4 años como colegiales, tenían un bagaje, inquietudes, acudió gente muy interesante. Recuerdo haber estado charlando con el decano del Jaime del Amo, colegio mayor de los claretianos en Madrid. La suerte es que estas jornadas fueron aquí, por lo que podía ir entre clases y acudir a los talleres. De aquella experiencia me quedo sobre todo con lo que hablamos. El poder compartir inquietudes: somos pocos los que nos quedamos hasta final de la carrera, y recuerdo que estuvimos charlando sobre cómo transmitir todo lo bueno que tiene quedarse durante más años en el colegio mayor.

 

jornadas colegios mayores

 

4. Pandemia, sobremesas virtuales y trufas

El cuarto año fue bastante movidito, fue el año de la pandemia, y teníamos muchas restricciones. Sin embargo, fue un buen curso, porque uno de mis amigos, Cristóbal, volvió al colegio mayor, y con Jaime Mur, Pau Duato, Javier Segovia, Pablo Fernández Dueñas, Saúl Palomo, Pablo Nieto… hicimos bastante piña varios de medicina de casi todos los cursos. Que hubiese tanto diálogo intergeneracional fue chulo.

Recuerdo también que cuando nos confinaron 10 días fue durillo. Lo llevamos como pudimos. Con el grupo de amigos de siempre –Sergio Cámara, Alfonso Bonet, Ander Aristondo…– hacíamos videollamadas para comer juntos, y reproduciendo las sobremesas del comedor en las habitaciones se nos hacía más llevadero.

Hay que agradecer mucho a los trabajadores del Colegio Mayor cómo se portaron con nosotros, tanto en este momento como durante todos estos años. Estábamos encerrados en las habitaciones, la gente de cocina venía a traernos la comida a la puerta y si había suerte coincidíamos, es el único contacto que teníamos con el exterior. Recuerdo que Lilia, una trabajadora, en una de estas que fue a traerme comida me dejó una caja de trufas de chocolate. Todavía me emociono cuando lo pienso.

 

5. Quinto año: las becas y las prácticas

Desde 2020 no había habido becas y ese año las recibimos todos a la vez. Fue un momento súper chulo, gente que ya estaba fuera vino expresamente para el acto, que fue bastante emotivo, y luego después del tentempié nos fuimos a tomar una caña al Paddys, un bar irlandés de la plaza de Yamaguchi, para rememorar las noches de conversaciones que teníamos antes.

La beca amarilla está en una de las cajas que me he llevado a Oviedo, adonde me voy ya mismo para preparar el MIR, para tenerla presente. A ver cómo va todo. Me gustaría hacer alguna especialidad de cirugía, aunque tardé mucho en darme cuenta. Cuando llegué a tercero, pensé, ‘voy a coger prácticas de cirugía para descartarlo y ¡pasó justo lo contrario!’. Miguel Mesa, cirujano torácico de la clínica, me acogió muy bien, me explicaba las cosas con mucha calma, con interés, animándome a que le ayudase… Recuerdo su destreza en las operaciones y, por otro lado, la delicadeza y cariño al hablar con los pacientes y sus familias.”

 

becas colegio mayor larraona

 

6. Sexto: el año de las despedidas

‘Ha sabido mucho a despedida. He intentado volcarme más en el Colegio Mayor. Disfrutar más de la gente, juntarme con más gente. Ha sabido a despedida.’

De este año me quedo con la riquísima experiencia del grupo de fe, al que se nos han ido uniendo grandes personas de distintas procedencias. Por ejemplo, Leire Álvarez, ahora en 2º de Medicina, y cuyos padres habían estado en Larraona y Roncesvalles hace años. O Candela, a quien conocí en una peregrinación a Covadonga. También mi novia Cristina que se ha unido este año y ha sido una maravilla para el grupo y para nosotros como pareja. Es una de las cosas que más he aprovechado y más me han ayudado a crecer como persona en el colegio mayor a lo largo de estos seis años. Ha ido cambiando, el compartir las mismas preguntas que teníamos, nuestras batallitas, cómo vivir la fe convencidos, cada día, ayuda mucho. Ojalá que los futuros colegiales aprovechen esta oportunidad.

Y luego la piña que hemos hecho los veteranos del colegio mayor. Nos sentábamos casi todos juntos para comer y cenar. Borja Rodríguez de ADE, Gonzalo Molina de Derecho y ADE, Eduardo Díaz de Farmacia, Alejandro Bonet que está en Audiovisuales y hermano del grande Alfonso Boned… Uno de los últimos días, el director Juan, que está en la peña gastronómica Oberena nos invitó a los veteranos a una última cena de despedida. Qué gran momento.

Y no olvidaré la noche de becas, nos fuimos a tomar unas cañas, y al final nos quedamos Borja y yo solos. ‘Yo no tengo ganas de volver todavía al CM. Pues vamos a buscar una fiesta para salir. Y dijimos, oye que me han dicho que está El Paso de Ecuador de los de 3º de medicina. ¿Pero te ha invitado alguien? No, pero allí fuimos, en el bus de invitados que salía del Blanca de Navarra al Castillo de Gorraiz. ¡Inolvidable!’.

 

grupos de fe

 

Nunca dejaré de repetirlo. Estoy profundamente agradecido al Colegio Mayor Larraona por todo lo que me han ido ayudando a construirme y a tantas personas que me han aportado tanto, acompañándome para que fuera protagonista de mi historia. Colegiales, aprovechad, oportunidades como estas no vuelven.

ganadores de pádel en las pistas del Colegio Mayor Larraona

Diego y Pablo, ganadores de pádel del Trofeo Rectora 2023

Los colegiales Diego Arana (1º de Derecho, de San Sebastián) y Pablo Losa (1º de Farmacia, de Miranda de Ebro) han sido los ganadores del Trofeo Rectora de pádel en la categoría masculina de este año. Se trata de un campeonato organizado por el servicio de Deportes de la Universidad de Navarra destinado a sus alumnos, que pueden competir en diferentes disciplinas deportivas: pádel, tenis, baloncesto, voleibol, squash, frontenis, ajedrez, tiro con arco, golf y fútbol sala. La competición de fútbol 7 se organiza al estilo de un mundial y dura todo el curso académico, mientras que los torneos para el resto de las disciplinas se disputan durante un fin de semana. Del 10 al 12 de marzo Diego y Pablo compitieron por conseguir el primer puesto en pádel masculino y lo alcanzaron en un partido de victoria muy reñido e intenso.

 

Tensión hasta el final

La pareja jugó un total de cuatro partidos, dos seguidos el viernes y otros dos el domingo. Por eso cuando le preguntamos a Pablo qué sintió al ganar responde: “Lo primero, cansancio”. E inmediatamente después añade, “alegría”, puesto que fue una gran satisfacción para ambos obtener el primer puesto.

El primer partido se les hizo más fácil, pero los siguientes los encontraron más complicados. De hecho, la final fue muy intensa: ganaron en el súper tie break, que se juega cuando hay empate. Debían hacer diez puntos para proclamarse vencedores, ganando por una diferencia mínima de dos puntos, y es lo que hicieron: quedaron 14-12 contra la otra pareja de estudiantes, contrincantes “muy altos y muy buenos”.

 

estudiantes universitarios ganadores con premio de pádel

 

Un deporte popular y divertido

Pablo dice que juega al pádel casi desde que tiene uso de razón, “desde los cinco o seis años”. Antes entrenaba dos días a la semana y, ahora en Pamplona, se ha apuntado a un club de pádel en el que entrena un día por semana. Diego empezó a los once años con clases en el colegio y lo dejó en 2º de Bachillerato, pero seguía jugando con sus amigos. Actualmente, en temporada de exámenes, juegan menos, pero de normal suelen quedar un par de veces por semana para echar un partido en las pistas de la Universidad de Navarra. Ahora que el Colegio Mayor Larraona tiene sus propias pistas de pádel, están expectantes por poder estrenarlas.

“Es un lujo tener las pistas aquí, los colegiales las vamos a aprovechar mucho”, asegura Pablo. “Además están tapadas, así que cuando llueva podremos jugar. Yo creo que hay bastante afición entre nosotros, a la gente le gusta el pádel”.

“Las pistas están literalmente a dos pasos de nosotros. Lo bueno del pádel es que lo puedes jugar con amigos, haces una pareja y juegas contra otra. En el tenis, no; solo juegas contra una persona”, comenta Diego. “El pádel es muy dinámico y es satisfactorio cuando metes un buen punto”.

“Es bastante fácil de jugar”, añade Pablo. “Es divertido juegues bien, regular o muy bien”.

 

dos estudiantes en las pistas de pádel del colegio mayor larraona

 

Deporte, estudios y amigos

Aparte del torneo Trofeo Rectora, los dos estudiantes han jugado en nuestro torneo de Interpasillos de fútbol de este año y Pablo también participó en el de mus. Están esperando que el año que viene se organice también un Interpasillos de pádel entre los colegiales. “Además del pádel, durante el curso solemos hacer bastantes pachangas de fútbol sala en el Polideportivo después de cenar, a las 22:00h, normalmente”, señalan.

El deporte ha sido muy importante para ellos este año, aunque solo es uno de los ámbitos que forma parte de la vida universitaria.

“En primero hay muchos cambios y es duro”, cuenta Pablo. “Sobre todo a nivel de los estudios; tienes que meter muchas más horas que en el colegio”. Dice que en las sesiones de nuestro taller para mejorar el estudio detectó algunas cosas que estaba haciendo mal: “Quizá memorizaba en vez de comprender. Las sesiones vienen bien, son recomendables”.

“El segundo cuatrimestre en Derecho se ha complicado un poco más, pero se puede llevar”, afirma Diego por su parte.

Comentan que el periodo de exámenes de mayo se les está haciendo largo, porque son muchos días estudiando. Esperan no tener que volver en junio para hacer ninguna recuperación y disfrutar así de un verano largo, para el que ya están haciendo planes: viajes, festivales, fiestas…

Cuando acaben las vacaciones, en septiembre, volverán al Colegio Mayor Larraona a por su segundo año de carrera, para el que las expectativas son aprovecharlo al máximo, al igual que este primer año.

“En general, este año ha ido bastante bien en todos los sentidos: en el aspecto académico, en el deporte, en la socialización…”, describe Pablo. “Al ser tantos en el Colegio Mayor es fácil encontrar gente con gustos parecidos. He hecho muchos amigos”.

“Aquí no hay ningún mal rollo, te llevas bien con todos”, confirma Diego.

Felicidades, Diego y Pablo, por vuestra victoria en el pádel y por vuestro esfuerzo durante este curso académico. Os animamos a seguir perseverando en los estudios en esta recta final y os esperamos en septiembre en el Colegio Mayor Larraona con mucho más deporte, experiencias de amistad y vida colegial y universitaria plena.

estudiante con el director y la subdirectora del colegio mayor

Educación integral para la juventud de hoy – Entrevista a Magaly Marrodán (II)

Nuestra subdirectora Magaly Marrodán, pedagoga y experta en Mediación y Gestión de Conflictos, es una de las encargadas de acompañar a nuestros colegiales en el día a día. En una entrevista anterior explicaba cómo se refleja este acompañamiento en temas de convivencia, mediación y crecimiento personal en el Colegio Mayor. Ahora hablamos con ella sobre el perfil de la generación actual y la necesidad de una educación integral por parte de formadores, profesores y padres para este momento de su vida.

 

¿Cómo describirías la generación de jóvenes que está ahora mismo en la universidad?

 

A mí me encanta la juventud, creo en ella al 100% porque creo en las personas y en sus posibilidades de crecimiento. Y es precisamente en esa etapa de la vida cuando debe producirse ese desarrollo.

Nuestros jóvenes universitarios están creciendo rodeados de tecnología, en un mundo absolutamente consumista, en el que la información está al alcance de un clic, en el que todo va a una velocidad de vértigo…; cuentan con muchas habilidades y muchas posibilidades de formación y desarrollo.  Han crecido en ambientes llenos de diversidad con lo que son mucho más flexibles y se adaptan más fácilmente a todo.

Por otro lado, y paradójicamente, están más conectados que nunca por las redes sociales y más desconectados que nunca personalmente, en el cara a cara.  Hay una gran necesidad y una dependencia del reconocimiento a través de las redes sociales. Cuando éste no se produce puede dar lugar a problemas de baja autoestima, de depresión, por no nombrar otros temas más serios. Otra característica importante de nuestros jóvenes es la necesidad de inmediatez.  Todo tiene que ser ya, no existe “el proceso” para conseguir algo, el esfuerzo que supone, la tolerancia a la frustración. Debemos trasmitirles y enseñarles la capacidad de “parar, saber esperar y tener autocontrol”. Interiorizar todo esto supone un gran aprendizaje para su vida y lo irán haciendo muy poco a poco. Muchos de nuestros jóvenes lo tienen todo y adolecen de esa madurez que te da el tener que pelear por conseguir tus objetivos.

 

La pandemia del covid-19 les ha tocado en una etapa esencial de su vida.

 

Así es. En mi labor profesional como mediadora nunca había visto tanta gente joven con problemas serios de ansiedad y con dificultades en las relaciones con sus iguales. La pandemia generó una gran incertidumbre en todos nosotros y a la juventud le cogió en un momento en el que no se tienen las herramientas para gestionar una situación así. Recuerdo adolescentes que no querían quitarse la mascarilla cuando ya no era necesaria, se “ocultaban” detrás de ella. Además, muchos de ellos no pudieron vivir momentos que son importantes en nuestra cultura, como cumplir los 18 años y celebrarlo con los amigos, graduaciones, pasos de Ecuador… Son cosas que ya no volverán para ellos.

Por otro lado, y con el paso del tiempo, he observado, tanto en adultos como en nuestros jóvenes, un aprecio absoluto por el presente, unas ganas enormes de vivir el hoy. Son personas muy pragmáticas.

 

joven estudiante tiene en la mano un teléfono móvil

 

Otro aspecto que hay que considerar es el uso de las redes sociales.

 

En general, hay una gran dependencia, es un problema social a nivel mundial. Uno construye su autoestima dependiendo de los mensajes que le envía su entorno: la familia, los amigos, los compañeros del centro educativo… Ahora ya no es así. El mundo entero puede dar su opinión, de tal manera que en un minuto puede haber mil personas hablando mal de uno. Si ya es difícil de llevar para una persona adulta, imaginémonos para una persona joven. Los chavales no construyen su identidad real, construyen una identidad digital y la mayoría de las veces es muy falsa. Las nuevas tecnologías aportan, pero también pueden ser muy destructivas.

No sé si son conscientes los padres y madres de la importancia que tiene que desde bien pequeños gestionen bien el uso de móviles, tabletas, televisión… También por el tema de la pornografía y la deseducación en materia afectivo-sexual de las redes sociales. Tienen acceso a un contenido virtual violento y hay que ir contra eso. El ser humano es otra cosa. Es energía positiva, es afectividad, es empatía, ayuda, colaboración, presencia… Tenemos que cultivar eso. Y hay muchos jóvenes aislados en el mundo virtual.

A veces veo a colegiales en el comedor con los cascos puestos, solos, y me choca muchísimo. Aunque también veo todos los días mesas largas con los mismos chicos riendo y compartiendo. Eso es lo que tratamos de fomentar: generar entornos en lo cotidiano, espacios y momentos de diálogo. Aunque hablemos de temas aparentemente poco importantes, da igual: nos reímos, nos criticamos, hacemos el tonto… Pero con la palabra, con nuestro tono de voz; con la sonrisa, el enfado y lo que haga falta; con nuestras emociones, con nuestra presencia.

 

estudiantes universitarios cenan juntos en el comedor del colegio mayor

 

¿Cómo pueden acompañar los padres a sus hijos en esta etapa de final de la vida escolar y entrada en la universidad?

 

Por ley de vida, en estas edades los chicos y chicas rechazan al adulto que tienen delante, quieren sentir que ellos ya son adultos, aunque no lo son, están en el proceso.  Se tienen que oponer al adulto que les educa y les protege para poder hacerse adultos ellos. Con lo cual, como padres y madres tenemos que poder entender esto y saber estar presentes. Me gusta la imagen de la adolescencia representada por un chaval que está en el borde de un trampolín y quiere saltar a la piscina, que es su vida. A sus padres, que están al inicio del trampolín, les dice que “le dejen en paz” y ni los mira, mira desde lo alto al agua de la piscina, con afán de lanzarse, de vivir su vida, pero su mano está vuelta hacia atrás, hacia ellos. Es decir, necesita “tocar” y saber que los padres están ahí, pero, al mismo tiempo, poder “tirarse a la piscina”, experimentar su propia vida y equivocarse. La labor de los padres es “vigilar que en la piscina haya suficiente agua para que no se ahogue”. No es fácil porque tendemos a ser sobreprotectores, no queremos que a nuestros hijos les pase nada. Tenemos que hacerles ver que estamos ahí para ayudarles, marcando límites claros, qué cosas son negociables y cuáles no. Y desde ahí, trabajar con ellos en un tira y afloja, que es difícil pero necesario, para que nuestros hijos vayan experimentando de manera comedida y sabiendo que vamos a estar ahí. Necesitan ver que confiamos en ellos.

 

un chico joven se lanza a una piscina desde un trampolín

 

Otra cosa que me gustaría destacar en esta etapa es la tendencia de padres y educadores, por no tener tiempo y una presencia cotidiana y serena, a señalar solo las cosas que hacen mal y a olvidarnos de que tienen muchas cosas buenas. Entonces se convierte todo en una crítica continua, los chavales nos rechazan y ahí se desata el conflicto. ¿Por qué no ponemos, además, la mirada en las habilidades que tienen? En el Colegio Mayor intentamos conocer lo que tiene de bueno cada colegial, decírselo y fomentarlo. Es curioso, pero cuando pones el foco en lo positivo ellos también lo ponen y se olvidan de hacer muchas trastadas. Si a una persona la criticas continuamente por lo mismo se produce lo que se llama la profecía autocumplida: lo va a volver a hacer. Pienso que destacar primero lo positivo es una estrategia efectiva para los progenitores y para todas las personas que acompañamos a los jóvenes. Al final, se trata de una etapa difícil, pero apasionante.

 

¿Qué hace falta para trabajar con jóvenes universitarios?

 

Lo primero, tener una buena formación y experiencia. El equipo directivo está preparado, somos especialistas en el ámbito educativo y de la psicología, pedagogía, coaching  y mediación. Además, es importante saber comunicar, me parece clave para poder hacer llegar a los chicos nuestros mensajes. Debemos tener mucha empatía con los jóvenes y estar muy abiertos a ellos, sabiendo escuchar. Otra cosa que hace falta es mucha firmeza y cariño, las dos cosas. Los colegiales nos tienen que ver firmes, serios, pero cercanos al mismo tiempo, presentes y dispuestos a ayudar. Es un poco como el rol que tienen que tener los padres. Y también se necesita mucho sentido del humor. No se trata de estar todo el tiempo riñendo, si sabemos reírnos un poco de las cosas a veces es más efectivo para lograr lo que queremos.

 

¿Y qué aporta formar a jóvenes? ¿Cuál es tu experiencia personal?

 

Mi experiencia aquí está siendo maravillosa. Una gran oportunidad para aportar todo lo aprendido a través de mi experiencia profesional –como pedagoga, orientadora, mediadora, terapeuta– y personal; en todos los ámbitos de la vida colegial (prevención, desarrollo personal, resolución de conflictos, seguimiento académico…). Mi vocación siempre ha sido la relación de ayuda a los demás y trabajar con personas, y todo eso lo tengo aquí. Además, me da mucha alegría, porque la gente joven es como un diamante en bruto. Tienen tanta vida por delante que todo lo que hagamos aquí tiene una proyección. Nosotros ponemos una semilla y ellos, si quieren, pueden hacerla crecer, desarrollarla. Poder aportarles algo y acompañarlos me hace súper feliz.

 

subdirectora del colegio mayor larraona sonríe

estudiantes del colegio mayor larraona en el patio del colegio

Celebramos la fiesta de la primavera

El pasado sábado 22 de abril tuvimos una jornada de celebración para despedir el curso, antes de la llegada de los exámenes finales. Fue un bonito día en el que disfrutamos de la música, de la comida y, sobre todo, de la compañía de los colegiales y trabajadores del Colegio Mayor.

 

cocinero cocina chistorra y paellas

 

Un aperitivo animado

El encuentro tuvo lugar en el patio del Colegio Larraona, en el que nuestro cocinero, Nacho, nos preparó un estupendo aperitivo: una chistorrada que estuvo amenizada por una batucada. A continuación, preparó unas paellas que comimos en el mismo porche del patio.

 

grupo de música de batucada

 

Ganadores

En la sobremesa, aprovechamos para anunciar los ganadores del concurso de fotografía (David Vivas, 1er premio del jurado; Manuel Esteban, 2º premio del jurado; Juan Mihail Moragues, premio del público) y de relato (Alejandro Boned, 1er premio del jurado; Eneko de Diego, 2º premio del jurado). También organizamos un bingo con distintos premios para los colegiales.

 

estudiante premiado y subdirectora sonríen

 

La fiesta continúa

Por la tarde, la música volvió de la mano de un DJ para todos aquellos que quisieron continuar la fiesta un poco más, hasta la hora de la cena.

 

dj en el patio del colegio larraona

 

Parece mentira, pero este curso académico ya va llegando a su fin. Estamos muy contentos por todos estos momentos junto a nuestros colegiales, a los que agradecemos haber asistido a este encuentro y haber participado este año en los distintos ámbitos de la vida colegial. Ahora toca concentrarse en los exámenes para poder disfrutar más tarde de lo que depare el verano y el próximo nuevo curso.

 

estudiantes y trabajadores del colegio mayor larraona en la comida

manos de un estudiante sujetando una cámara de fotos

Ganadores del concurso de fotografía de 2022-2023

¡Enhorabuena! Un año más, nuestros colegiales han sacado a la luz su talento para capturar hermosas imágenes relacionadas con su vida cotidiana como universitarios aquí, en el Colegio Mayor Larraona. Los ganadores de esta edición han sido David, Manuel y Juan Mihail.

 

Primer premio del jurado

Mar de nubes, de David Vivas.

Segundo premio del jurado

Sin título, de Manuel Esteban.

 

foto de un edificio de la universidad de navarra

 

Premio del público en Instagram

Un día más en finales, de Juan Mihail Moragues.

 

foto de la biblioteca de la universidad de navarra

 

tres estudiantes jóvenes colegiales de Larraona

Convivencia, mediación y crecimiento – Entrevista a Magaly Marrodán (I)

Magaly Marrodán se ha incorporado este curso como subdirectora del Colegio Mayor Larraona. Licenciada en Pedagogía por la Universidad de Navarra (1987), es experta en Mediación (Experta en Mediación Familiar por la Escuela Vasco Navarra de Terapia Familiar, 2002) y Gestión de Conflictos (Diplomada en Intervención Sistémica Breve por la Alianza Española de Terapia Sistémica Breve, 2016-2019), un referente en nuestra comunidad foral en Mediación familiar, educativa y organizacional. Ante todo, es una persona con una gran vocación educativa y asistencial, y con una pasión inquebrantable por el trabajo con las personas. Hablamos con ella sobre el acompañamiento que se realiza en el Colegio Mayor en temas de convivencia, mediación y crecimiento personal.

 

foto subdirectora colegio mayor larraona

 

Como explica el director, Juan Gallego García, el acompañamiento es una de nuestras señas de identidad. ¿Cómo se trabaja en el día a día?

Acompañar significa estar presentes en la vida de nuestros colegiales, estar ahí para lo que puedan necesitar en su crecimiento personal y académico. Participamos de su  día a día, comemos con ellos, cenamos con ellos… Observamos sus dinámicas a todos los niveles: quién está solo, los grupos que se forman, cómo se comportan, etc. El seguimiento de su rendimiento académico también nos da pie a hablar con ellos. Además, los miembros del equipo directivo siempre trabajamos “con la puerta abierta” para que los estudiantes puedan entrar a consultar cualquier cuestión que deseen. Nos encontramos con personas que pegan en la puerta y se sientan porque quieren hablar y otros que no lo piden y de algún modo tenemos que acercarnos nosotros.  Y desde ahí vamos realizando nuestra labor de acompañamiento a cada uno de forma individual, siempre desde el respeto y la libertad.

 

Cada colegial tiene unas necesidades específicas.

Al final, al Colegio Mayor vienen personas con perfiles, caracteres y experiencias vitales muy diferentes, que confluyen para convivir. El acompañamiento que nosotros realizamos desde aquí es precisamente para favorecer esa convivencia entre colegiales. Esto no es un piso en el que el estudiante entra, sale y ya está, relacionándose con cuatro compañeros, sino que hay mucha vida, mucho por compartir. Eso lo trabajamos desde los principios que tenemos como la colaboración, los valores religiosos o la libertad responsable.

 

la subdirectora acompaña a un estudiante del colegio mayor

 

¿Cómo se actúa ante los conflictos que pueden surgir con los colegiales?

Aparte de abordar ciertos temas de forma proactiva o preventiva, cuando surge algún problema concreto que afecta a la convivencia actuamos para intentar solucionarlo de forma cooperativa. A veces se dan actitudes indebidas, de falta de educación o de solidaridad con los compañeros, en definitiva, de aprender a convivir. Un ejemplo es cuando en el comedor se dejan tras la comida la mesa sucia o no recogen los platos, cuando se producen ruidos en la zona de habitaciones etc. Abordamos estas situaciones, en un primer momento desde el diálogo con ellos, para que reflexionen sobre sus conductas y actitudes y les ayudamos en la construcción de salidas o soluciones que puedan contentar a todas las partes. Si esto no funciona, siempre pueden aplicarse las sanciones contenidas en las normas de convivencia, pero entendemos que la vía de la participación y responsabilización es más educativa y les ayuda en su crecimiento y maduración. La sanción no modifica los comportamientos de forma intrínseca, en cambio, la educación, sí. Y es un trabajo constante el que tenemos que realizar, porque cada año se incorporan nuevos estudiantes.

 

Una de las herramientas que se utilizan para gestionar los conflictos y educar para la convivencia es la mediación. ¿Cómo se aplica en el Colegio Mayor?

Aplicar la mediación en cualquier ámbito supone generar una cultura del diálogo y de participación para solucionar las situaciones difíciles o conflictivas que se produzcan, además de prevenirlas. Llevándolo a una situación concreta, tuvimos un conflicto por un tema de ruidos en un piso y me reuní con todos los colegiales implicados en una sala, unas quince personas, para llevar a cabo lo que los profesionales llamamos una intervención mediadora. Consiste en que, antes de aplicar el “reglamento sancionador”, se produce una intervención en la que todas las partes puedan explicarse. La escucha es una herramienta de mediación que permite ver qué intereses y necesidades tiene cada parte, en este caso, los que metían ruido y los que lo sufrían. Además, después de escucharlos, hay que devolverles la responsabilidad de las cosas que hacen que sean conscientes de lo que ocurre, para, finalmente, valorar entre todos qué se puede hacer para solucionar la situación. Salieron cosas interesantes, llegaron ellos a un acuerdo para realizar un grupo de WhatsApp del piso y poder avisarse entre ellos de las molestias que se causaban antes de quejarse directamente en la recepción o dirección del Colegio Mayor. Con ello aprendieron a autorregularse. Se mejoró bastante. Y lo más importante, al participar ellos en las soluciones, cumplen lo acordado.

 

¿Cuáles son las ventajas de este tipo de intervenciones?

Más allá del resultado que tuvo, para mí lo más importante es que aprenden a hacer esto. Es decir, que se dan cuenta de que hay otra forma de comunicarse, que no es escalar un conflicto y entrar en pelea, sino que, diciendo las cosas bien y expresando lo que uno quiere, cómo se siente y pidiendo de la manera adecuada, se pueden conseguir acuerdos. Cuando yo hice esa sesión de mediación con los colegiales ellos vieron cómo me comunicaba y cómo yo iba quitando los juicios de valor a lo que decían. Lo que queremos es que ellos aprendan y eso se hace imitando. Así se construye una cultura de colaboración o de la paz a través de la comunicación no violenta. Empatía, asertividad, autocontrol… Son la base de la prevención de conflictos. También fomentamos esta cultura de la mediación promoviendo la participación de los colegiales, que es una de las características de este Colegio Mayor.

 

jóvenes universitarios del colegio mayor

 

Esta educación integral favorece la convivencia y estimula el crecimiento personal de los estudiantes.

Acompañar es atender a la persona en todas las necesidades que pueda tener, siempre desde el respeto al colegial, a su lado, ayudándole, a veces empujándole un poco para que vaya madurando, avanzando en su camino. Si lo vemos necesario tratamos de darles pautas, de explicarles, pero sobre todo de plantearles preguntas para que sean ellos quienes encuentren las respuestas, y no tanto diciéndoles siempre lo que tienen que hacer.

 

A partir de septiembre de 2023 el Colegio Mayor va a empezar a acoger a estudiantes chicas, por lo que la convivencia entre colegiales y colegialas será previsiblemente más rica y más compleja.

Es un reto maravilloso que estamos preparando con mucho interés, dedicación y formación. Queremos que aquí la convivencia sea como en la vida real: hombres y mujeres relacionándose desde el respeto, la colaboración y la libertad responsable, valores del CM. Va a ser muy enriquecedor. Hombres y mujeres somos diferentes, y en la diferencia está el crecimiento.

 

La entrevista continúa en Educación integral para la juventud de hoy – Entrevista a Magaly Marrodán (II).