boxeo

Rubén Díaz: “El boxeo no es un juego”

El boxeo está de moda entre  jóvenes de todas las edades. Su filosofía va mucho más allá de pegar puños a un saco, aunque como cuenta Rubén Díaz (“el destructor”), él mismo empezó a los veinte años “porque le gustaba pegar”. Luego aprendió a “ser” boxeador: a la disciplina y el compromiso que requiere y a la actitud de superación que implica. Su esfuerzo y su talento le han otorgado dos veces el título de España en peso medio y le han llevado a alcanzar también el de la Unión Europea. Apodado “el destructor”, Rubén Díaz vino a contarnos por qué no debe tomarse el boxeo como un juego.

Rubén Díaz explica el boxeo a los colegiales de Larraona

El jueves, 31 de marzo, el campeón nos visitó para contarnos qué le ha aportado este deporte y con qué actitud debe practicarse. Los colegiales le preguntaron sobre su experiencia y las condiciones físicas que se necesitan para practicarlo. Díaz contestó a estas y otras preguntas, pero les remarcó la necesidad de perseverar y de tomarse en serio este deporte, donde es fundamental “distinguir el gimnasio del ring”: “Una cosa es que te guste practicarlo, para aprender a pegar y a defenderte si te es necesario, o para descargar energía y estar en forma. Otra muy diferente es competir. Para competir no vale solo con estar en forma, hay que tener talento y actitud, porque es un deporte duro, que puede dejarte secuelas”. Por ello, explicaba, la técnica es fundamental: “no se trata de dar golpes sin más”. Rubén Díaz transmitió a los colegiales su intención de explicar lo que es realmente el boxeo, no de “venderlo”: “es un deporte agresivo para personas no agresivas”. 

Rubén Díaz explica el boxeo a los colegiales de Larraona

Comprometerse para recoger frutos 

“El boxeo te centra en el tiempo y en el espacio por necesidad y a mí me ha aportado mucha satisfacción”, explicó Díaz. Gran parte de su éxito se debe a una cuestión de actitud que quiso transmitir a los colegiales: “Ya sea en el deporte o con los estudios, si te lanzas, lo das todo; si no vas a tomártelo en serio, no lo hagas. Con los años miras atrás y ves los frutos de tu esfuerzo, ves todo lo que ha valido la pena”. Para el boxeador -que es policía y además está estudiando 4º de Derecho y Geografía e Historia por interés, a sus 42 años-, la motivación va ligada del  al compromiso: “Lo primero que se ve en cualquier persona es su actitud, su profesionalidad y sus valores. Si son válidos, verdaderamente podemos aprender conocimientos de ella”. 

Rubén Díaz explica el boxeo a los colegiales de Larraona

“Con un Colacao por la mañana no vas a ningún lado” 

Los colegiales aprendieron también sobre nutrición con el boxeador, que les insistió en comer siempre “comida real y menos procesados y cosas raras”. Díaz también les preguntó cuántas horas dormían: “¿Menos de nueve? ¡Vais cortos! ¡Estáis todavía en crecimiento!” –decía. Y les insistió en cuidar mucho los hábitos de descanso y de alimentación para practicar cualquier deporte (y para la vida). La nutrición, junto al entrenamiento y el descanso, explicaba, “son los pilares de cualquier deporte”, y les detalló cuál era su rutina de entrenamiento diario, que comienza corriendo 7km antes de desayunar, “un vaso de agua, seis huevos, arroz y un yogurt natural”.

La charla terminó con los colegiales probándose los guantes del campeón y sujetando los cinturones de sus títulos españoles y europeos.  

Joven con guantes de boxeo

Carlos Pérez Zamora: Manteniendo viva la llama Olímpica

Carlos Pérez Zamora es antiguo colegial del Colegio Mayor Larraona. Tuvimos la suerte de tenerlo con nosotros los dos primeros años (2010-2012) del grado de Periodismo que estudió en la Universidad de Navarra. Desde pequeño es un apasionado de los deportes y de la Historia y, tras varios años en Estados Unidos, actualmente trabaja en Madrid, como Community Manager y Creador de Contenido para Olympic Channel, el canal oficial de los Juegos Olímpicos. Fútbol, béisbol, voleibol, tenis… No hay deporte que se le escape.

 

Olympic Channel, el “Netflix” de los deportes

logo de Olympic Channel

“Ahora mismo me dedico a crear contenido para las redes sociales de los Juegos Olímpicos, con toda la cantidad de deportes que abarcan. Eso me da mucho dinamismo: hoy hablo sobre béisbol, mañana sobre judo… Estoy muy contento, este es mi tercer año. Los anteriores tres los pasé en Estados Unidos. En principio me fui para un mes en prácticas, pero ese mes se convirtió en tres años. Trabajé en la sección de deporte de dos periódicos y también en secciones generalista”, comenta.

Aunque los JJ.OO. de 2020 se han aplazado a 2021, el periodista se muestra optimista: “Yo pienso que se van a celebrar los Juegos Olímpicos. Ya se han completado las temporadas de baloncesto, de hockey y de béisbol en Estados Unidos, la Liga de fútbol de España también se ha reanudado…. Han tenido todo este año de aprendizaje y seguro que han tomado nota de los aforos y protocolos, e implementarán las medidas pertinentes para que se pueda realizar”, subraya.

Se celebren o no, Carlos seguirá informando sobre los deportes y jugadores olímpicos. “Mi labor es mantener el interés olímpico en el espacio en el que no se celebran Juegos, que es cada cuatro años, ya sean los de invierno o los de verano. Para ello, el Canal Olímpico está concebido para ser una especie de Netflix de los deportes. Hay reportajes sobre todas las disciplinas, es fascinante. Algunos incluyen contenido extradeportivo como cómo influyó el Apartheid en los deportistas sudafricanos. No hace falta ser un friki del deporte para disfrutar del Canal Olímpico. ¡Además es gratis!”, señala.

 

Un libro con mucho gancho

Portada del libro Combates para la Historia

Desde hace 5 años Carlos practica el boxeo, un deporte “muy sufrido, pero que esconde una gran belleza”. Acaba de escribir “Combates para la historia”, un libro sobre la historia del pugilismo desde finales del siglo XIX hasta el día de hoy.

“El proyecto surgió a finales del año pasado. Quería buscar un libro de boxeo, pero no encontré el que quería leer. En boxeo hay mucha crónica, biografía, novela… Están muy bien escritas, pero no hay una historia desde el principio hasta ahora. No en español, y lo que hay en inglés está muy desactualizado. Me he pasado todo el año documentándome y organizando la información para redactar el libro. Este verano, buscando editoriales con las que publicar la obra, di con Libros.com. Desde el primer momento les pareció bien y acabamos de arrancar con la campaña de crowdfunding”, explica Carlos. Esta editorial se basa en un sistema de micromecenazgo, por el que cualquier persona puede colaborar en la financiación del proyecto y recibe a cambio de un ejemplar del libro y alguna otra recompensa.

“Creo que el libro tiene mucho potencial, porque no hay ninguno así. Está contado de manera inédita. La historia del boxeo puede llegar a ser caótica, se suele dar por sentada mucha información y a menudo se deja de lado el contexto deportivo y social del deporte. En el libro no solo repaso las batallas, también explico las conexiones que ha habido con la mafia, los problemas de racismo que han tenido algunos boxeadores… Explico cómo pasa de ser un pasatiempo ilegal en los bares de Reino Unido a convertirse en el deporte que es hoy. Lo aderezo con muchas historias y con folclore, así que no hace falta ser un entendido del boxeo para leerlo. La idea es que lo comprendan incluso los novatos”, aclara. Carlos reconoce que le llama mucho la atención la historia que hay detrás de cada boxeador. “El boxeo no es un juego como puede ser el fútbol. Es un deporte en el que el que pierde sufre, y el que gana, también. Hay boxeadores que tienen historias tremendas. Pero hay mucha belleza detrás”, reflexiona.

Quedan 19 días para que la campaña finalice y ya ha conseguido el 61% de la financiación que necesita, los 5.500€ que le permitirán publicar el libro, lo que demuestra que su obra suscita interés. En el caso de que pasado el plazo la campaña no recaude el objetivo fijado, se devuelve el dinero a todos los que hayan contribuido.

“Estoy buscando todo el apoyo posible para que pueda salir adelante y de momento está teniendo muy buena acogida. Los primeros días lo promocioné entre la gente cercana y después entre los círculos más especializados”, aclara el autor. “Me ha hecho mucha ilusión que algunos antiguos colegiales de Larraona me hayan dejado algún comentario positivo. Con algunos de ellos sigo en contacto, pero, por supuesto, hay otros con los que no, y ahí está la gracia. Ha sido muy bonito”, confiesa.

 

Muy buenos recuerdos

Sofás en la galería antigua del colegio mayor

Carlos asegura guardar muy buenos recuerdos de su etapa en el Colegio Mayor Larraona. “Yo venía de un pueblo muy pequeño de Murcia, Fortuna, con 10.000 habitantes. Allí todo el mundo se conocía. Así que llegar a Pamplona, aunque tampoco sea una ciudad muy grande, supuso para mí una salida al mundo exterior. Siempre había pensado que era muy sociable, pero cuando llegué me llamó la atención el hecho de estar rodeado de 200 personas que no conocía. Enseguida me fui integrando e hice muchos amigos. Mantengo el contacto con muchos de ellos”, afirma. “Hay muy buen ambiente. ¡Buenísimo! Me sentí súper bien tratado. Recuerdo con mucho cariño al entonces director Félix Zubiría y a Xabier Cabrerizo y Manu Sagües”, señala.

Ellos tampoco olvidan su paso por el Colegio Mayor. Su inquietud, su buena disposición, su pasión por los deportes… y los magníficos monólogos que realizaba.

“Recuerdo el Trofeo Interpasillos y todas las charlas que organizábamos. Moderé una de ellas antes de las elecciones generales de 2011 y vino mucha gente. ¡La sala se quedó pequeña! También recuerdo las películas. Siempre digo que casi todo el cine que he visto en mi vida lo vi allí. Hice un monólogo humorístico en la fiesta de Navidad y recuerdo las risas de la gente.  Además, el primer año fui entrenador de un grupo de niños del Colegio Claret Larraona en la categoría Fútbol Txiki. Terminaba la universidad e iba al polideportivo a entrenar. Fue una experiencia muy buena. Era un grupo de padres que habían ido juntos al colegio y que ahora sus hijos habían coincidido en la misma promoción, también. Al año siguiente lo tuve que dejar porque me metí a clases de alemán y ya no tenía tanto tiempo”, explica.

 

“No paréis quietos”

Joven periodista

Le preguntamos qué consejo daría a nuestros colegiales de ahora, a lo que responde convencido: “Creo que hice una cosa bien y es aprovechar todo el tiempo posible. Les diría a los estudiantes que digan que sí a todos los planes. ¡Que no paren quietos! Mucha gente dice que van a ser los mejores años de tu vida y a veces no te lo crees… En esta época se abre ante ti un abanico enorme de posibilidades. Aprovechadlo. Yo tuve todo el tiempo ocupado, y aún así tengo la sensación de que me hubiera gustado disponer de más tiempo para hacer todavía más cosas. Hice amigos que aún me duran y eso es muy valioso”.

Aunque algunas actividades hayan quedado suspendidas de manera temporal o la posibilidad de hacer vida social fuera haya quedado limitada, Carlos lo tiene claro. “A mí me gusta mucho leer y aproveché esos años para hacerlo. Leí mucho. Así que aún con restricciones, aunque se tengan que quedar en el cuarto, yo les diría a los colegiales que aprovechen para leer y también para ver cine. Cuando más se da uno cuenta de la importancia del tiempo es cuando no lo tiene”, insiste.

Esperamos que en cuanto la situación de la pandemia mejore, tanto Carlos como otros antiguos colegiales puedan sacar tiempo para hacernos una visita. ¡Os esperamos con los brazos abiertos!

“Tengo que volver a Pamplona. Guardo relación con algunos profesores de la Universidad y por supuesto me encantaría visitar el Colegio Mayor. ¡Además soy socio del Club Atlético Osasuna! En cuanto vine a la ciudad pensé: ‘Necesito ver fútbol cada 15 días’ y corrí a hacerme socio. Como veis, Pamplona dejó huella en mí.”