El sábado 20 de noviembre realizamos una excursión a la ciudad navarra de Olite, situada a 42 kilómetros de Pamplona. Fue una buena ocasión para mostrar a los colegiales la belleza y la historia que esconde uno de tantos lugares de nuestra comunidad foral, además de servirnos para pasar un buen día de disfrute y convivencia entre nosotros. Quedaron encantados.
Un castillo de ensueño
Por dos horas, tuvimos la oportunidad de viajar hasta la Edad Media (siglos XIII-XIV), recorriendo las inmediaciones del Castillo Real de Olite. Declarado Monumento Nacional en 1925, se trata de un lujoso complejo que fue la sede de la Corte del Reino de Navarra a partir del reinado de Carlos III “el Noble“. En la visita guiada nos explicaron su historia, desde que se comenzaron las obras hasta la Edad contemporánea, cuando estuvo a punto de quedar completamente destruido durante la Guerra de la Independencia.Por él pasó el poeta Gustavo Adolfo Bécquer, que escribió un bello y nostálgico ensayo (“Cuando el sol brilla y perfila de oro las almenas, aún parece que se ven tremolar los estandartes y lanzar chispas de fuego los acerados almetes…“)
Nuestro recorrido por la planta baja, la planta primera y las torres nos permitió apreciar muchos aspectos del castillo y de la historia de Olite y de Navarra, que se completaron al salir del complejo, cuando realizamos una visita guiada por el resto de la ciudad.
Entre viñedos
Caminando entre viñas, al final del camino nos esperaba la bodega Pagos de Araiz. Además de catar algunos de sus vinos y ver dónde se elaboraba y almacenaba el vino, pudimos disfrutar de la galería de arte que alberga en su interior. Incluye una exclusiva colección de escultura medievales de los apóstoles. Por último, tomamos un picoteo con vistas al viñedo mientras charlamos tranquilamente. ¡Un placer!