Jubilación del subdirector

Manu Sagüés se jubila y su legado se mide en ‘abrazos inesperados’

Después de tres décadas acompañando a generaciones de estudiantes, Manuel Sagüés, Manu, se jubila. Y lo hace con la humanidad y cercanía que lo caracterizaron todos estos años.

Su legado no se mide en números sino en abrazos inesperados por las calles de San Sebastián, Zaragoza, Tudela o Logroño, donde antiguos colegiales lo paran para saludarlo, emocionados de reencontrarse con quien fue una figura clave en esa etapa tan importante de la vida. “Lo mejor, sin duda, han sido los colegiales y sus familias”, asegura. Se expresa agradecido, también, por lo que ha recibido de sus compañeros de trabajo con los que ha caminado durante esta vida en Larraona.

 

Su llegada a Larraona 

Su vocación inicial era clara: enseñar. Tras licenciarse en Geografía e Historia por la Universidad de Navarra salió a recorrer los colegios de Pamplona con su currículum en mano, buscando una oportunidad como docente. Dio clases en Jesuitas, su colegio de toda la vida, pero fue en una entrevista con Patxi Muguerza, entonces director del Colegio Mayor, la que le cambió el rumbo. Fue allí cuando le hablaron, no solo de clases sino de habitaciones, comedor, disciplina y actividades.

Aceptó el cargo pensando que sería algo temporal. Nunca imaginó que esa decisión marcaría su vida. Lo que encontró en Larraona no fue solo un trabajo: encontró un hogar.

Con el paso del tiempo, más de 3,500 estudiantes han recorrido los pasillos del Colegio Mayor, y Manu se lleva consigo un pedazo de la historia de muchos de ellos. Los recuerda como si hubieran sucedido ayer. Porque si algo ha tenido claro todos estos años es que Larraona ha sido mucho más que un colegio mayor. Ha sido una escuela de vida. “Es un trabajo valioso por el cariño que recibes de los colegiales y, ahora, también colegialas”, cuenta con esa naturalidad que lo ha hecho querido por todos.

De todas las tradiciones que le apasionan, destaca especialmente ese pasillo de bienvenida que los veteranos forman cada año para los nuevos colegiales tras la eucaristía de apertura de curso. Le emociona, sobre todo, ver a los veteranos “aceptando a los que empiezan como miembros del nuevo hogar que es Larraona”, dice. Es una bienvenida a esta familia.

Despedida al subdirector

Proyectos de futuro 

Ahora, a las puertas de la jubilación, Manu no piensa quedarse quieto. Lejos de imaginarse paseando sin rumbo, ya está trazando nuevas rutas. Esta vez, al volante de una furgoneta con la que va a recorrer Navarra como guía cultural. Tiene libros que escribir, anécdotas que contar y tiempo para dedicarse a aquello que le mueve: aprender y compartir lo aprendido. Lo dice con humildad y emoción: no sabe si sabrá estar o sabrá hacer. Pero, Manu ha dejado claro que siempre ha estado para todos y, sobre todo, que ha sabido querer.

Manu Sagues se jubila

Hoy, nos despedimos de él, pero sabemos que su huella queda plasmada en los pasillos, en las historias y en los corazones de quienes lo conocieron. Como él mismo dice: “Ha sido un ofrecerme con generosidad y naturalidad”.

Gracias, Manu. Por tu entrega, tu presencia y por convertir Larraona en un verdadero hogar. ¡Mucha suerte en lo que viene!

Puedes leer más sobre sus anécdotas y el legado de Manu en su entrevista del nuevo número de la revista Calle 45.

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Un paso en la vida de la fe: El Sacramento de la Confirmación

El pasado 10 de mayo, 80 jóvenes de la Universidad de Navarra y la Universidad Pública de Navarra recibieron el sacramento de la Confirmación en la Catedral de Pamplona, Santa María la Real. La Confirmación, que habitualmente es administrada por el obispo o un sacerdote autorizado, en este caso, el Deán Don Carlos Ayerra Sola, es el sacramento mediante el cual los cristianos reciben de forma plena el don del Espíritu Santo. Entre todos esos jóvenes universitarios, se encontraban once colegiales y colegialas del Colegio Mayor Larraona que tomaron la decisión de recibir este sacramento. Para ello, este curso recibieron la preparación impartida por el padre Gustavo Pez, c.m.f., y el padre Roberto Cillero, c.m.f. En la ceremonia les acompañó el padre Enrique Martínez, c.m.f. El Deán agradeció la presencia de Don Enrique y la labor pastoral que hay en el Colegio Mayor Larraona con los jóvenes universitarios. La ceremonia comenzó a las 17.30h y finalizó sobre las 19.00h. Los colegiales y colegialas que decidieron recibir el sacramento fueron Aitana Rodríguez, Martín Carreras, Josefina Recabarran, Mario Hinojosa, Martí Viñolas, Paula Jiménez, Sara Campos, Ane Alba, Rosa Casado, Inés Duque y Jimena Santos. 

 


Una jornada para celebrar

La Catedral de Santa María la Mayor se llenó en su totalidad para acoger a los familiares y personas allegadas de los confirmandos y confirmandas. En representación del equipo directivo del Colegio Mayor Larraona estuvieron presentes la subdirectora Magaly Marrodán y el subdirector Manuel Sagüés. Fue una eucaristía solemne y cercana celebrada por Don Carlos Ayerra Sola. En palabras del propio Manuel: “Nos sentimos muy agradecidos desde Larraona con el grupo por la renovación de su fe católica a través de la confirmación. En la larga historia del Colegio Mayor, ha sido el grupo más numeroso, prueba de la labor pastoral de los claretianos”. Aunque fue un día de lluvias intensas acompañadas de truenos y rayos, nada empañó la alegría compartida por las personas confirmadas, sus padrinos y madrinas y todos los seres queridos que acudieron a acompañarlos.

 

 

El padre Roberto: jóvenes inquietos 

El claretiano Roberto Cillero, quien acompañó al grupo durante los últimos meses de formación, destaca la esperanza que le transmiten estos jóvenes que deciden libremente acercarse más a Jesús y conectarse con la vida cristiana: “Es esperanzador ver cómo gente joven de 20, 21 o 22 años tiene ese deseo de conocer más a Jesús, de reconectar un poco con Él y de descubrir cosas nuevas. Ese interés y ese deseo que han tenido ha sido un motivo para seguir trabajando y esforzándome por hacerlo lo mejor posible, y para que disfrutasen del proceso”.

Señala que su objetivo al impartir la catequesis no era tanto transmitir conocimientos, sino suscitar y despertar la fe en ellos. Les recordó que “después de la Confirmación es cuando verdaderamente empieza todo”, y los animó a cuidar su fe y alimentarla día a día.

 

Razones para no tener miedo

Entre los confirmados se encuentran Martín Carreras, estudiante de primer curso de Economía y natural de Quito, y Rosa Casado, sevillana y estudiante de primer curso de Enfermería. Ambos cursan sus estudios en la Universidad de Navarra y han querido compartir su experiencia durante de estos últimos meses, desde la formación recibida en la catequesis hasta las razones personales que los llevaron a dar este paso.

Martín y Rosa coinciden en que ha sido una decisión muy acertada. Se sienten con más serenidad, más felices, y ambos destacan que el proceso les ha ayudado a madurar en su fe y a vivirla con mayor plenitud. Ambos animan a quienes estén considerando recibir este sacramento a retomar el camino de la fe o incluso a dar el primer paso, e insisten en no tener miedo. “Si alguien tiene dudas, que pregunte sin miedo ni vergüenza”, comenta Martín. Rosa destaca que esa decisión es algo muy personal: “Es algo entre tú y Dios. Los cambios dan miedo, lo que pueda pensar la gente da miedo, pero Dios es amor y siempre te espera con los brazos abiertos. Y la Iglesia también”. 

El padre Roberto anima a lo mismo: a no tener miedo a preguntar y a preguntarse, y comparte su testimonio personal: “Cuando entré en el seminario claretiano y empecé a formarme para ser sacerdote, también fui con mucho miedo e incertidumbre. Pero pensé que, si esto era de Dios, iba a salir adelante; y que si no lo era, saldría y, sencillamente, no pasaba nada. Dios me quiere, y eso es lo importante, la razón más profunda para no tener miedo”.

 

 

Un paso de fe: el testimonio de Rosa

Rosa no solo hizo la confirmación este pasado 10 de mayo, sino que el 22 de marzo hizo también la Comunión en el Colegio Mayor Larraona. Cuenta que desde pequeña es cristiana e iba a misa con su abuela de vez en cuando, pero conforme crecía se fue distanciando, hasta no tener ningún contacto con la religión. Antes de empezar la Universidad, conoció a su novio y a un grupo de amigos que son practicantes, y a partir de ese momento, poco a poco volvió a acercarse a la religión. Cuando vio que tenía la oportunidad de recibir formación en el Colegio Mayor no dudó en hablar con el personal administrativo del Colegio Mayor y con el capellán de ese momento: Don Gustavo Pez. Rosa comenzó las catequesis junto con un grupo de jóvenes que también estaban interesados en recibir también el sacramento. 

Un día en su tierra natal, Sevilla, se dio cuenta de que esa paz que le transmitían sus amigos era lo que ella estaba buscando: “Me di cuenta que eso era lo que había estado buscando desde hace mucho tiempo. Gracias a esas personas yo me abrí y encontré lo que hoy en día es un pilar muy importante en mi vida. Las cosas que antes eran un tormento para mí, ahora son esperanza. He encontrado un consuelo muy grande: Dios”.  

Rosa comparte cómo ha sido el proceso de catequesis y el acompañamiento de los padres claretianos con ella y con el grupo: “Hemos formado un grupo muy bonito. Yo me he sentido muy cómoda”, cuenta. “Al principio, cuando empecé con don Gustavo, todo esto era bastante nuevo y extraño para mí. Pero él, súper comprensivo y simpático, me acogió desde el primer momento”. También destaca la llegada del padre Roberto: “Con don Roberto igual, me lo paso muy bien con él, es muy gracioso y también muy bueno. Creo que los dos nos han ayudado mucho a despertar el interés por aprender más sobre la fe y la vida de Cristo. Es un tema muy amplio y creo que todos estamos aprendiendo muchísimo”.

 

 

El Colegio Mayor: un pilar para Martín

Martín destaca la importancia que ha tenido para él vivir este proceso dentro del Colegio Mayor: “Durante la catequesis he hecho muy buenos amigos. Si no hubiese tenido esta oportunidad en Larraona, no sé si habría recibido el sacramento en otro momento”, explica. “Conocí al padre Gustavo y me facilitó el proceso. Fue muy llevadero y sencillo. Me regaló una Biblia y me la leí entera. Cuando tenía alguna duda, le preguntaba y siempre tenía tiempo para mí”. 

El acompañamiento de los padres claretianos ha sido clave para muchos colegiales y colegialas que han decidido dar este paso. Así lo afirma el padre Roberto: “Estamos, por supuesto, a disposición de ellos y de lo que necesiten: si quieren confesarse, simplemente hablar de lo que sea o pedir algún consejo”. 

 

 

Jóvenes cristianos en el mundo de hoy

Rosa reflexiona sobre lo que significa creer en un contexto tan marcado por lo inmediato y lo material: “Hoy en día todo tiene que tener una explicación científica, algo que podamos ver con nuestros propios ojos para creerlo. Vivimos en una sociedad muy impaciente”, comenta. “Pero la fe implica una dimensión diferente, es algo especial que ayuda a tener esperanza”. Por otro lado, el padre Roberto reflexiona sobre el contexto actual, marcado por el consumo, la compra-venta de productos, el disfrute y las experiencias efímeras que prometen una felicidad que, una vez alcanzada, tiende a desvanecerse. Considera que vivimos en una sociedad líquida, donde todo parece relativo, provisional y condicionado por el gusto o el momento. Frente a esa inestabilidad, subraya la firmeza de la fe: “Dios es sólido, Dios permanece y siempre está presente”.

Las confirmaciones del 10 de mayo fueron más que una ceremonia: un camino de amistad, de formación y de reafirmar la fe. ¡Enhorabuena a todos aquellos que la recibisteis! En esta etapa final del curso, con los exámenes a punto de acabar y el sol del verano asomándose, recordemos las palabras del padre Roberto: “Actuemos con autenticidad y verdad, y estemos muy tranquilos porque Dios siempre está con nosotros de nuestra mano”. 

 

 

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Una lección magistral sobre el valor de una buena nutrición

El pasado 5 de abril tuvimos el placer de celebrar el Acto de Imposición de Becas de los colegiales que llevan tres años viviendo en el Colegio Mayor Larraona y la entrega de Placas de Fin de Grado a aquellos que finalizan sus estudios. El Acto estuvo repleto de momentos conmemorables, y uno de ellos fue la lección magistral que impartió Don Pedro González Muniesa, licenciado en Farmacia y doctor en Fisiología y Nutrición por la Universidad de Navarra, y antiguo colegial que, un día como estos hace varios años, recibió su Beca del Colegio Mayor. Además, en esta ocasión fue becado de nuevo, con una Beca de Honor por su brillante trayectoria, su habitual colaboración y su sentido de pertenencia a Larraona.

 

  

El valor de la comida saludable 

La charla giró en torno a la importancia de una buena alimentación y nutrición en favor de nuestra salud física y emocional. Nuestro invitado de honor recordó que una alimentación saludable es fundamental para prevenir enfermedades y garantizar el desarrollo adecuado de cada etapa vital. También las personas jóvenes han de cuidar lo que comen, por eso nuestros menús están diseñados por una nutricionista-dietista y son preparados al momento por nuestro personal de cocina. Los recuerdos de la etapa colegial incluyen inevitablemente los momentos en el comedor, a los que Muniesa hizo referencia, compartiendo algunas anécdotas con el tono formal, pero a la vez cálido y cercano que lo caracteriza.

El profesor empezó su intervención lanzando una pregunta que parecía obvia: “¿Qué es lo que hacen todas las personas del mundo?” Por supuesto, comer. A partir de ahí, compartió algunas claves que hicieron que todos tomásemos conciencia sobre el valor de una buena alimentación.

 

 

Alimentación plant-based, impresión en 3D… nuevos retos y soluciones  

En primer lugar, habló de que para 2050 la población mundial iba a alcanzar los 9 billones de personas, lo que exige cambios urgentes en nuestros hábitos alimenticios para que las fuentes de alimentación den abasto.

Recomendó reducir el consumo de proteína animal y optar más por productos locales ya que ayudan a reducir el uso de combustibles fósiles. También habló de la alimentación plant-based, una dieta que se basa principalmente en alimentos de origen vegetal. Alegó que “ayudaría a cuidar el planeta y a nosotros mismos” ya que priorizar la proteína vegetal frente a la animal podría ayudar a reducir los gases de efecto invernadero y enfermedades relacionadas con la nutrición.

Mencionó una nueva realidad cada vez más cercana: el cultivo de hongos y carne en un laboratorio. Nos habló de una empresa de Pamplona llamada Cocuus capaz de producir diferentes alimentos en 3D, con tinta de proteínas vegetales, con mismo color, forma e incluso sabor similar al alimento original.

En segundo lugar, Muniesa ilustró de nuevo cómo la tecnología —concretamente la impresión 3D— puede mejorar la vida de las personas mayores, sobre todo las de aquellas que tienen problemas para tragar, que son cada vez más. Para 2050, habrá más de 1.600 millones de personas de más de 65 años. Ante esto, se está utilizando la impresión 3D para mejorar la alimentación. Ya hay técnicas que imprimir en 3D un mismo puré que iba a comer una persona enferma, dándole forma y textura de, por ejemplo, unos muslos de pollo.

 

 

Lo último en investigación: oxígeno, cronobiología y medicina personalizada

No solo importa qué comemos, sino cuándo, cuánto y cómo lo hacemos. En ese sentido, Muniesa dio un dato alarmante: “Más del 75% de las muertes o enfermedades en algunos países desarrollados están relacionadas con la nutrición”. Ante este problema, hay mucha investigación realizada y por hacer. El profesor compartió con nosotros tres ejemplos de proyectos en los que está trabajando junto con otros científicos.

El primero se basa en la importancia del oxígeno en nuestro metabolismo. Lanzó al aire una pregunta que dejó a todos los presentes perplejos: “¿Sabéis que la comida y bebida que injerís solo representa el 0,8% de volumen que entra en vuestro cuerpo?”. Respondió que el 99,2% restante es oxígeno. Contó que, por ejemplo, las personas que viven a tres mil metros sobre el nivel del mar y que les cuesta más conseguir ese oxígeno, tienen menos posibilidades de tener diabetes tipo 2, obesidad u otras enfermedades.

El otro proyecto tiene que ver con la cronobiología, la ciencia que se dedica al estudio de los ritmos biológicos. Para ello hicieron un experimento muy interesante en el que varios voluntarios llevaron durante 14 días un sensor que les media la glucosa cada quince minutos y un reloj que registraba sus movimientos, su temperatura corporal, la exposición a la luz, el sueño y otros factores. Y gracias a todos los datos que les llegaban, pudieron decirles a los voluntarios qué nutrientes son más saludables para ellos y a qué horas deben tomarlos.

Muniesa también habló de un tercer proyecto sobre medicina personalizada para pacientes con diabetes tipo II, pero no pudo extenderse mucho más e invitó a que las personas interesadas en el tema le contactasen. Por último, explicó los problemas principales de la sociedad actual en la nutrición y aportó posibles soluciones. Habló del peligro de los ultras procesados y que “un consumo elevado de ellos puede conducir a enfermedades cardiovasculares, cáncer e incluso problemas de depresión” alegó. Criticó también el consumo excesivo de proteína y el consumo excesivamente bajo de calorías para aquellas personas que quieren verse muy delgadas.

Con todo ello, terminó la lección magistral citando a dos grandes filósofos griegos, Hipócrates: “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento”. Y Aristóteles: “La virtud se encuentra en el término medio”.

 

Más allá de la nutrición

Muniesa abordó la nutrición desde una perspectiva integral, recordando que alimentarse no es solo una cuestión de ingerir alimentos. Según explicó el excolegial, cada vez que comemos entran en juego las tres funciones de la nutrición: la metabólica, que permite al cuerpo obtener energías y nutrientes; la sensorial, que se activa con el sabor, los olores y el placer que sentimos al comer algo rico; y social, que cobra vida al compartir la mesa con otras personas. ¡La comida une a las personas! Por eso la mejor manera de terminar el día de Becas fue con un rico aperitivo en nuestro comedor.

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Becas: el acto más esperado del año

El 5 de abril tuvimos el acto más esperado del año: la Imposición de Becas y la Entrega de Placas de Fin de Grado. El evento, que comenzó a las 19:00h en el salón de actos del Colegio Mayor, fue una ocasión especial para reconocer a los quince colegiales que llevan tres años en el Colegio Mayor, así como a los dos que finalizan sus estudios siendo colegiales. Además, se entregaron Becas de Honor a personas e instituciones que colaboran estrechamente con el Colegio Mayor y que, con su apoyo, contribuyen a que Larraona siga siendo un lugar de desarrollo académico, crecimiento personal y convivencia. Como novedad, este año retransmitimos el acto en directo a través de YouTube, para que los familiares que no pudieron asistir pudieran seguir la celebración desde sus casas.

 

 

Repaso del año académico

Los colegiales Mariano Plano Blanco y Leyre Belda Monreal presentaron el acto. La apertura estuvo a cargo de Doña Julia Pavón, Decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAV y Catedrática en Historia Medieval, que más tarde recibió una de las Becas de Honor. Seguidamente, los colegiales decanos Eneko de Diego López de Araya y Alberto Solano Altamirano leyeron la memoria del Colegio Mayor y repasaron todas las actividades organizadas a lo largo del curso académico. Alberto comenzó su apasionado discurso con las palabras: “No he nacido para estar quieto”, aludiendo a la figura de San Antonio María Claret, fundador de los Misioneros Claretianos. Animó a todos los presentes a que “si las cosas se hacen con amor, con entrega y con visión de comunidad, no hay obstáculos que nos detengan”. Él y Eneko invitaron a todos sus compañeros y compañeras a aprovechar la estancia en el Colegio Mayor para “transformar, construir y dejar huella”.

 

 

“El futuro de la nutrición”

Acto seguido, Don Pedro González Muniesa, antiguo colegial de Larraona y Vicedecano de Estudiantes de la Facultad de Farmacia y Nutrición de la Universidad de Navarra, dio la lección magistral sobre “El futuro de la nutrición”. Destacó lo importante que es una buena alimentación y nutrición para la salud física y emocional, tal y como valoramos en el Colegio Mayor. También mencionó las tres funciones principales de la nutrición: metabólica, sensorial o de placer y social. Finalmente, compartió algunos de los proyectos que está desarrollando actualmente junto con otros científicos, entre ellos un estudio sobre el papel del oxígeno en el metabolismo y otro sobre cómo influye la alimentación al bienestar personal según el momento del día en que se coma —un campo conocido como cronobiología.

 

 

Entrega de las becas y las Placas de Honor

Tras el discurso del antiguo colegial, los becarios recibieron su beca de Larraona que les fue entregada por Juan Gallego García, director del Colegio Mayor, Julia Pavón, presidenta del acto en representación de la Universidad de Navarra, y el Padre Aitor Kamiruaga Mieza c.m.f., capellán de Larraona. Subieron al estrado los colegiales: Agustín Borges Padrón, Javier Brizuela Marcos, Eneko de Diego López Araya, Eneko Ezponda Portu, Iñigo Frías García, Alberto Solano Altamirano, Miguel Garrido Álvarez, Pol González Llanes, Alexandre Mena Andrés, Marti Viñolas Parcet, Santiago Novoa González, Pablo Gutiérrez Ubierna, Nicolás Montón Prades y Johannes Roberto de Jong Barbosa. El colegial Samuel Hitchings no pudo acudir por encontrarse de movilidad internacional.

 

A continuación, Ignacio Díez Rodas y Mario López Ruiz recibieron la Placa de Fin de Grado. Ignacio finaliza sus estudios de Biología en la Universidad de Navarra, mientras que Mario ha concluido el conservatorio en Navarra, especializándose en trompeta. Más adelante, ambos sorprendieron al público con una emotiva interpretación del tema principal de Gladiator: Mario a la trompeta, Ignacio al teclado, y acompañados de Javier Albiac al violín.

 

 

Un apoyo incondicional a Larraona

Seguidamente, se entregaron las cuatro Becas de Honor de este curso. En primer lugar, a la presidenta del Acto Académico, Julia Pavón por su brillante trayectoria ligada a la Universidad de Navarra y su presencia este día.

 

En segundo lugar, se entregó una Beca a los Misioneros Claretianos de San Fermín de Aldapa, “por tantos años de dedicación a la evangelización, por mantener con esmero el culto a San Fermín, y por la entrega en la atención a los misioneros claretianos mayores y enfermos”. En representación de los Misioneros recibió la Beca el Padre Carlos Pagola Echauri c.m.f, que fue durante 17 años capellán de nuestro Colegio Mayor y durante 15 años superior de la Comunidad de San Fermín de Aldapa.

La tercera Beca de Honor fue para Katya Palafox Gómez, pedagoga y educadora familiar. Fue directora del Colegio Internacional Juan Pablo II, licenciada en Ciencias Religiosas y Pedagogía de la Religión y es doctora en Educación por la Universidad de Navarra. Además de sus muchas ocupaciones profesionales, saca tiempo para organizar voluntariados con desfavorecidos y catequesis. Desde hace tres años, contribuye en uno de los pilares fundamentales de nuestro proyecto académico: el apoyo en el estudio con el curso “Aprender a estudiar en la Universidad”, una herramienta fundamental de orientación académica de Larraona.

Por último, fue un honor conceder la cuarta Beca a Pedro González Muniesa. Se le hizo entrega del galardón “agradecidos por su lección magistral, por su brillante trayectoria profesional, y por su habitual colaboración y sentido de pertenencia para con este colegio Mayor”.

 

Juan Gallego, el director del Colegio Mayor, dedicó unas palabras de agradecimiento a todos los presentes y a Dios, apuntando hacia la esperanza, y la esperanza cristiana, como fuente de luz y alegría para afrontar los retos de la actualidad.

Para concluir, Julia Pavón clausuró el Acto animando a los presentes a no desaprovechar la vida universitaria y de colegial: “No olvidéis nunca, por favor, que el amor a la verdad, a la humildad y a la apertura de mente, bajo la inspiración cristiana de esta Universidad que San Josemaría Escrivá de Balaguer quiso imprimir en todos nosotros, deben estar en la base de nuestro conocimiento”. Cerramos el acto entonando el Gaudeamus Igitur.

Para terminar el día por todo lo alto, tuvimos en la cafetería del Colegio Mayor un aperitivo. Como dijo Muniesa en la lección magistral: “la comida es un elemento indispensable en nuestra socialización”. Cenar juntos y juntas en la cafetería confirmó las palabras del antiguo colegial.

 

Gracias, una vez más, a quienes hicisteis posible este emotivo acto, un momento importante en nuestro año académico y en la vivencia colegial en Larraona.

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Una jornada para disfrutar

El sábado 29 de marzo tuvo lugar la Fiesta de Primavera, un día perfecto para despedir el curso antes de la llegada de la Semana Santa y los exámenes finales. Fue una jornada en la que disfrutamos de una barbacoa, DJ por la noche y campeonatos de ping pong, pádel y fútbol. Aunque sobre todo disfrutamos de la compañía de todas las personas que pudimos participar en esta celebración tan esperada.

Actividades deportivas 

Las actividades deportivas comenzaron a las 11.00 h. con ping pong masculino, al que más tarde se unió el campeonato de chicas. Natalia, estudiante de 1º de Medicina tuvo una buena experiencia con este deporte: “Yo he perdido en el primer partido, mi contrincante era muy buena. Pero me ha gustado mucho poder participar. Luego hemos estado viendo a las amigas que se iban clasificando y muy bien, lo han hecho muy bien”.

El pádel masculino empezó a las 15.00 h. y la final se debutó a las 18.30 h. entre Santiago Stefan, Gabriel Tirado, Gonzalo Ovejero y Jon Gracia. Fue un partido reñido e intenso que acabó con la victoria y la entrega de la txapela a Santiago y Gabriel.

Del campeonato de pádel femenino, el primer puesto fue para Maialen Iñarraieraegi y Marina Estévanez. Por otro lado, María y Jimena, estudiantes de 1º de Medicina, cuentan que fue muy divertido: “Participé en el torneo de pádel, poder escoger entre tantas actividades es guay. Además, yo no jugaba mucho al pádel así que ha sido una suerte poder participar”. Jimena, comenta, además, que hubo muy buen ambiente con las chicas: “Hubo muy buen rollo. Después tendremos cena de barbacoa, toca la banda y luego un rato de DJ. La verdad es que, con lo bien que fue en la fiesta de inicio de curso, tenemos las expectativas muy altas, nos apetece mucho el plan”.

 

En los partidos de fútbol del torneo hubo varios equipos: Larraona Medicina, los Nuevos, los Veteranos, dos equipos de Cohousing, dos equipos de excolegiales y un equipo de 2º de Bachiller del Colegio Larraona.

Se llevó a cabo desde las 14:30 h. hasta las 19:30 h., momento en el que se disputó la final. Quedó ganador el equipo del Colegio Claret Larraona, con 10 jugadores dirigidos por Iván Casimiro.

Víctor Hugo, estudiante de 2º de Medicina, y su equipo fueron eliminados por los estudiantes del Colegio Larraona en el primer encuentro: “Fue un buen partido y también está siendo un buen día”.

 

Los campeones de cada modalidad recibieron un premio de una txapela y varios puntos colegiales. A partir de las 20.00 h. ya habían acabado prácticamente todas las actividades deportivas, pero el día aún no había terminado.

Barbacoa, entrega de premios, “Larrabanda” y baile

A las 20:30 h. se organizó una cena de barbacoa y cervezas en el interior del Colegio Mayor, debido al anuncio del mal tiempo. Esta cena incluyó chistorra, hamburguesas, salchichas a la brasa y, como postre, pinchos de fruta. A las 21:30, el evento se trasladó al salón del bar, donde se anunció la entrega de premios de varios concursos:

En primer lugar a Miguel Ruiz Landeiro, Ager Uribe, Marina Hinojosa, Diego Amaro y Carla Fontaine se les entregó una txapela como reconocimiento por su participación en el Concurso Nacional de Debate de Colegios Mayores.

 

En segundo lugar, se entregaron los premios del Concurso de Fotografía, cuyos ganadores fueron los siguientes: Francisco Pla, quien recibió un premio de 150€, 15 puntos colegiales y una txapela; el segundo puesto fue para Belén Peñuelas, quien obtuvo un premio de 75€ y 10 puntos colegiales; y el tercero para Carla Cilimingras, que ganó un premio de 25€ y 5 puntos colegiales.

Por último, se anunciaron los premios del Concurso de Microrrelatos. Los tres ganadores fueron: Belén Peñuelas, con su obra «Manchar el lienzo»; Javier Areal, con «El banco eterno»; y María Montero, por «Color Morado”, respectivamente.

Más tarde, se llevó a cabo un sorteo de una experiencia en Cohousing entre todos los colegiales y colegialas que asistieron. A partir de las 22:00, las dos agrupaciones musicales del Colegio Mayor –las «Larrabandas», como las llama su coordinador, Javier Albiac­– tuvieron mucho éxito. Tocaron de 21:30 h. a 23:00 h., con 45 minutos de actuación para cada grupo. La primera de ellas interpretó música más española: Leiva, Hombres G, Oasis, Fito y Fitipaldis, Jarabe de Palo, entre otros. La segunda banda, por su parte, ofreció música más internacional, con temas como «Mamma Mia» y «I Will Survive» de Gloria Gaynor.

 

 Una despedida del curso por todo lo alto 

A partir de las 23:00, la fiesta continuó con la música de DJ Josu Millán, quien además de encargarse de la música, también se ocupó del sonido y las luces, apoyando a ambas bandas. Cada colegial tenía una invitación para traer a quien quisiese a la fiesta así que el comedor estaba llenó de gente, tanto del Colegio Mayor como invitados. Ha sido un gran día en el que todos los colegiales y colegialas hemos podido estar juntos y convivir de otra manera, a través de las actividades deportivas y sociales. Una jornada que recoge los frutos de varios meses de crecimiento personal y académico. Ahora toca concentrarse en lo que queda del curso y aprovechar bien este último tirón para rematar el esfuerzo realizado hasta ahora. ¡Vamos allá!

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Navidad Solidaria – Haz un donativo a la ONGD Proclade Yanapay

Estas navidades, queremos invitaros a colaborar económicamente con la ONGD de los Misioneros Claretianos, PROCLADE YANAPAY (Promoción Claretiana de Desarrollo). Y concretamente con el “Programa Educativo Residencial” que la ONGD lleva a cabo desde hace varios años.

Al igual que vuestros hijos e hijas forman parte de un proyecto educativo residencial en el Colegio Mayor de los Misioneros Claretianos en Pamplona, la congregación tiene este proyecto en otros países con chicos y chicas de Educación Primaria y Secundaria, concretamente en Bolivia, R. D. del Congo, India, Tanzania y Uganda.

 

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Bolivia

 

La realidad socioeconómica de estos niños y niñas es muy precaria, por lo que desde aquí apoyamos económicamente el funcionamiento de estos Hogares Internados Campesinos y Alojamientos para Estudiantes, con el fin de garantizar una educación en un ambiente digno (tanto de alojamiento, alimentación, higiene y entorno seguro).

 

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India

 

Para participar y colaborar dentro del programa como persona donante es necesario rellenar una Ficha de Donación.

FICHA DE DONACIÓN

Proclade Yanapay enviará información a todas las personas donantes y el correspondiente certificado de desgravación fiscal (si eres una persona física puedes desgravar de tu donación hasta el 80% en los primeros 250€, por encima de esa cantidad el 40%).

También se puede donar para esta campaña por el Bizum de  Proclade: 38313

Muchas gracias.

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Celebramos la Navidad en el Colegio Mayor

Nos acercamos a la Navidad, y en estos días de preparación, nos gusta tener la oportunidad de celebrarla entre todos y todas en el Colegio Mayor Larraona. Esta es la esencia de la fiesta que celebramos con mucho cariño cada año: el encuentro, la alegría, la experiencia de compartir. El pasado jueves 12 a las 20 horas dimos inicio a la Fiesta de Navidad, una noche especial previa a las vacaciones.

Como toda buena celebración en el colegio mayor, empezamos con la eucaristía en la capilla, oficiada por nuestro capellán Aitor Kamiruaga. Ese día, siguiendo el evangelio de San Lucas, nos habló sobre la palabra de Dios y la actitud de la virgen María. “Hágase de mi según tu palabra”. Las personas, experiencias, actitudes que nos acercan a Dios también son su palabra. El ánimo que nos da ahora en exámenes también son su palabra. Todo esto es presencia de Dios en nuestras vidas. Pero hay que saber mirar para reconocerlo.

 

 

Compartió que la mirada es lo que hace significativa su palabra, retratando esta idea con la siguiente frase: “Hay quien va por un jardín y lo pisotea, hay quien lo contempla y lo cuida”. Con esto, el capellán nos recuerda que estos días de diciembre sirven para prepararnos. Preparamos de todo, pero no perdamos de vista preparar lo que es realmente importante, el acontecimiento divino que da sentido a esta festividad.

 

 

Tras este mensaje, hacias las 21:00  todos los colegiales y colegialas, vestidos elegantes para la ocasión, entraron al comedor para disfrutar de la esperada cena de Navidad, la última gran cena del semestre. Disfrutamos de unos deliciosos entrantes, solomillo con patatas y buen vino y polvorones de postre. Para continuar con este ambiente festivo, pasamos a la sala bar para escuchar las actuaciones de música en vivo de las dos bandas del colegio mayor con su repertorio navideño.

 

 

Al terminar, cada persona recibió un cartón para participar en el bingo navideño, donde se podía ganar desde una caja de bombones, ¡hasta una pata de jamón ibérico o una tarjeta de regalo del Corte Inglés! También, hubo una entrega de premios especial para quienes más han participado en actividades durante el primer cuatrimestre y otros reconocimientos especiales como la ganadora del concurso de fotografía y las ganadoras del concurso de decoración en Halloween.

 

 

Con esta hermosa noche, queremos desearos una Feliz Navidad a quienes compartís momentos con nuestra comunidad colegial a lo largo del año, en estas fechas de festividad donde se nos recuerda, como dice nuestro capellán, que la palabra de Dios también está en los recuerdos que cultivamos juntos.

Tres curas claretianos celebran misa el día de Claret.

Celebramos el día de San Antonio María Claret

El pasado jueves 24 de octubre fue una fecha especial en el Colegio Mayor Larraona. Como cada año, celebramos el día de San Antonio María Claret (1807-1870), fundador de los misioneros claretianos. Desde la celebración de su bicentenario es conocido por la frase “Nacido para evangelizar”. La misión de su vida fue ser misionero, llevando la buena noticia del evangelio y promoviendo la acción social y la solidaridad con las personas más necesitadas. Es recordado por su compasión y su vocación de servicio.

Su legado es, hasta el día de hoy, celebrado en el mundo entero, y en el Colegio Mayor Larraona todos los años le dedicamos un evento especial. La velada empezó a las ocho de la noche con una eucaristía, con palabras sobre sus enseñanzas y su obra. Nos acompañaron en el altar tres miembros de la comunidad claretiana: el Superior de la provincia de Sanctus Paulus Juan Martín Akaiturrieta Ezkurdia, el director Pastoral de Colegio Mayor Larraona Aitor Kamiruaga y Gustavo Pez, miembro de la Comunidad Claretiana de Colegio Mayor Larraona. Acompañaba la música en vivo, con la voz de Sara Campos y Pablo García en la guitarra.

 

 

Tras las lecturas del evangelio, especialmente escogidas, nuestro Capellán Aitor Kamiruaga nos habló del lema principal: “La caridad de Cristo” que va ligado a las cuatro palabras tras las cuales podemos hoy entender lo que fue la vida de San Antonio María Claret: conocer, amar, servir y alabar. “Que te conozca y que te haga conocer. Ese es el servicio del misionero”, nos comentó el padre Aitor.

Se leyeron las peticiones, y juntos, compartimos una oración especial en honor de San Antonio María Claret. Pedimos por la comunidad de claretianos y todos sus misioneros que ponen al servicio las palabras del fundador.

 

 

 

Al finalizar la eucaristía, pasamos al comedor para compartir una gran cena, en la que disfrutamos de algunos entrantes, carne asada y un postre especial. Fue una hermosa forma de compartir en honor a nuestro fundador. Es siempre inspirador recordar su vida y el carisma de la comunidad de la que formamos parte.

 

chicas vestidas de gala

Fiesta de bienvenida: una noche entrañable

A la llegada del nuevo curso, en el Colegio Mayor Larraona, preparamos unas jornadas de bienvenida que culminaron con una fiesta oficial el día 12 de septiembre. Esa noche la iniciamos a las ocho, con una misa en la capilla celebrada por el padre Aitor Kamiruaga, cmf. A continuación, fue la esperada bajada por las escaleras que abrió paso al comedor para dar inicio a la cena y, por último, cerramos con un baile. Te contamos detalles de cómo fue.

 

dos chicas cantando y un chico toca la guitarra

 

En la capilla sonaba el violín suave de Javier Albiac, acompañado de las voces de Sara Campos y Amelia Wefer, con Pablo García a la guitarra. Poco a poco se fue llenando cada silla con nuestros colegiales y colegialas, vestidos de gala, a la espera de nuestro capellán. El padre Aitor abrió esta noche tan especial con unas palabras sobre la importancia de hacer buena convivencia y disfrutar de la compañía para crecer personalmente. El padre Aitor nos lo recordó esa noche cuando dijo: “Lo que no se da, se pierde. Es decir, esos dones, cualidades, posibilidades que tenemos las personas, si no las ponemos en juego, se quedarán para nosotros, pero no dan nada”.

 

sacerdote da la homilía

 

“Si Jesús dice: ‘Sois la sal’, ¿a qué nos está invitando? A dar sabor. A potenciar esas cualidades y hacerlas partícipes con los demás”. “Ser sal, y ser luz” – Aitor Kamiruaga, cmf.

 

chicos universitarios aplauden

 

Con los años, hay detalles que se vuelven tradición. Al terminar la eucaristía, los veteranos y veteranas se acomodaron en dos filas, con emoción, y cubrieron todo el camino desde las escaleras hasta el pasillo de entrada al comedor, para esperar a los nuevos y nuevas y rendirles homenaje con aplausos. El pasillo se llenó de bulla, aplausos, ilusión. Por las escaleras, empezaron a bajar uno por uno y recibieron con entusiasmo su bienvenida oficial. Fue un momento muy especial que seguro que recordarán siempre.

 

estudiantes bajan las escaleras

 

En el comedor se dispusieron largas mesas llenas de pintxos, croquetas, fritos, tortillas y mucho más. Fue un gran momento para conversar, compartir anécdotas y seguir conociéndonos más. No podían faltar las fotos grupales, de esas que pasarán a ser historia y que recordarán nuestros colegiales y colegialas con cariño cuando miren atrás.

 

platos de comida en la fiesta

universitarios de traje

equipo directivo con colegial

 

Por último, el comedor se convirtió en una gran pista de baile para dar cierre a una bonita velada que culmina estas semanas de acogida.

 

estudiantes bailando en pista de baile

estudiantes y miembros del grupo de Sevillanas del Polideportivo Larraona

La Feria de Abril llega al Colegio Mayor Larraona

Un año más, hemos querido traer un poquito de Sevilla y del arte andaluz a nuestro Colegio Mayor coincidiendo con la celebración de la Feria de Abril. El jueves 25 organizamos una cena temática con actuación y bailes, de la mano del Polideportivo Larraona.

 

un chico y una chica se sacan una foto con un decorado de la Feria de Abril

 

Una de sevillanas

La velada empezó a las 20:00h con una preciosa actuación de parte del alumnado de la clase de Flamenco del Polideportivo Larraona. Vinieron con la profesora, Mari Cruz González. Ya en la última canción, algunos colegiales y colegialas se animaron a salir a la pista, uniéndose al grupo.

 

estudiantes miran la actuación de un grupo de Sevillanas

 

Cena andaluza

El grupo de flamenco nos acompañó en la cena, que fue a base de platos típicos de la cocina andaluza, como salmorejo, una especie de flamenquines y migas de pastor.

“El salmorejo estaba buenísimo, fue lo que más éxito tuvo”, asegura María Casado, una colegiala procedente de Sevilla. “Las migas de pastor fueron un acierto completo: estaban para rebañar el plato. Deberían hacerlas más a menudo, aunque no sea el día de Andalucía”, sugiere.

 

grupo de sevillanas

 

Aprender a bailar

Tras la cena, se reanudaron los bailes y todas las personas que quisieron tuvieron la oportunidad de aprender algún paso y, sobre todo, de pasar un buen rato.

“Este año hubo más participación, y eso que es alrededor de exámenes”, comenta el colegial Eneko de Diego. “En la cena del año pasado yo no bailé, pero este año me he animado”.

 

dos amigos detrás de un decorado de Feria de Abril

 

Eneko estudia 2º de Medicina y es de Vitoria. “Prefiero los bailes tradicionales que la discoteca”, afirma. Hasta 6º de Primaria hizo danzas vascas en el colegio, pero cuenta que lleva años sin hacerlo. “No suelo bailar, pero no me importa hacer un rato el tonto con los amigos y me gusta aprender pasos”, reconoce.

Desde aquí, agradecemos de nuevo la participación del grupo de Flamenco del Polideportivo Larraona, la labor de nuestro equipo de cocina, de dirección y de todas las personas que participaron en esta velada que dio un toque muy especial a nuestra semana. ¡Esperamos repetirla el año que viene!

 

dos estudiantes en un decorado de la feria de abril