Estudiante escribiendo en un cuaderno

Bases | Concurso de relato corto 2020

Participantes. Podrán participar de forma individual todos los colegiales del Colegio Mayor Larraona. Los relatos serán realizados en lengua castellana . Deberán ser inéditos, no premiados en otros certámenes o concursos ni estar presentados en otros premios literarios pendientes de resolución. Si se demostrara algún plagio, se retirarán los premios si los hubiere, y se sancionará al pasillo del colegial infractor con 50 puntos en la Olimpiada Interpasillos.

Extensión. No será superior a 8 hojas D4 ni inferior a 2, se deberá escribir por una sola cara, a doble espacio y con un procesador de textos que permita el tipo Times New Roman, Arial o Verdana a tamaño 12. Los relatos deberán aparecer encabezados por un título. Cada participante podrá presentar un máximo de 2 relatos , pero solo tendrá opción a uno de los dos premios.

Lugar y plazo de entrega. Los trabajos deberán entregarse en Subdirección o Recepción, hasta el 11 de diciembre del 2020.

Forma de entrega. Cada relato estará titulado e irá acompañado de un sobre cerrado en cuyo exterior se hará constar el título del relato y en el interior se depositará una nota con el nombre completo del autor.

Jurado. Estará compuesto por varios miembros de la dirección del Colegio Mayor y por el Carlos Pagola, claretiano y antiguo profesor Literatura del Colegio Larraona de Enseñanza.

Premios.

  • Ganador: 150 € – 900 puntos colegiales – 30 puntos para Olimpiada Interpasillos
  • 2º clasificado: 75 € – 700 puntos colegiales – 15 puntos para O. Interpasillos
  • Todos los participantes: 30 puntos del colegial

El Colegio Mayor Larraona se reserva el derecho de difusión y publicación de los trabajos presentados al premio. El relato ganador puede aparecer publicado en la revista colegial Calle 45 o en cualquier medio digital.

Sala mediateca en el Colegio Mayor

Viernes de cine en el Colegio Mayor

Javier, Pablo, Mikel, Mario, Pablo y Branco se conocieron durante las primeras semanas del curso. Entre todos, han organizado un Cine Fórum que tendrá lugar cada viernes a las 22h.

 

Variedad que enriquece

Todos son colegiales de primero, de distintos grados y también de distintas procedencias. “Pablo, Mikel y yo estudiamos Medicina Internacional”, cuenta Javier Segovia. “Además, yo conocí a Mario en cuanto llegué, porque somos los dos de Castilla y León: él es de Salamanca y yo de Zamora”, explica. “Él estudia Biotecnología en la Universidad Pública de Navarra”.

Pablo Fernández, otro estudiante de Medicina, es de Linares, Jaén. Antes de venir a Pamplona, le separaban más 500km de la ciudad de Mikel, Bilbao. Pablo González también viene del País Vasco, pero de Getxo, y estudia Filosofía, Política y Economía. Por último, Branco Suárez viene del otro lado del océano Atlántico, de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y estudia ADE.

Estudiantes en la sala redonda

 

Cada viernes a las 22h

La actividad va a tener lugar todos los viernes a las 22h, salvo que se anuncie lo contrario. En lugar de en la mediateca, la actividad se realizará por ahora en la sala de cine, con un aforo limitado a 12 personas, por motivos de seguridad y prevención ante el covid-19.

En un principio, la idea de los estudiantes es ver todas las películas en versión original, pero se adaptarán a las peticiones de los espectadores y las características de cada película.

Las películas escogidas propiciarán el comentario posterior, que se haga una lectura personal de ellas y se pueda debatir entre todos, no importa el género o la antigüedad de la obra.

Sala de cine del Colegio Mayor

 

Un momento para reflexionar y compartir

Pablo González y Branco ya intercambiaron películas los primeros días. Javier comenta que no sabe mucho de películas, pero aprenderá, al igual que Pablo Fernández.

Estudiante en el Colegio Mayor
Javier Segovia

 

“A mi mejor amigo le encanta ver películas y tenía hecho un listado con recomendaciones suyas. Además, para mejorar mi nivel de inglés estuve viendo películas en versión original. Me parece interesante discutir y sacar conclusiones, y me gusta tener con quien compartir esto”, cuenta Javier.

“Mi hermano es muy aficionado al cine, aunque yo siempre he sido más de series”, confiesa Pablo Fernández. “Quiero poder comentar las películas con él y volverme un poco más cinéfilo. Antes de venir vi en la página web que el Cine Fórum es una actividad que ya se había hecho”, comenta.

 

Estudiante del Colegio Mayor
Pablo Fernández

 

Mario asegura que la idea es de todos, aunque, de manera formal, surgió un día que el Padre Josu les propuso ver el corto “La ventana del vecino”. “Cuando acabó nos dimos cuenta de que queríamos ver más y comentar, así que nos fuimos a una pizarra y empezamos a pensar en cómo podíamos enfocar esta actividad”. Fruto de esa primera tormenta de ideas es un listado de películas elaborado por ellos, pero susceptible de cambiar y acoger nuevas ideas.

“No es que estemos abiertos, si no que esperamos que haya propuestas por parte de los demás”, explica Javier. También han pensado en que cada miembro del grupo tenga derecho a elegir una película sin someterla a debate. “Aunque la gracia es que a la gente le guste y hable de la película”, aclara Mikel. “Nos debemos a nuestro público”, concluye.

 

Estudiante de Medicina en Pamplona
Mikel

 

Él cree que es una buena manera de pasar el rato el viernes por la noche, sobre todo dadas las restricciones actuales. “Pero no es solo por el coronavirus, la actividad va a seguir manteniéndose aunque pase”, refiere.

 

Dos éxitos para comenzar

La obra que inauguró este ciclo de cine fue “Interstellar” (2014), ganadora de un Óscar en la categoría Mejores efectos visuales y un Globo de Oro en la Mejor película de ficción, entre otros premios. Narra la historia de un equipo de astronautas que viaja a través de la galaxia con una misión vital: hallar un nuevo hogar para la humanidad. Este viaje épico los transporta a otra dimensión mediante los agujeros gusano, un “atajo” a través del tiempo y el espacio basado en la teoría de físicos como Kip Thorne (Premio Nobel 2017).

 

Interstellar película

 

Los estudiantes tuvieron algún problema técnico inicial, y como la película dura casi tres horas, no pudieron realizar el debate inmediatamente después, al ser tarde en la noche. No obstante, en el desayuno del día siguiente pudieron compartir sus impresiones. Algunos estuvieron consultando con amigos y viendo vídeos explicativos sobre las teorías científicas que sustentan la película. Uno de los colegiales ya afirmaba el viernes que algunos fragmentos de la película se han utilizado como contenido divulgativo, para apoyar explicaciones acerca de los agujeros negros. Como la película entraña cierta complejidad, a petición de la audiencia, la obra se vio en español y no en versión original.

“Tras ver la película se hace necesario poner en común lo que cada uno ha entendido, porque es un poco ambigua. Se juega mucho con el concepto de tiempo, y el hecho de que cuando viajas a la velocidad de la luz el tiempo transcurre de manera distinta”, aclara Javier. “A mí lo que más me llamó la atención fue la fuerza del amor padre-hija y la influencia de los sentimientos en la toma de decisiones”, reflexiona.

 

Estudiante en actividad del Colegio Mayor
Mario Hernández

 

Mario destaca el instinto de supervivencia y el egoísmo humano que se muestran en uno de los personajes. “Trata muchos temas de la sociedad como el egoísmo, la soledad, el amor, la falta de cariño y el contacto con la familia. El propósito del Cine Fórum es debatir sobre estos temas, sobre la trama y el mensaje o la filosofía que hay detrás y no tanto los aspectos técnicos, aunque eso no quiere decir que no los comentemos”, subraya. “En este caso hablamos de que la banda sonora es del famoso compositor Hans Zimmer”, señala Mikel.

También explica que la próxima película será “1917” (2019), un éxito de taquilla premiado en tres categorías de los Óscar y dos de los Globos de Oro, entre otras distinciones. Mikel afirma que es impresionante y peculiar desde del punto de vista visual, ya que fue rodada con tomas largas, de tal forma que da el efecto de haber solo dos tomas continuas. El filme muestra la historia de dos amigos del ejército británico que, en lo más crudo de la Primera Guerra Mundial, deben entregar una carta urgente al bando enemigo para evitar un ataque devastador. La película refleja la experiencia brutal de la guerra y las reacciones humanas ante ella.

 

1917 película

Estetoscopio

De futuro médico a futuro médico

El miércoles 23 de septiembre tuvo lugar la tradicional reunión de nuestros estudiantes de Medicina de la Universidad de Navarra, un momento de encuentro y de ayuda entre veteranos y colegiales de primero.

Estudiantes de Medicina reunidos en el Salón de Actos

Pablo Nieto, de 3º de Medicina, comenta que es una ayuda para que los colegiales de primero se sitúen en el comienzo de curso. “Además, este tipo de reuniones sirven para poner cara a los veteranos”, cuenta. Viene de Santander y asegura que para él fue un cambio grande la forma de estudiar en la Universidad, así que entre todos los veteranos recomendaron distintas técnicas de estudio, como por ejemplo, Pomodoro.

Este método ayuda a programarse el tiempo de estudio siguiendo la fisiología de nuestro cerebro, que es capaz de aguantar veinte minutos concentrado al cien por cien de su capacidad en un trabajo en concreto. “Consiste en pasar veinticinco minutos estudiando y descansar solo cinco minutos para que el cerebro descanse y se vuelva a oxigenar. Así cuatro veces seguidas, siguiendo este esquema llamado pomodoro. Después de los cuatro pomodoros se descansa durante veinte minutos”, explica Pablo. Él utiliza esta técnica para rendir mejor en los estudios, pero anima a que cada colegial pruebe y encuentre la que se adapte mejor a él. “También se puede estudiar con flash cards, que son tarjetas con imágenes en las que, por ejemplo, en un lado aparece un músculo y en el reverso las funciones que realiza”.

Pablo Nieto con la bata de médico frente a la Clínica Universitaria de Navarra

Este año, en el curso de 1º las materias se están impartiendo y se han estructurado de manera distinta, en un cambio realizado en colaboración con el profesorado de Harvard Medical School y según los estándares internacionales de la World Federation for Medical Education. Por ejemplo, para dividir la carga de estudios, se ha organizado el curso en bimestres, en los que los estudiantes se enfocan en dos o tres asignaturas de las que se examinan a continuación, en vez de tener solo dos periodos de exámenes al año (diciembre y junio) que concentran todas las asignaturas. Debido a este cambio, los veteranos no se centraron tanto en las asignaturas en concreto, sino en cómo coger apuntes y cómo suele ser la forma de explicar y evaluar de cada profesor.

“Nos vino bastante bien”, asegura Javier Segovia, uno de los colegiales nuevos. Viene desde Zamora y para él son muchos cambios, “es todo nuevo y al principio se hace difícil: los profesores dan clases de manera muy distinta, van muy rápido…”. Además, él realiza Medicina Internacional, por lo que se añade la complicación de estudiar en inglés. Hay veteranos que también han elegido esta misma opción de carrera, así como  algunos estudiantes de la Universidad Pública de Navarra. “Cuando nos encontramos los estudiantes de ambas universidades comentamos lo que están dando. Ahora han empezado con Historia de la Medicina. Lo sé porque coincidimos y porque algunos son amigos”, explica Javier.

Javier Segovia sentado en las escaleras de entrada del Colegio Mayor Larraona

En los veteranos, él encuentra la figura de la experiencia, que lo animan a seguir: “Si ellos han sacado la carrera, nosotros también. Se nota que tienen la voluntad de que nos vaya bien. Nos han insistido en que aprovechemos su ayuda y les exprimamos al máximo. Si estuviera en un piso, esto no me pasaría”, constata.

Javier se encuentra con sus veteranos en los pasillos, en la biblioteca, en el comedor… “Se nota el efecto covid, pero aún así los colegiales sacamos ratos para estar juntos. Comemos juntos, vemos la tele o alguna película, hablamos en los pasillos, etc. Eso está bien. Me he sentido muy acompañado. Los veteranos nos preguntan qué tal vamos y además de responder mis preguntas, me pasan apuntes. Siempre que he tenido dudas han estado ahí, y además de muy buena gana”, reconoce. Los veteranos hace poco estaban en su lugar, así que se sienten más vinculados, cree él. Asiste al grupo de vida cristiana, en la que la mayoría son mayores. “En ningún momento me he sentido que los mayores van a su bola o me miran mal. A veces ceno o como con ellos, y aunque hay una jerarquía de respeto y educación, me siento súper incluido. Son amigos”, confiesa.

Pablo, por su parte, asegura que tiene muy buenos recuerdos de cuando era colegial de primer año. “Sigo manteniendo el contacto con quienes fueron mis veteranos y ya no están en el Colegio Mayor. Antes de empezar el curso, cada vez que tengo que elegir una asignatura optativa les consulto. En Larraona la relación es muy buena. Sabes que a la mínima ocasión te van a pasar apuntes, te van a ayudar… Es ayudar al pequeño de la familia. Lo que a mí me hicieron mis veteranos lo hago yo ahora con los colegiales de primero”.

Él decidió estudiar Medicina por tres motivos, el principal: poder ayudar a las personas. “Y qué mejor forma de ayudarlas que cuando están mal, que es cuando van a consulta”, comenta. También porque es muy “de ciencias” y le gusta la biología, la física, la química… De entre estas disciplinas, la que más conlleva un trato con la gente es la de Medicina. Y por último, por las salidas profesionales y la seguridad económica que ofrece.

Javier, coincide en que ser médico “es poder influir de manera positiva en la vida de otras personas. Se centra en lo que tú eres capaz de aportar a la sociedad, y eso haces que recibas más que nada”. Además, le atraía la variedad de salidas profesionales: “Siendo médico puedes trabajar desde en un centro de salud en una zona rural con pocas consultas al día hasta en un hospital en una gran ciudad como especialista o como director, o incluso colaborando en un periódico”, subraya. Y no solo en España, sino en otras partes del mundo, al estudiar Medicina Internacional.

Fachada del Colegio Mayor Larraona

En el extranjero, en España, doctorados, médicos de todas las especialidades… Desde hace 50 años en Larraona hemos tenido la oportunidad de ver crecer y formarse a multitud de generaciones de médicos, por eso ya en 2016 afirmábamos en nuestra revista CALLE 45 ser “la casa de los mil médicos”. Entre nuestras paredes han convivido más de un millar de estudiantes de Medicina caracterizados por su vocación de ayuda, tanto hacia sus pacientes como hacia sus compañeros, reflejo del espíritu de nuestro Colegio Mayor.