El sábado 20 de abril celebramos el acto institucional más importante del curso en nuestro Colegio Mayor: la Imposición de Becas y Entrega de Placas de Fin de Grado. Fue una emotiva velada, animada musicalmente por los colegiales Mario Ramos y Javier Albiac.
El acto comenzó con el discurso de apertura del Dr. Carlos Naya Villaverde, invitado especial y presidente del Acto Académico.
A este le siguió la presentación de Eduardo Díez Pérez y Alejandro Boned Torres, nuestros colegiales Decanos, que hicieron un repaso de las actividades organizadas en el Colegio Mayor durante este curso. Terminaron el discurso con un consejo del anterior decano: “Hay una palabra que nos dejó Javier Calvo: aprovechad.”
Uno de los invitados de honor del evento fue Francisco “Chapu” Apaolaza Fernández, antiguo colegial y eterno miembro de la Tuna Larrona. Apaolaza es periodista, autor de varios libros y ha sido galardonado con el ‘Premio de Defensa’ 2006 por sus coberturas periodísticas, ‘Premio Internacional de Periodismo Manuel Alcántara’ y Premio ‘Unicaja de Artículos’. A día de hoy podemos escucharle en ‘La Brújula’ donde tiene su propia sección, y leerle en Diario de Navarra, La Razón o The Objective. Además, ha cubierto grandes sucesos internacionales como la ayuda humanitaria en Ucrania (en la que participó) o los atentados de París de 2015 o los de Bruselas en 2016.
Chapu recibió una de las Becas de Honor, e impartió una lección magistral a nuestros colegiales, titulada Razones para la alegría. “Me consta que a veces los jóvenes vivís instalados en la tristeza y la desesperación”, comenzó diciendo. Sin embargo, animó a los estudiantes a no tener miedo, a sentir esperanza, consuelo y solidaridad. “Siempre habrá gente mala, pero es muy poca, es la sombra de una luz magnífica que es la humanidad”. Culminó su discurso instándonos a vivir en el amor, a disfrutar de lo que tenemos, a ser generosos, valientes y a sacar el máximo de la vida, que no sabemos cuándo puede terminar: “La vida no será como piensas, pero guarda sorpresas que ni tú ni yo podemos imaginar. Como me dijo mi padre en estas escaleras: te recomiendo que la aproveches”.
Tras este inspirador discurso, los colegiales que cumplen su tercer año en Larraona recibieron su beca. Subieron al estrado los colegiales Javier Albiac Palomar, Faustino Buschittari Bellani, Alejandro de Udaeta Comella, Ignacio Díez Rodas, Miguel Ezquerra Alcalde, Mario López Ruiz, Samuel Pascual Garrigos y Diego Sánchez-Moreno Flecha.
Seguidamente, se entregaron las Placas de Fin de Grado a los colegiales que terminan su licenciatura este año 2024. Fueron distinguidos los colegiales Eduardo Díez Pérez, Alejandro Boned Torres, Manuel Esteban de la Torre, Adrián Tomás Torres Palés y José Francisco Sánchez-Moreno Flecha.
A continuación, se hizo entrega de las cuatro Becas de Honor de este curso. El presidente del Acto Académico, Carlos Naya Villaverde, doctor en Arquitectura y director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra recibió la primera Beca, por sus muchos méritos y generosidad.
La segunda se entregó a Josu Jiménez Etxabe CMF, antiguo alumno del Colegio Claret Askartza, misionero claretiano y antiguo Capellán del Colegio Mayor Larraona, por su gran labor y la huella que ha dejado en nuestro Colegio Mayor.
La tercera Beca de Honor fue concedida a la profesora Anna Dulska, doctora en Historia, investigadora en el Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra y docente, que colabora en nuestro Taller de historia de Pamplona desde 2016, por su contribución y cariño hacia nuestro Colegio Mayor.
La última Beca fue para Francisco “Chapu” Apaolaza Fernández, por “continuar siendo uno de los mejores embajadores de Larraona que pueda haber”.
Juan Gallego García, director del Colegio Mayor Larraona, dedicó unas palabras de agradecimiento a todos los presentes, especialmente al Colegio Mayor Jaime del Amo, de Madrid. También hizo alusión cariñosamente a nuestras colegialas, presentes por primera vez en este acto: “habéis subido el nivel de Larraona”.
Antes de pasar a la cena compartida en el comedor, a la que los asistentes estaban invitados, el profesor Carlos Naya realizó el discurso de clausura del acto, hablando con cariño de la vida en el colegio mayor: “De vuestros compañeros aprenderéis cosas insospechadas”, aseguró. Animó a los colegiales a aprovechar sus años universitarios al máximo “De lo que hagáis estos años dependen cosas grandes”.
Cerramos el acto entonando el Gaudeamos Igitur:
Alegrémonos pues, mientras seamos jóvenes.
Tras la divertida juventud, tras la incómoda vejez, nos recibirá la tierra.
Viva la Universidad, vivan los profesores.
Vivan todos y cada uno de sus miembros, resplandezcan siempre.