El objetivo de los universitarios es aprender, y no solo en el ámbito académico. Su formación se extiende más allá de las clases, con las vivencias que tienen en el Colegio Mayor y en la ciudad, con sus compañeros en el día a día… Porque como explica Fernando Ventura Basterrica, profesor de filosofía y psicología, no es lo mismo el saber, que se puede adquirir en la universidad, que la sabiduría. Y con frecuencia las personas no sabemos vivir bien. Por ello, el profesor está impartiendo un taller para nuestros colegiales titulado “Psicología para la buena vida”.
Aprendices de sabio
Los miércoles alternos a las 19:30h, un grupo de chicas y chicos se reúne en torno a Fernando para convertirse en ‘aprendices de sabio’ –el taller está basado en el libro de Bernabé Tierno titulado así. Fernando pretende que el curso sea práctico y sencillo, que ayude a los colegiales en su vida. Y eso empieza por reconocer, como Sócrates, que no sabemos nada. “En el libro se hace un diagnóstico: el ser humano no sabe vivir. Y el secreto está en la humildad de ser aprendices”, expone. “No es que tengamos que ser ignorantes, sino que cuando uno se da cuenta de que no sabe nada, es cuando se activa el deseo y la posibilidad del conocimiento, de lograr sabiduría”.
Pasar a la acción
En las sesiones los colegiales averiguarán, en primer lugar, cuáles son “los vacíos, las necesidades ocultas e insatisfechas que nos impulsan a adoptar posturas compensatorias”, como explica Fernando. “En la vida, el deseo de ser el primero y de buscar el éxito, por ejemplo, es normal, es bueno. Pero tiene una parte que se puede volver contra nosotros”. Presenta una lista de doce “vacíos” que impiden el tránsito a la sabiduría. Se trata de una serie de “necesidades trampa” que nuestra mente se crea y que nos confunde en el camino al saber auténtico. Por ejemplo: que todo esté y sea perfecto, tener y atesorar cosas, criticarlo todo…
A continuación, el profesor propone pasar a la acción según siete principios universales, unos “cimientos sólidos” sobre los que construir el aprendizaje, como el principio de la armonía o el principio de la intención consciente.
Finalmente, el objetivo último es llevar esta sabiduría a la vida cotidiana. Para ello, los participantes dialogarán sobre situaciones cotidianas apoyados en cien reflexiones sobre conceptos como la serenidad interior, la sociabilidad o la perfección, entre otros.
Este camino lo recorrerán ayudados por libros como “El hombre en busca de sentido”, de Viktor Frankl o “El caballero de la armadura oxidada”, de Robert Fisher.
Un paso más
Fernando, que ha dedicado su vida profesional a la docencia de filosofía, ética y psicología en enseñanzas medias, anteriormente fue fraile y hoy en día pertenece a la Fraternidad de los laicos franciscanos. En el taller, quiere ofrecer a los estudiantes la posibilidad de profundizar un poco más, dando un salto a la espiritualidad. Quiere darles esta posibilidad, sin que sea una imposición, puesto que el encuentro con Dios es algo personal: “Soy cristiano porque Dios me salió al encuentro. Cuando Dios es tu fundamento, cambia toda la estructura de la persona. A mí conocer a Dios, a través de San Francisco de Asís, me cambió la vida”.
Esperamos que los colegiales disfruten y aprovechen esta magnífica oportunidad para cultivar la interioridad y el autoconocimiento, para reflexionar sobre sus vidas y ganar madurez personal, e incluso, espiritual.
«Que la principal ocupación de tu vida, a partir de hoy, consista en vivirla lo mejor posible”. –Michel de Montaigne