mano pinchando una jeringuilla en el brazo de una persona

Sanar de hueso y alma

“Más que una charla, esto es una conversación”. Así empezó el primer Think&Beer del año, celebrado el último miércoles del mes de enero. Sentados al mismo nivel que la audiencia, el Doctor Carlos Centeno, director del Servicio de Medicina Paliativa de la Clínica Universidad de Navarra, y la Doctora Ana Serrano, internista en la misma clínica y especialista en el tratamiento de pacientes con enfermedades avanzadas.

estudiantes sentados en butacas asisten a una charla

Entre el público predominaban los estudiantes de Medicina, algunos de ellos alumnos de los invitados, que escucharon con atención hablar sobre este tema que les implica a ellos como futuros médicos, aunque no solo. A cualquiera puede llegarle una enfermedad avanzada o conocer a alguien que esté gravemente enfermo, sea cual sea su edad. Y eso es lo que los doctores empezaron clarificando: la medicina paliativa no es solo para la etapa final de la persona. Ni solo para los ancianos. O solo para determinadas enfermedades, como el cáncer. Entonces, ¿qué es?

“La medicina paliativa es medicina avanzada para enfermedades avanzadas”, explicó el Dr. Centeno. “Es para quien tiene un sufrimiento intenso por una enfermedad grave. Por ejemplo, el covid-19 es una enfermedad grave, hoy han muerto centenares de personas en España”. El especialista explicó que él ha hecho tratamientos paliativos para pacientes con coronavirus, y contó a los colegiales algunos casos que había tenido ese día para mostrarles su trabajo.

doctor sentado hablando con mascarilla

Una labor que, aunque se centra en el sufrimiento físico de la persona causado por la enfermedad, tiene un componente mucho más profundo: “A veces tocas el hueso y a veces tocas el alma del paciente. Y hay veces que crees que lo que tocas es hueso y es alma”, afirmaba el médico. Así lo corroboraba su compañera, que explicó que, aparte del control sintomático, la farmacología y la investigación, su trabajo consiste en saber comunicar y dar un soporte emocional, ayudando no solo a los pacientes, sino también a sus familias.

Uno de los métodos que utiliza el doctor Centeno para empatizar con el paciente y permitirle que se exprese es la técnica del espejo, por la que el médico empieza diciendo cómo ve al paciente para que él continúe contando cómo se ve él. Al final acaba escuchando experiencias muy profundas. “Es un privilegio ser testigo de algo así. De personas que se van preparadas y en paz. Ese es el objetivo de la medicina paliativa, que puedas terminar la vida rodeado de los que te quieren, en paz y con los síntomas aliviados”, comentaba.

doctora hablando a estudiantes

La Dr. Serrano explicó en qué consiste la sedación paliativa, un procedimiento de administración de fármacos que no adelanta la muerte de la persona, sino que reduce su nivel de conciencia para suavizar el sufrimiento que tiene. Sobre este tema y en relación con la reciente Ley de la eutanasia, los colegiales plantearon algunas preguntas para los invitados. ¿En qué se diferencia una cosa de la otra? ¿Qué opinan de la eutanasia?

La especialista señaló que la principal diferencia está en la intención: la sedación busca aliviar los síntomas del paciente, mientras que la eutanasia se realiza para acabar con la vida del paciente. Aseguró que el papel de la medicina es intentar aliviar el sufrimiento del paciente, lo que comparte con el doctor Centeno.

Explicaron que es imposible desligar la historia y circunstancias personales de la propia enfermedad y ese es un factor que influye de manera importante en el hecho de desear o no la muerte. Aparte de pensamientos o deseos fugaces, el doctor explicó que en su trayectoria profesional se había encontrado con realmente pocas personas que quisieran morir y así también lo indicaba un estudio reciente llevado a cabo en la universidad. “Lo que queremos es vivir sin el sufrimiento, pero no morir. Tenemos un instinto vital que nos hace querer vivir”.

Desde el respeto a otras posturas diferentes de las suyas y a la decisión de cada persona, los invitados defendieron la importancia y la necesidad de los cuidados paliativos en la sociedad y animaron a ver la eutanasia y el final de la vida como una realidad mucho más compleja y con implicaciones más profundas de lo que parece.

estudiante escucha charla

Por último, hablaron a los colegiales sobre cómo hacer cuidados paliativos, no a nivel técnico sino humano, para cuando alguien se encuentre en la situación de tener que ayudar a alguien cercano.

En primer lugar, habría que acercarse al paciente, comenzó diciendo el Dr. Centeno. “No hablar y escuchar, que sea él o ella quien hablé”, añadió la Dr. Serrano. “¿Y luego?”, preguntó. “¡Seguir escuchando!” respondió él. A continuación, habría que transformar esa escucha en intentar entender sin juzgar, explicó ella. El doctor volvió a recalcar la necesidad de dejar que el paciente se exprese, de morderse la lengua. “Después hay que validar las emociones del otro, explicar que es normal lo que siente”, continuó la Dr. Serrano. “El siguiente paso es mostrar disponibilidad, hacerse presente en la historia del otro. Acompañarle en su evolución”, señaló él. Y, por último, “garantizar que no vas a poder ayudarle en todo, pero que no vas a dejar de intentarlo”, concluyó ella.

Los dos invitados animaron a no alejarse de estas personas por miedo a no saber cómo actuar, sino a acercarse a ellas. Ambos encuentran una satisfacción “intensa y profunda” en ser parte del alivio de sus pacientes. “El sufrimiento es un misterio que nos interpela a todos y nos hace pensar en profundidad”, afirmó el doctor. “Por eso es muy gratificante cuando uno puede ser de utilidad para los pacientes”.