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Una jornada para disfrutar

El sábado 29 de marzo tuvo lugar la Fiesta de Primavera, un día perfecto para despedir el curso antes de la llegada de la Semana Santa y los exámenes finales. Fue una jornada en la que disfrutamos de una barbacoa, DJ por la noche y campeonatos de ping pong, pádel y fútbol. Aunque sobre todo disfrutamos de la compañía de todas las personas que pudimos participar en esta celebración tan esperada.

Actividades deportivas 

Las actividades deportivas comenzaron a las 11.00 h. con ping pong masculino, al que más tarde se unió el campeonato de chicas. Natalia, estudiante de 1º de Medicina tuvo una buena experiencia con este deporte: “Yo he perdido en el primer partido, mi contrincante era muy buena. Pero me ha gustado mucho poder participar. Luego hemos estado viendo a las amigas que se iban clasificando y muy bien, lo han hecho muy bien”.

El pádel masculino empezó a las 15.00 h. y la final se debutó a las 18.30 h. entre Santiago Stefan, Gabriel Tirado, Gonzalo Ovejero y Jon Gracia. Fue un partido reñido e intenso que acabó con la victoria y la entrega de la txapela a Santiago y Gabriel.

Del campeonato de pádel femenino, el primer puesto fue para Maialen Iñarraieraegi y Marina Estévanez. Por otro lado, María y Jimena, estudiantes de 1º de Medicina, cuentan que fue muy divertido: “Participé en el torneo de pádel, poder escoger entre tantas actividades es guay. Además, yo no jugaba mucho al pádel así que ha sido una suerte poder participar”. Jimena, comenta, además, que hubo muy buen ambiente con las chicas: “Hubo muy buen rollo. Después tendremos cena de barbacoa, toca la banda y luego un rato de DJ. La verdad es que, con lo bien que fue en la fiesta de inicio de curso, tenemos las expectativas muy altas, nos apetece mucho el plan”.

 

En los partidos de fútbol del torneo hubo varios equipos: Larraona Medicina, los Nuevos, los Veteranos, dos equipos de Cohousing, dos equipos de excolegiales y un equipo de 2º de Bachiller del Colegio Larraona.

Se llevó a cabo desde las 14:30 h. hasta las 19:30 h., momento en el que se disputó la final. Quedó ganador el equipo del Colegio Claret Larraona, con 10 jugadores dirigidos por Iván Casimiro.

Víctor Hugo, estudiante de 2º de Medicina, y su equipo fueron eliminados por los estudiantes del Colegio Larraona en el primer encuentro: “Fue un buen partido y también está siendo un buen día”.

 

Los campeones de cada modalidad recibieron un premio de una txapela y varios puntos colegiales. A partir de las 20.00 h. ya habían acabado prácticamente todas las actividades deportivas, pero el día aún no había terminado.

Barbacoa, entrega de premios, “Larrabanda” y baile

A las 20:30 h. se organizó una cena de barbacoa y cervezas en el interior del Colegio Mayor, debido al anuncio del mal tiempo. Esta cena incluyó chistorra, hamburguesas, salchichas a la brasa y, como postre, pinchos de fruta. A las 21:30, el evento se trasladó al salón del bar, donde se anunció la entrega de premios de varios concursos:

En primer lugar a Miguel Ruiz Landeiro, Ager Uribe, Marina Hinojosa, Diego Amaro y Carla Fontaine se les entregó una txapela como reconocimiento por su participación en el Concurso Nacional de Debate de Colegios Mayores.

 

En segundo lugar, se entregaron los premios del Concurso de Fotografía, cuyos ganadores fueron los siguientes: Francisco Pla, quien recibió un premio de 150€, 15 puntos colegiales y una txapela; el segundo puesto fue para Belén Peñuelas, quien obtuvo un premio de 75€ y 10 puntos colegiales; y el tercero para Carla Cilimingras, que ganó un premio de 25€ y 5 puntos colegiales.

Por último, se anunciaron los premios del Concurso de Microrrelatos. Los tres primeros ganadores fueron: Belén Peñuelas, con su obra «Manchar el lienzo»; Javier Areal, con «El banco eterno»; y María Montero, por «Llevo un tiempo con el pincel en mi mano”, respectivamente.

Más tarde, se llevó a cabo un sorteo de una experiencia en Cohousing entre todos los colegiales y colegialas que asistieron. A partir de las 22:00, las dos agrupaciones musicales del Colegio Mayor –las «Larrabandas», como las llama su coordinador, Javier Albiac­– tuvieron mucho éxito. Tocaron de 21:30 h. a 23:00 h., con 45 minutos de actuación para cada grupo. La primera de ellas interpretó música más española: Leiva, Hombres G, Oasis, Fito y Fitipaldis, Jarabe de Palo, entre otros. La segunda banda, por su parte, ofreció música más internacional, con temas como «Mamma Mia» y «I Will Survive» de Gloria Gaynor.

 

 Una despedida del curso por todo lo alto 

A partir de las 23:00, la fiesta continuó con la música de DJ Josu Millán, quien además de encargarse de la música, también se ocupó del sonido y las luces, apoyando a ambas bandas. Cada colegial tenía una invitación para traer a quien quisiese a la fiesta así que el comedor estaba llenó de gente, tanto del Colegio Mayor como invitados. Ha sido un gran día en el que todos los colegiales y colegialas hemos podido estar juntos y convivir de otra manera, a través de las actividades deportivas y sociales. Una jornada que recoge los frutos de varios meses de crecimiento personal y académico. Ahora toca concentrarse en lo que queda del curso y aprovechar bien este último tirón para rematar el esfuerzo realizado hasta ahora. ¡Vamos allá!

CABECERA

Think&Beer: La IA y sus límites en el sector sanitario

El jueves 20 de marzo, tuvimos la oportunidad de recibir a María Jorqui, profesora de Derecho Civil en la Universidad Pública de Navarra. Actualmente, la Inteligencia Artificial (IA) está presente en casi todos los sectores y ámbitos laborales imaginables, y la medicina es uno de ellos. Jorqui nos habló sobre los límites éticos y jurídicos en este ámbito tan importante. A la charla asistieron estudiantes de Medicina y Derecho, entre otros.

Jorqui nos planteó durante casi una hora y media los desafíos que la Inteligencia Artificial plantea en trabajos sanitarios. Se discutieron temas como la discriminación en los algoritmos médicos, el uso de datos personales, la normativa vigente y, el tema más debatido: ¿de quién es la responsabilidad en caso de error? ¿De la máquina? ¿Del médico? ¿Del técnico? Todas estas preguntas y más surgieron durante este Think&Beer. ¡Sigue leyendo para conocer más!

 

 

¿Cuál es el rol del profesional?

El rol del profesional sanitario fue uno de los temas más debatidos en la mesa redonda. Los asistentes discutieron con la profesora que la IA debe ser un apoyo, no un sustituto del criterio médico”. También señalaron que la responsabilidad final del diagnóstico recae en el médico, ya que es su deber contrastar los resultados proporcionados por la IA con otras pruebas. Esto se debe a que, como señaló Jorqui, “si los datos del paciente son incompletos o de baja calidad, la IA puede generar diagnósticos erróneos”.

Sin embargo, la responsabilidad total no tiene por qué recaer completamente en el médico, o eso se discutió en el encuentro. Jorqui nos explicó que también se plantea la posible responsabilidad del fabricante del software si el fallo se debió a defectos del sistema.

Los colegiales y colegialas plantearon sus preguntas a la profesora con la intención de saber cómo podrían actuar en el futuro. En la conversación surgieron varios puntos de vista: por un lado, algunos estudiantes de Medicina afirmaron que nunca utilizarían máquinas de Inteligencia Artificial, mientras que otros las consideraban una herramienta muy útil, aunque dudaban en poner la vida de los pacientes bajo su responsabilidad.

 

 

Los derechos del paciente

Un colegial lanzó la pregunta de si un paciente podría decidir que su diagnóstico lo realice un médico en lugar de una IA, a lo que Jorqui respondió que dependería de si se trata de un hospital privado o público: “En el sector público, el paciente solo podrá exigir aquello que esté en la cartera de servicios. En el sector privado, podría elegir según la oferta disponible”.

Como conclusión de la tertulia, Jorqui explicó que se trata de un tema que aún requiere mucha investigación y trabajo, pero hizo conscientes a todos los asistentes de que la IA en el ámbito de la salud no se limita únicamente a la ‘eficacia’; hay muchos otros factores que hay que tener en cuenta, como la responsabilidad legal, la seguridad o el derecho del paciente a la información, entre otros. El uso de la IA ofrece grandes beneficios, pero también plantea riesgos éticos y legales que deben ser regulados y controlados.

Fue una charla muy interesante que llevó a los asistentes a hacerse preguntas sobre el futuro de la medicina, la ética en el uso de la IA y el impacto que tendrá en la relación entre médicos y pacientes sobre el procedimiento en este tipo de casos.

 

 

Complementa muy bien el Think&Beer anterior con el profesor Joaquín Sevilla, en el que debatimos –de manera más genérica– sobre las bondades y los peligros de esta tecnología. ¡Qué importante es mantenerse al día y tener curiosidad por conocer bien los desafíos y oportunidades que nos brinda la tecnología! Agradecemos a todas las personas asistentes por su escucha activa y contribución al diálogo y a estos dos profesionales expertos, María Jorqui y Joaquín Sevilla, por dedicarnos este rato para aprender y reflexionar sobre la IA de forma amena.

 

 

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Caminando hacia Javier

El pasado 15 de marzo tuvo lugar la tradicional Javierada, la peregrinación anual al Castillo de Javier en honor a San Francisco Javier, patrono de Navarra. Desde el Colegio Mayor, un grupo de 35 colegiales y colegialas se unió a los más de 15.000 peregrinos que recorrieron el camino. Para la mayoría era su primera vez, convirtiéndose en una experiencia interesante y divertida. Como es costumbre, no faltó algún imprevisto que hizo de la caminata toda una aventura.

El autobús partió a las 10 de la mañana, dejando a nuestro grupo de estudiantes listo para recorrer los 23 kilómetros que los separaban del Castillo. Hablamos con Alejandro García González, vallisoletano estudiante de primero de Química en la Universidad de Navarra. Ha sido la primera vez que hace la Javierada, pero seguro que no la última. “La verdad es que no iba con ninguna expectativa, no sabía qué me iba a encontrar. Me apetecía el plan de hacer una peregrinación con mis amigos del colegio mayor”, cuenta.

 

Foto de un grupo de colegiales y colegialas durante la caminata.

 

Lo que Alejandro no se esperaba es que iba a caminar junto a 15 mil peregrinos que también iban rumbo a Javier: “Me sorprendió la cantidad de gente que la hace. En el camino nos encontramos a mucha gente, pero no me esperaba llegar a Javier y ver que casi no cabíamos, no imaginaba que tuviese tanta convocatoria”.

Para la vuelta cogieron el mismo bus que les había dejado a la ida y se volvieron al Colegio Mayor, a descansar y comentar con los demás el gran día que habían pasado. Le preguntamos a Alejandro si se vería capaz de hacer la Javierada entera, desde el Colegio Mayor (55km) y esto es lo que nos responde: “Por ahora la verdad es que no la haría entera, 23 kilómetros son más que suficientes, lo justo y necesario”. ¡Ya veremos el año que viene!

 

 

Una peregrinación con altibajos

Como hemos dicho, la caminata colegial tuvo sus momentos de bajón y sus momentos de euforia. Empezaron “cantando y con música, muy motivados, pero conforme avanzábamos, íbamos notando los kilómetros y el ambiente decaía”. Dos colegialas tuvieron que recurrir al coche escoba del colegio mayor, una debido a un percance en el pie y la otra, por un bajón de azúcar, sin embargo, pudieron llegar a Javier y esperar a sus compañeros ahí, que llegaron al Castillo sobre las 15.30, lo que les dio un margen para descansar las piernas antes de la misa con arzobispo de Pamplona, Mons. Florencio Roselló, que comenzaba a las 17.00 de la tarde.

Un plan para conectar

Además del reto físico, la Javierada resultó ser una experiencia de convivencia y crecimiento personal: “La verdad es que ha sido un plan que nos ha unido mucho a todos los que fuimos, al fin y al cabo, son horas y horas los mismos andando, así que te da para muchas conversaciones guays. También pienso que ayuda a crecer espiritualmente, a estar más cerca de Jesús”, comparte Alejandro.

 

Varios libros de Almas Entrelazadas sobre un piano

Presentación del libro “Almas entrelazadas” de Natalia Treviño

El pasado jueves 13 de febrero el Colegio Mayor Larraona tuvo el placer de acoger la presentación del libro de poesía “Almas Entrelazadas”, escrito por Natalia Treviño, colegiala de nuestra comunidad. Fue un evento muy especial donde aprendimos más sobre la autora y leímos fragmentos de su gran poesía.

Natalia Treviño junto a su libro

Comienzos literarios

Natalia, nos compartió cómo la poesía es, para ella, una herramienta que da belleza y significado a la vida. «La poesía transforma lo cotidiano, como la tristeza, en algo estéticamente profundo», comentó, enfatizando la importancia de decir las cosas de manera justa y hermosa, un concepto que definió como la esencia de su obra.

Desde los ocho años, Natalia comenzó a escribir, inspirada por su hermana y sus propias vivencias. Nacida en Monterrey, México, vivió varios años en Canadá, lo que la llevó a escribir inicialmente en inglés, debido a la educación que recibía en ese entonces. No obstante, fue durante su etapa de bachillerato cuando decidió retomar el español, su lengua materna, al considerarla rica y llena de significado.

Su poemario, “Almas Entrelazadas” nace como una respuesta a situaciones personales difíciles, un proceso de «deshabitar» mediante la escritura, lo que la ayudó a limpiar y comprender sus emociones.

Natalia Treviño presentando su libro

Proceso de Almas entrelazadas

Después de escribir varios borradores, se atrevió a enviar el trabajo a editoriales y se quedó con una, la editorial 42 líneas. A lo largo de este proceso, Natalia estuvo acompañada por profesionales en poesía, quienes la ayudaron a perfeccionar cada poema sin perder su esencia, lo que permitió que el libro tomara la forma que hoy conocemos.

El contenido de “Almas Entrelazadas” aborda temas profundos como el cuerpo y el alma, dos aspectos igualmente importantes que, según la autora, merecen ser cuidados. Durante la presentación, Natalia compartió con los presentes algunos de sus poemas favoritos, entre ellos «Descompuestos», que cierra la primera sección titulada “Flores y otras cosas”. En este poema, la autora pretende transmitir la fragilidad humana y la belleza que nace de los momentos de descomposición emocional.

Lectura de libro Almas Entrelazadas, de Natalia Treviño

Poemas favoritos dentro de Almas entrelazadas

Otros poemas destacados fueron «Onstra», que describe la amargura al dejar ir un amor, y «Rompecabezas», un juego de palabras que invita a reflexionar sobre los fragmentos de la vida que nos componen. También nos leyó «Brunch con amigas», una pieza que se caracteriza por su frescura y cercanía.

Publico compartiendo ideas en la presentación del libro de Natalia Treviñoa

Preguntas del público y cierre

El evento cerró con una ronda de preguntas, en la que Natalia habló sobre sus influencias literarias, mencionando el poemario “Para que las estrellas” de otra autora mexicana que le ha marcado profundamente. En cuanto al futuro, la poeta expresó su deseo de seguir escribiendo poesía, pero también de explorar otros géneros como la narrativa.

Sin duda, “Almas Entrelazadas” es solo el comienzo de una carrera literaria prometedora para Natalia Treviño, quien sigue demostrando que su alma también encuentra su camino en las .

A continuación, un fragmento de uno de los poemas titulado “Rompecabezas”:

Rompecabezas

 partí la historia en pedazos

porque nos amábamos

decidí volarnos la cabeza

las corté de formas

a que embonen

como debe de ser

 

te entretuve por días

y diste por hecho memoria

forzaste las piezas

a tu manera

y vaya

que nos volaste la cabeza

 

Puedes adquirir el libro por Amazon en este enlace: https://www.amazon.es/Almas-entrelazadas-Natalia-Trevi%C3%B1o-ebook/dp/B0DHT5FRXH

Miriam Botella junto a futuras colegialas del Colegio Mayor Larraona

“La convivencia en el Colegio Mayor Larraona enriquecerá mi experiencia como estudiante de Medicina”- Entrevista a Miriam Botella

En una reciente entrevista, Miriam Botella Palomino (19), estudiante de Medicina en la Universidad de Navarra procedente de Madrid, nos habla sobre su decisión de alojarse en nuestro Colegio Mayor Larraona. Miriam se muestra entusiasmada y segura de que esta nueva etapa en el colegio mayor será una experiencia enriquecedora.

 

¿Qué te motivó a elegir el Colegio Mayor Larraona para este nuevo curso?

 La principal motivación para elegir el colegio mayor este año, especialmente ahora que hay chicos y chicas, fue su excelente ubicación. Larraona se encuentra muy cerca de mi facultad y del centro de Pamplona. Además, el hecho de que tres de mis amigas de clase también se mudaran al colegio mayor Larraona influyó en mi decisión.

Las referencias positivas de compañeros de clase que vivieron su primer año allí también me animaron a elegirlo. Saber que están encantados con su experiencia en el colegio mayor fue un factor clave.

Otro aspecto que me atrajo fue la libertad que ofrece Larraona. Aquí puedo descansar, disfrutar de momentos de ocio y estudiar de manera responsable, todo con una gran sensación de libertad y autonomía.

 

 Como estudiante de Medicina, ¿mo planeas equilibrar tus responsabilidades académicas con la vida en el colegio mayor?

Mi plan para equilibrar mis responsabilidades académicas con la vida en el colegio mayor se basa en una buena organización. Entiendo que puede ser un desafío, y muchos futuros estudiantes de medicina se preocupan por si tendrán tiempo para socializar y divertirse mientras estudian. Sin embargo, estoy convencida de que, con una planificación adecuada, es posible lograr un equilibrio entre ambas cosas.

Vivir en un colegio mayor me brinda una ventaja significativa, ya que estudiaré rodeada de más compañeros que pueden ofrecer apoyo mutuo y servir de ejemplo en nuestros hábitos de estudio. Creo que esta interacción con otros estudiantes me ayudará a mantenerme motivada y a compartir estrategias para afrontar los retos académicos.

Además, como futura profesional de la Medicina, considero que mi experiencia en un entorno como el de Larraona me aportará habilidades adicionales y valiosas para mi carrera. Convivir tanto con chicas como con chicos es enriquecedor, ya en que la vida cotidiana también convivimos.

Por lo tanto, estoy segura de que, con una organización efectiva y el apoyo de mis compañeros en el colegio mayor, podré cumplir con mis responsabilidades académicas y, al mismo tiempo, disfrutar de una rica vida social durante mi tiempo en la universidad.

 

 ¿Qué tipo de actividades extracurriculares o eventos te gustaría ver en el colegio mayor para fomentar la integración y participación de todos los estudiantes?

En primer lugar, considero que el deporte es fundamental, especialmente en una carrera como Medicina, donde es importante mantenerse bien tanto mental como físicamente. Me atrae que el colegio mayor cuente con un gimnasio cercano y pistas de pádel, proporciona excelentes oportunidades para practicar deportes y mantenernos activos.

Además, como toco el piano, me gustaría ver actividades relacionadas con la música. Sería fantástico tener eventos musicales o incluso espacios para ensayar e interpretar música con otros colegiales interesados.

En general, creo que la diversidad de actividades que se ofrezcan en el colegio mayor será clave para fomentar la integración y participación de todos los estudiantes.

 

¿Cuáles son tus metas personales y académicas para este año, y cómo crees que el colegio mayor puede contribuir a su logro?

Este año, mis metas personales y académicas se centran en varios aspectos. En primer lugar, quiero conocer a gente nueva y disfrutar de momentos agradables y enriquecedores en el colegio mayor. Creo que la convivencia mixta y las diversas actividades que se ofrecen pueden brindarme buenas oportunidades.

Además, mi objetivo académico principal es aprender y progresar en mis estudios de medicina. Dedicaré tiempo y esfuerzo para conseguir el mejor rendimiento.

En cuanto a cómo el colegio mayor puede contribuir a alcanzar estas metas, tengo grandes expectativas. He escuchado de otros compañeros de mi clase que en Larraona se ofrecen charlas y talleres muy interesantes, lo que me atrae mucho. Estas actividades complementarán mi formación académica y me permitirán profundizar en temas relacionados con la medicina y otros campos. Además, el ambiente de estudio colaborativo y el apoyo de mis compañeros en el colegio mayor pueden ser clave para mantenerme motivada y centrada en mis objetivos académicos. El hecho de estar rodeada de personas con metas similares y con una mentalidad positiva me ayudará a enfrentar los desafíos que puedan surgir.

 

Finalmente, ¿mo te gustaría que el colegio mayor apoyara a sus estudiantes en su día a día? 

Para asegurar una experiencia positiva y enriquecedora para todos los estudiantes, me gustaría que el colegio mayor brindara un sólido apoyo en diferentes aspectos. En primer lugar, sería genial que se facilitara la convivencia entre los colegiales, con actividades sociales, eventos que promuevan la interacción y espacios comunes donde podamos reunirnos y conocernos mejor. La convivencia amigable y respetuosa me parece muy importante.

Además, un aspecto fundamental es contar con el respaldo de alguien dispuesto a ayudarnos con nuestros problemas.Al vivir lejos de casa y de la familia, es natural que nos enfrentemos a momentos difíciles y nos sintamos solos en ocasiones. Tener un mentor o alguien de confianza en quien podamos confiar y obtener apoyo sería de gran ayuda para superar esos desafíos.

Estoy realmente emocionada por mi próxima experiencia en Larraona y me mudo a finales de agosto con muchas ganas de aprovechar todas las oportunidades que el colegio mayor ofrece para crecer académica y personalmente.

 

 

 

 

 

 

Badara

Construcción de un pozo de abastecimiento de agua potable en Badara, RD Congo – Iniciativa de Proclade Yanapay

En el Colegio Mayor Larraona, nuestra dedicación a ayudar a los demás es una parte integral de nuestra misión y del proyecto educativo. Por eso nos parece importante que todos los colegiales conozcan la extraordinaria labor que realiza Proclade Yanapay, ONG de los Claretianos, a través de un proyecto que, sin duda, contribuirá a mejorar la vida cotidiana de la comunidad de Badara, en RD Congo.

La localidad de Badara, en la metrópolis de Kinshasa, se enfrenta cada día a la escasez de infraestructuras básicas, incluido el acceso al agua potable, debido en buena parte a la migración interna y el rápido crecimiento que está generando. En respuesta, los Misioneros Claretianos, presentes en Badara desde 2020, propusieron la construcción de un pozo solar para abastecer de agua potable a la población, un proyecto que ya está en marcha.

Objetivos y financiación del proyecto

Mejorar el suministro de agua potable para reducir enfermedades hídricas, que representan el 60% de las infecciones en la región es el principal objetivo. Será un buen comienzo para establecer una red de distribución de agua para facilitar el desarrollo rural. Pero hay que ir más allá. Con este proyecto hay que mirar al futuro, por lo que se busca, además, capacitar a los habitantes en la gestión sostenible del agua.

Para llevarlo a cabo hará falta un soporte económico. El proyecto requiere 19.325 € en total: una parte se cubrirá con la contribución de los Misioneros Claretianos, y además se buscarán otras vías de financiación adicionales en diversas plataformas.

 

 

Las carencias de Badara

Badara, anteriormente una base militar, ha experimentado un rápido crecimiento poblacional debido a la migración interna y conflictos. Carece de servicios básicos y su población es económicamente vulnerable. Para paliar algo este déficit, el proyecto contempla la construcción de un pozo solar que ofrecerá agua asequible (30 litros a 100 FC, 5 centavos de €) y talleres sobre gestión del agua. También está previsto abordar la mejora de la educación mediante la construcción de estructuras educativas.

Apoyo de Proclade Yanapay

Esta iniciativa está respaldada por la ONG de Cooperación al Desarrollo Proclade Yanapay, promovida por los Misioneros Claretianos, con presencia en R.D. Congo desde 1962. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de la población vulnerable.

Si quieres conocer más detalles sobre este emocionante proyecto y explorar una otras actividades del Colegio Mayor, te invitamos a visitar la revista Calle 45. Encontrarás información detallada sobre esta iniciativa y muchas otras actividades que reflejan nuestro compromiso con el servicio a los demás.

 

 

IMPLÍCATE EN PROCLADE YANAPAY

Hay muchas personas que están implicadas con Proclade Yanapay: entidades públicas, instituciones, grupos parroquiales, parroquias, amigas y amigos de las Misiones Claretianas… No dudamos de que nuestros objetivos y nuestras causas son compartidas; por eso, nos parece indispensable pasar de los buenos deseos a los gestos concretos.

Contando con la colaboración de numerosos individuos, lograremos progresar y gestar un futuro más promisorio para aquellas personas anónimas que residen en naciones menos favorecidas económicamente.

Si deseas implicarte con Proclade Yanapay te invitamos a informarte:

Avenida Pío XII, 45 – 31007 Pamplona,

Tel: 948 25 04 00

Whatsapp: 943 29 80 55

E-mail: navarra@procladeyanapay.org

Web: www.procladeyanapay.org

Facebook: procladeyanapay

Twitter: procladeyanapay

Instagram: procladeyanapay

fin de curso universitario en larraona

10 grandes momentos universitarios en el Colegio Mayor Larraona

Llegó el momento de cerrar el curso académico 2022-2023. Una vez más, un año ‘mítico’ en que llegaron los nuevos de primero y estrenaron su vida universitaria eligiendo El Colegio Mayor Larraona como base de operaciones. Ese año en que otros marcharon de vuelta a casa, tras acabar sus estudios de grado, y graduados también en las lides de la vida. Un año especial, marcado por muchos momentos álgidos, otros difíciles, y otros cotidianos, pero siempre bien resueltos en el entorno de la familia colegial, que tanto envuelve y acoge.

 

Echamos la vista atrás y hacemos memoria: 10 hitos de 2022-23

1 Tiempo de Bienvenida Nuestros colegiales llegaron entre el 28 y 29 de agosto para empezar el nuevo curso. Lo preparamos con mucho cariño: sesiones para ellos y sus familias, excursiones por Pamplona, juegos y actividades de equipo para fomentar las presentaciones y comenzar a hacer nuevas amistades.

 

 

2 Consejo colegial El martes 27 de septiembre se constituyó oficialmente el Consejo Colegial, órgano encargado de representar a los colegiales y organizar las actividades junto al equipo directivo. Es un grupo formado por colegiales y con vocación de estar a su servicio.

 

estudiantes miembros del consejo colegial y equipo directivo del colegio mayor larraona

 

3 Magia para el estudio Para el seguimiento académico, implantábamos oficialmente el plan ‘Magia para el Estudio’, que había comenzado el curso anterior como proyecto piloto, en colaboración con el departamento de Psicología y Educación de la Universidad de Navarra.

4 Acompañamiento Recientemente habíamos puesto al día el plan estratégico y proyecto educativo del Colegio Mayor, y en entrevista para la web, Juan Gallego, director del Colegio Mayor, nos recordaba algunos de sus fundamentos, entre ellos cómo se realiza el seguimiento académico, una de nuestras señas de identidad.

 

colegiales en la entrada del colegio mayor larraona en pamplona

 

5 50+2 aniversario ¡Por fin llegó el gran momento! Tras tener que posponerlo debido a la pandemia, celebramos el aniversario del Colegio Mayor, que había sido fundado en 1970. Generaciones de antiguos colegiales se acercaron a Pío XII para volver a verse en esta su casa donde vivieron durante sus años universitarios. Los abrazos, la tuna, la fotografía, la misa, la música, las risas y la charla animada fueron los protagonistas del día. (Puedes visitar otras noticias:  lazos de por vida y experiencia entre generaciones)

 

integrantes de la tuna del colegio mayor larraona

 

6 Navidad y testimonio de fe En Navidad, participábamos en la Operación Kilo de Cáritas, nuestro grupo de fe tuvo un día de encuentro en la hospedería de las Hermanas Clarisas de Valtierra, y todos los colegiales disfrutamos de momentos de encuentro y celebración.

 

grupo de estudiantes y de monjas clarisas

 

7 El club de rol entraba en acción Los domingos por la noche, al menos media docena de colegiales se reunía para adentrarse en caminos insospechados y aventuras insólitas. Jugaban a la última edición de Dragones y Mazmorras, el mítico juego de los años 80 que sigue enganchando a miles de personas hoy en día. Magos, monstruos, amistades, misterios, metarol…

 

estudiantes sentados en una mesa con tablero y juego de rol Dragones y Mazmorras

 

8 Teatro en el colegio mayor El domingo 26 de febrero, el grupo universitario de teatro Atrezzo interpretó la obra “Hey Boy, Hey girl” en el salón de actos del Colegio Mayor Larraona. Dirigida por Paula Sánchez, se trata de la adaptación de un remix de Romeo y Julieta traído al siglo XXI. En la obra, cuya entrada fue gratuita, participó nuestro colegial Gonzalo Gimeno, en su debut como actor.

 

estudiantes del grupo de teatro

 

9 Día de becas Otro acto insignia de nuestro año universitario. El 18 de marzo celebramos nuestro tradicional Acto Académico de Imposición de Becas, un alto en nuestro camino para reconocer a los estudiantes que llevan tres años en el Colegio Mayor y a los que finalizan sus estudios siendo colegiales, y para agradecer a aquellas personas e instituciones que nos ayudan con nuestra labor. (Te lo contamos también en Lección magistral día de becas)

 

estudiantes sentados en el salón de actos

 

10 Decimos hasta siempre a nuestro decano Javier Calvo Seis años colegial mientras estudiaba la carrera de Medicina, y colegial decano durante varios años, relataba en primera persona, en una entrevista para nuestra web, algunas historias que han jalonado su experiencia. Javier, ¡esto es un hasta siempre!

 

 

 

 

Colegial carga el coche con su padre

«He aprendido a organizarme, cada cosa tiene su tiempo»

21 de junio. Hace sol. El día es tranquilo. Jaime de Benito está empaquetando sus cosas. Ha vivido dos años en el Colegio Mayor Larraona y ahora cambia de etapa, el año que viene residirá en un piso con otros amigos. Su padre, Nacho de Benito, ha venido de Zaragoza, la ciudad de donde proceden, para echarle una mano. Están los dos terminando de organizar las cosas y de preparar el equipaje para hacer el traslado. Esta escena se repite con frecuencia. Cuando los estudiantes han empezado su vida universitaria en el Colegio Mayor, es habitual que en el tercer año de carrera, una vez que ya han hecho amigos y han encauzado sus estudios, decidan dar el paso de vivir en un piso de alquiler. Un momento crucial en el que se enfrentarán a los nuevos retos de otra forma de vida.

 

colegial conversa con su padre en la entrada del colegio mayor larraona

 

¿Cómo eligieron el CM Larraona?

“Nos habían hablado bien del Colegio Mayor Larraona, nos aconsejaron algunos amigos cuyos hijos habían estudiado en Pamplona, y nos convenció”, comenta Nacho. A mí me atrajo “por la libertad de horarios, la libertad en general, tu propio cuarto, y el ambiente es mejor aquí”, sostiene Jaime. “Libertad responsable, era ese concepto el que nos gustó, queríamos libertad y que hubiera control al mismo tiempo”, matiza su padre.

 

 ¿Qué es lo que más les ha gustado como padres?

“Jaime no había salido nunca de casa y queríamos esa libertad responsable, que hubiera supervisión, queríamos asegurarnos, además, de que comía bien, que dormía y que llevaba un ritmo normal de asistencia a clase. En definitiva, que tuviera un buen ambiente de estudio –comenta Nacho en calidad de padre– y así es como ha sucedido. Además, podemos decir que la comunicación con el colegio ha sido perfecta, sin ningún problema. Cuando hemos necesitado algo, lo hemos consultado y pedido, sin ninguna incidencia. Una comunicación fácil, también vía internet o whatsapp, incluso directamente con Juan Gallego, el director. Por eso, si nos piden opinión, siempre recomendamos Larraona.”

 

¿Cómo ha sido la experiencia en el Colegio Mayor?

 Jaime: No me costó hacer amigos aquí, eso es fundamental. Me ha gustado la cercanía a la universidad. Y todo lo que ofrecen: el gimnasio, las actividades, las excursiones, conferencias, películas, la comida. He participado en la actividad de cocina, ¡hicimos churros!, me he divertido con los bingos, y en la cena temática de la feria de Sevilla hasta salí a bailar con un amigo.

Nacho: una de las cosas más importantes es que ha hecho buenos amigos: tiene una pandilla de la universidad y otra de Larraona. Y ha practicado deporte constantemente.

Jaime: sí, eso es algo que no tenía previsto y ha sido una constante. Como teníamos cancha de fútbol y polideportivo, jugábamos y hacíamos una liga de equipos entre amigos. Además, me lo pasé bien jugando a fútbol sala en la liga interpasillos. Y cuando inauguraron las pistas de pádel, hemos estado jugando a diario. Además, en la universidad pude probar varias modalidades en el día del deporte –esgrima, fútbol, rugby, pádel y tenis, squash, frontón y volley–, y a raíz de aquello he podido apuntarme a tiro con arco.

 

saludo a la familia en el colegio mayor

 

¿Cómo recuerdas el momento de la llegada a Pamplona?

Jaime: Vinimos a finales de agosto. Ya conocía Pamplona. Pero esta vez venía como estudiante, no como visitante. Estaba tranquilo porque tenemos amigos cercanos que están en la ciudad, y conocía a gente de Zaragoza que venía estudiar. Pienso que lo que más me asustaba era el primer día de universidad. Lo del Colegio Mayor es más previsible: tienes horarios, comidas, las cosas están organizadas. Pero el primer día de Universidad me imponía más: un sitio donde no conoces a nadie y donde algunos, los de Pamplona, seguramente ya se conocían. Mi abuela me había advertido que los de Pamplona eran algo cerrados pero enseguida vi que no era así. Hemos hecho un grupo de amigos de Noáin, Cizur, uno de Zaragoza que resultó ser mi vecino, de Valencia, Benidorm y también un amigo mexicano.

Hijo y padre señalan y miran la camiseta de Osasuna que lleva puesta Jaime.

Nacho: Aunque en casa somos del Madrid, se ha comprado la camiseta de Osasuna.

Jaime: Yo no soy de fútbol pero aquí me he aficionado, porque varios de mis amigos son de Osasuna.

 

¿Por qué comunicación audiovisual en Pamplona?

Jaime: nos decidimos por el prestigio que tiene el grado en la Universidad de Navarra, que está bien situado en los rankings. Siempre me ha gustado el cine, he admirado cómo se hacía, en especial la dirección de fotografía y la escenografía. Y ahora, después de dos años de carrera, cuando veo una peli, ya no la veo igual, sobre todo después de dar guion y aprender cómo se construye, cómo creas una historia, y cómo partiendo de una idea simple vas formando algo más complejo.

 

¿Qué asignaturas prácticas te han resultado más atractivas?

Me ha gustado la asignatura de Producción y gestión. Cada semana teníamos una práctica. Había que jugar con los planos y simular que tú mismo fueras tres personajes, de tal manera que pareciera una conversación entre tres. O la práctica en la que partiendo de una película de Indiana Jones, teníamos que doblar la voz, grabar los sonidos, las peleas…

También ha sido muy enriquecedora la asignatura de guion, que me ha sorprendido. En los seminarios, nos entregaban guiones, de películas como Casablanca o de series como El Apagón. Nos hacían pruebas escritas y cada 2 semanas nos planteaban una prueba, en la que nos daban instrucciones para hacer una escena y había que escribir el guion. Recuerdo un caso en el que nos plantearon la siguiente situación: ‘en una joyería donde trabajaba una mujer, entra un cliente con un animal, que parecía un perro y resultaba ser un tigre’, y había que crear un guion donde esa escena cobrara sentido. Todo un reto.

 

director colegio mayor despide a colegial y familia a final de curso

 

¿Qué consejo le darías a un recién llegado a Pamplona?

Que vaya relajado, que no tenga prisa por conocer a gente, que todos son muy majos, que muchos están en su misma situación. A mi mejor amiga la conocí el primer día de clase, era una chica de Peralta, que estaba sentada detrás de mí y, al estar solos, empezamos a hablar. Y, en el Colegio Mayor que tengan en cuenta que la primera comida de todas es muy importante: que se fijen bien… al final eso ayuda mucho a la hora de hacer el primer grupo de amistades.

Voy a echar el colegio de menos. Aparte de todo lo que he hecho, o de los amigos, está lo que he aprendido: a gestionar mis tiempos, a organizarme el estudio, a decir ahora descanso, ahora deporte, dormir o móvil. Cada cosa tiene su tiempo.

 

grupo de amigos colegiales en una portería vestidos para jugar a fútbol

“Esto sí que son amigos para toda la vida”

Una de las experiencias más bonitas que viven nuestros colegiales en su etapa universitaria es la de la amistad. Pablo Chivite, Roberto Paraja e Íñigo Álvarez solo llevan con nosotros medio año, pero ya han formado un buen grupo de amigos, junto a una decena de colegiales que describen como muy diferentes y especiales para ellos.

 

un grupo de amigos universitarios del Colegio Mayor Larraona

 

Llegados desde Austria, Madrid o China

Íñigo (ADE + Finance) es mexicano, pero ha estado viviendo los dos últimos años en Shanghái, China, con su familia. Aunque su adaptación fue fácil por la similitud del idioma y la cultura hispana, lo ayudó estar en un colegio mayor. “Para conocer a gente está muy bien. A pesar de estar lejos de la familia, convives con los amigos, la mayor parte del día la haces con ellos”.

Aquí encontró a Roberto (ADE + Innovation and Entrepreneurship) que también comparte su situación. Es madrileño, pero lleva 12 años viviendo en Austria, donde se encuentran sus padres y hermanos. “Mis padres estudiaron aquí. Elegí el colegio mayor por la libertad que nos daban, y por ahora estoy encantado, estoy muy bien con mi grupo de amigos”.

Dentro del grupo está Pablo (ADE + Data Analytics), que también viene de Madrid. “Al principio me costó un poco, pasaba bastante tiempo en mi habitación, pero luego no tardé mucho en hacerme, empecé a hacer más vida en Larraona como la que hacía en Madrid, y me hice amigos en clase y aquí”.

“La mayoría del grupo estudiamos ADE”, aclara Roberto, “pero también hay amigos de otras carreras (ISSA, Farmacia…). Nos conocimos todos en Larraona, lo de la carrera fue una casualidad”.

 

Del colegio a la universidad

El paso del colegio a la universidad no siempre es fácil, hay que adaptarse a un nuevo ritmo de estudio y a la manera de trabajar de la facultad.

“Los estudios me han costado un poco, es un salto”, reconoce Pablo. “Te tienes que poner las pilas. Se me hizo un poco complicado asimilar eso, pero es coger el hábito”.

“A mí lo que más me ha costado ha sido la asignatura de matemáticas”, cuenta Roberto. “No dejan usar calculadora, que es algo a lo que estaba acostumbrado. Tendré que adaptarme a la manera de hacer de la universidad”.

“La exigencia de momento está más o menos a la par de lo que hacía allá en Preparatoria (Bachiller), pero el sistema es diferente y hay que adaptarse”, dice Íñigo. “Antes de Shanghái estuve en Alemania. Haber vivido en distintos lugares hace que cambiar sea más fácil. Aprendes nuevas formas de estudiar y de socializar”.

Roberto coincide con él: “Conocer otra cultura, un ambiente distinto, hace que tengas la mente mucho más abierta. Eso es muy bueno para la capacidad de adaptación, y también haber aprendido otro idioma. Saber alemán me va a servir mucho”.

 

dos estudiantes se conocen y charlan

 

Ambiente universitario

Cuando llegan aquí, los estudiantes se adaptan al entorno universitario y, también, a la ciudad.

“Es importante salir de casa. Estudiar fuera hace que la experiencia universitaria sea muy completa”, explica Pablo.  “Pamplona me gusta porque es una ciudad pequeña”.

“No es ni grande ni chica, como ciudad universitaria está genial”, opina Íñigo. “Cuando sales, el ambiente está muy bien”.

“No es una gran ciudad, quizá después de los estudios me gustaría estar en algún sitio como Viena o en Madrid, pero durante la carrera pienso que es una de las mejores ciudades para vivir, te lo pasas genial”, asegura Roberto. “Al salir conoces a la mayoría de gente, porque somos todos jóvenes y hay muy buen ambiente universitario. También viene bien cuando toca centrarse en los estudios. En Madrid siempre hay algo que hacer, alguien dispuesto a salir. Aquí, cuando llegan los exámenes todo el mundo se encierra, y eso te obliga a ponerte a estudiar; es bastante bueno”.

 

Amigos deportistas

Además de su pasión por el mundo de la empresa, los tres comparten su afición por los deportes. Todos los amigos están participando en el equipo de fútbol del Trofeo Rector de la Universidad de Navarra.

“Me gusta mucho el fútbol, hubo una temporada en la que jugaba todos los días”, explica Íñigo.

“Yo me apunté el semestre pasado al equipo de baloncesto de la Universidad de Navarra”, dice Roberto. “También suelo jugar en las canchas de pádel de la universidad, y a partir de ahora, en las que van a poner aquí. Lo agradezco mucho, así no tendremos que caminar hasta la universidad”.

Pablo cuenta que cambió el pádel por el boxeo, que practica en el Polideportivo Larraona, pero tiene le gustaría retomarlo cuando estén construidas las nuevas pistas de pádel: “Me parece una buena oportunidad, son muy convenientes”.

 

grupo de estudiantes va a realizar deporte en el exterior del Colegio Mayor Larraona

 

Como en una familia

Cuando llegó al colegio mayor, los primeros días, Pablo nos contó que sus expectativas para estos años eran “por supuesto, aprender mucho”, pero también: “hacer amigos y disfrutar de la experiencia y de la compañía”.

En lo que llevan de curso, los estudiantes ya han empezado a vivir todo esto.

“Al hablar con Juan, el director del colegio mayor, en la entrevista, vi que era una persona muy abierta y muy empática, y eso reflejó lo que es el colegio mayor. Los primeros días los colegiales fueron muy abiertos, ha habido una buena conexión”, señala Íñigo. “Cuando estás en la escuela y terminan las clases, te vas a casa con la familia. Aquí, para bien o para mal –y ha sido para bien– en clase estás con tus amigos y fuera también, y así se arma muchísima confianza”.

“No te vas solo al piso a comer, vas y vuelves a clase con todos los de Larraona”, añade Roberto. “En el colegio es diferente, tus amigos son los de tu clase, pero aquí puedes elegir. Y aunque somos todos muy distintos, somos también muy parecidos en nuestros valores. Por eso somos tan buenos amigos. No me podría haber imaginado un grupo mejor, somos muchos y es muy divertido. Cada uno es muy especial, no hay nadie que si faltara nos daría igual, cada uno es importante. Agradezco haber venido aquí y haber conocido a esta gente. Esto sí que son amigos para toda la vida”.

“Tengo un grupazo de amigos, es gente muy simpática y son todos muy únicos, con vidas muy interesantes. Vienen de todos los lados (España, México, Portugal…) y son todos súper majos”, conviene Pablo.

“Cada uno somos totalmente distintos, pero cuando nos juntamos todos en las comidas o las cenas es como si estuviéramos en una comida o cena familiar. Eso lo agradezco mucho”, concluye Íñigo.

 

grupo de amigos comiendo en el Colegio Mayor Larraona

 

 

colegiales de larraona

La experiencia compartida entre generaciones

La experiencia colegial de Larraona lleva más de cinco décadas perviviendo entre las generaciones de estudiantes a las que vamos acompañando. El 22 de octubre de 2022, en la celebración de nuestro cincuentenario, pudimos comprobarlo gracias a los testimonios que dieron cinco colegiales en la mesa redonda que organizamos. A pesar de las diferencias de edad, relatan vivencias que tienen en común nuestros valores y nuestra identidad.

 

cinco hombres de diferentes edades en una mesa redonda para dar su experiencia

 

“Disfrutábamos de un privilegio enorme”

La mesa redonda comenzó con el más veterano de los antiguos colegiales, “Nano”, el primer decano que tuvo Larraona. Fernando Martínez López estrenó el Colegio Mayor en su inauguración, ya que es uno de los estudiantes de la promoción de 1970. Jubilado, pero muy activo, es de Logroño y estudió Farmacia en la Universidad de Navarra. Además de experiencia en la vida, acumula toda una serie de recuerdos y vivencias del Colegio Mayor, incluso antes de que estuviera abierto:

“Vi la primera maqueta del edificio hacia el año 1966-67, antes de empezar la carrera, en la iglesia de San Fermín de Aldapa. La vi y pensé: ‘Algún día estudiaré ahí’. Ahora cuando he entrado por la puerta se han agolpado un montón de recuerdos de mi primer día”.

Fernando venía de hacer el servicio militar. Estudió 1º de carrera en Zaragoza y a partir del segundo año continuó en Pamplona. Recalca el enorme impacto que tuvo para estos alumnos entrar en el Colegio Mayor, entonces Residencia Universitaria Larraona.

 

hombre con un micrófono dando su experiencia

 

“Entre todos sabíamos que disfrutábamos de un privilegio enorme. En Larraona encontramos los medios con los que soñábamos para vivir nuestra vida. Fundamentalmente, compañeros y libertad, algo difícil en aquellos tiempos. Esa capacidad de autoorganización como no habíamos tenido nunca. Y recursos como la biblioteca que aquí encontré, yo nunca había tenido una”.

El veterano cuenta que fue una época difícil, en la que Franco vivía. Recuerda que en Carlos III los chicos caminaban por una acera y las chicas por otra. En esta etapa compleja y en sus años de juventud, señala que la labor del primer director, José Luis Ortiz de Guinea marcó a esta generación: “José Luis nos obligó a ser nosotros mismos”.

 

hombre señala una foto antigua en la que aparece

 

Así lo explica en un comentario que publicó en las redes sociales antes de la celebración del cincuentenario:

“Fuimos toda una generación que nos hicimos juntos (…) Descubrimos la necesidad de la libertad para vivir, y la responsabilidad para compartir la vida. Aprendimos de la experiencia ajena, y sobre todo de la propia, en forma de errores. Descubrimos y forzamos nuestra adaptabilidad a cualquier situación y circunstancia por distinta que fuese. Nos esforzamos en encontrar los problemas del entorno, a veces en sus más nimios detalles, y recorrimos el aprendizaje para resolverlos y desarrollar la capacidad para hacerlo. Empezamos por conocernos a nosotros mismos con honestidad y en profundidad y, entre todos, nos cambiamos lo suficiente para ser hombres sociales con una visión igualitaria proyectada de cada uno al compañero. Dimos los primeros pasos de lo que hoy se llama inteligencia emocional y empatía porque, de alguna forma, en contra de los autoritarismos que impregnaban el país, necesitábamos complicidad para vivir. (…) Al final, de aquel origen, creo que lo más inteligente que hicimos fue descubrir que no lo éramos más que el resto, y arrancar otra sociedad con la misma gente que en silencio esperaba, aquella generación que cambió el país cuando pudo hablar. La lealtad, la generosidad, la honestidad y la solidaridad nos nacieron de forma tan natural como asumimos la responsabilidad que la sociedad nos pidió.

Fue un lujo para toda la comunidad educativa el poder contar con testimonios como el suyo, y también para él, volver al sitio que supuso un antes y un después en el camino de su vida. “Tenía muchas ganas de volver. Es una enorme satisfacción”.

 

hombre dando su experiencia

 

“Aprender a convivir fue el germen de lo que luego llamamos democracia”

Fernando coincidió en el tiempo con el también logroñés Ignacio Granado Hijelmo, que entró un año más tarde que él, en 1971. Estudió y se doctoró en Derecho y Derecho Canónico y aunque está jubilado, también permanece muy activo. Ha ocupado distintos cargos jurídicos en su comunidad autónoma, entre ellos, presidente del Consejo Consultivo de la Rioja.

“Las experiencias son siempre personales”, empezó aclarando. “Yo entré en 1º y por aquel entonces estaba muy influido por el existencialismo, había sido el mayo francés y entre mis lecturas estaba Sartre y otros autores, era lo que se llevaba. Recuerdo que estaba problematizado mentalmente, haciéndome las preguntas de quién soy, de dónde vengo y a dónde voy. Entonces, cuando llegué aquí, José Luis me abrazó y me dio la bienvenida. Qué naturalidad, pensé. Aquí hay sencillez. Empezaron a desvanecerse esas cuestiones problemáticas con cosas tan naturales como el sentido de la amistad. Necesitaba paz interior y aquí la encontré, dentro del follón que había. Era un ambiente natural”, insiste.

 

director y estudiantes de las primeras promociones del colegio mayor

 

También comenta que empezó a acudir diariamente a la eucaristía: “José Luis no imponía nada, pero proponía, fundamental para el verdadero cristianismo. Iba casi todos los días porque no era obligatorio, era como muy natural”.

Recuerda un ciclo de teología que lo impresionó y, en general, la diversidad de puntos de vista. “Es apasionante ver que hay diferentes formas de ver el mismo fenómeno. Aprender a convivir fue el germen de lo que luego llamamos democracia. Es ese ambiente de libertad, lo de la responsabilidad era algo que solo decía José Luis”, comenta entre risas.

Ignacio era aplicado en los estudios, y se acuerda también de los ratos en la biblioteca, de cuando compartían apuntes y se ayudaban unos a otros. “La relación intergeneracional entre alumnos de distintos cursos era muy rica”. Estos lazos se formaban a través del encuentro informal, pero también en actividades organizadas.

El claretiano Oroz les mandó apuntarse a alguna iniciativa y él eligió el club de música. Descubrió grandes autores y discos que aún conservamos y que los chicos disfrutaban a todo volumen, ya que la sala está insonorizada. “El tocadiscos era magnífico”.

 

periodista sonriendo en el salón de actos del colegio mayor

 

“Voy con orgullo diciendo que pertenezco a Larraona”

Aunque el periodista aragonés Carlos Larroy era el encargado de moderar el debate, aprovechó para compartir brevemente su experiencia, por petición del público. Entró en 2009 y durante su estancia con nosotros, hasta 2012, se encargó de rescatar aquel magnífico tocadiscos del que hablaba Fernando.

“Hubo una época en la que los vinilos estaban desapareciendo. Ahora han vuelto por el rollo vintage, pero entonces esa sala de la mediateca estaba abandonada. Con mi grupo de amigos, nos encargamos de restaurarla”.

 

colegiales y dirección del colegio mayor larraona

 

Aparte de la música, Carlos no olvida la iniciación profesional que el Colegio Mayor supuso para él: “Montamos charlas con políticos. Han pasado diez años, pero ¡cómo pasa el tiempo! Entonces no existían Podemos, invitamos a Rosa Díez cuando estaba UPyD… Me acuerdo de estar en este mismo lugar con diecinueve años, muerto de miedo, con mi compañero Pablo Vega. Mismas luces, mismas cortinas, no han cambiado. Después de cada encuentro subía a mi habitación y escribía corriendo el artículo para mandarlo al día siguiente a Diario de Noticias. Esto era lo máximo”.

Sin duda, la experiencia colegial ha quedado grabada en él: “Aparecí aquí y mi vida cambió completamente. Me acuerdo entrar y decir: ‘¿Qué es esto? ¡Qué maravilla!’. Encontré una pluralidad y un compañerismo brutal. Voy con orgullo diciendo que pertenezco a Larraona.

 

hombre contento explicando su experiencia en el salón de actos del colegio mayor larraona

 

“Vine aquí y lo que vi fue libertad”

Al contrario que Carlos, Jorge García-Marina del Olmo, dice que no empezó con tan buen pie en nuestro Colegio Mayor. “Yo quería ser entrenador de baloncesto y cuando entré, en 1991, en mi primer encuentro con el director Patxi Muguerza me dijo claramente: ‘No, tú has venido aquí a estudiar’.

Se licenció en Ciencias de la Información y esto no le impidió disfrutar de la experiencia colegial. Tanto es así, que incluso revela que ahora cada cierto tiempo, su sueño recurrente es que vive aquí, en Larraona, con su mujer y sus hijos.

“He estado en muchas ciudades y países, pero los cinco años que permanecí aquí han marcado mi vida. Entonces yo no había salido de casa, y aquí conocí a una España diversa, plural.”

Natural de Valladolid, confiesa que su “gran descubrimiento” fueron los gallegos, “una gente extraordinaria”.

 

dos hombres se saludan alegres

 

Lo hemos pasado muy bien y hemos aprendido mucho. Recuerdo con mucho cariño a Javi, que nos enseñó muchísimo. Cuando volvíamos por la noche nos quedábamos hablando con él hasta las tantas. También me acuerdo de las charlas del Dr. Madoz, las pelis, los encuentros con políticos…”

Fueron muchas vivencias buenas, no exentas de momentos complicados. Mencionó que vivieron el secuestro del padre de un colegial. “Eran los años 90 y fueron convulsos en Pamplona”.

A modo de resumen, Jorge destaca la libertad que encontró y el aprendizaje que supuso para él:

“Me parece muy interesante el concepto de libertad. Vine aquí y lo que vi fue libertad. En cuanto a la responsabilidad, veía a los de 6º de Medicina y me parecían mis padres, unos señores responsables que estaban esperando en la puerta antes de que empezara el turno de la comida. Eso me impresionaba”

Maravillado” y “encantado”, por estar aquí, al final de su exposición le recuerdan que sí llegó a ser entrenador de baloncesto aquí, y que ganaron a los colegiales de Belagua en una final.

 

estudiante de medicina dando su experiencia

 

“Aprender de la gente nueva enriquece”

Javier Calvo Serrano es el actual decano de colegiales. Sevillano, estudia 6º de Medicina y lleva aquí desde 2017.

“Yo también cuando estaba en 4º curso había un grupo de colegiales de último año a los que llamábamos los padres de la Medicina. Espero que a quien me vea el día de hoy yo no le imponga tanto”, ríe.

Está agradecido por estos años, aunque reconoce que también se han vivido momentos complicados por la pandemia.

“Ha sido una época difícil. El Colegio Mayor es plural, y había quien quería salir de fiesta o estudiar y con las restricciones y el toque de queda estábamos más limitados. Ha tenido sus más y sus menos, pero al final nos hemos esforzado por mantener el espíritu de compañerismo y amistad, y hemos aprendido a no tirarnos los trastos a la cabeza”.

 

estudiante proclamando una lectura en la misa

 

De esta etapa, destaca todo lo que se lleva a nivel personal:

Enriquece tanto el hecho de estar con gente tan diferente… Te levantas por la mañana con otros doscientos chicos y puedes hablar con cualquiera. Mis padres habían estado en un colegio mayor y por eso yo vine lanzado. Siempre me habían dicho que esos años fueron los mejores de sus vidas y yo puedo decir lo mismo. Incluso los compañeros que se han ido ya, cuando voy a verles me dicen: ‘Qué tiempos en Larra’.”

 

público riéndose