Un año más, el Colegio Mayor ha celebrado sus concursos creativos, que en esta edición han incluido microrrelato, fotografía y postal navideña. Tres certámenes que han vuelto a poner de manifiesto el talento, la sensibilidad y la creatividad de nuestros colegiales y colegialas.
A través de estas iniciativas buscamos fomentar la participación en la vida colegial y ofrecer un espacio en el que la comunidad colegial pueda expresar su mirada personal, tanto desde la palabra escrita como desde la imagen. El jurado ha destacado la calidad y originalidad de los trabajos presentados, lo que ha hecho especialmente difícil la elección de las personas premiadas.
¡Enhorabuena a los premiados y gracias a todos los participantes por su implicación!
Ganadores del concurso de postales navideñas

Clara Ruiz – Primer premio

Natalia García Peinado – Segundo premio

Cristina Pardos – Tercer premio
Ganadores del concurso de fotografía

‘Estancia temporal, huella permanente’ de Víctor Ventura. Primer premio.

‘La alegría de servir entre café y sonrisas’ de Francisco Pla. Segundo premio.

‘¡Gente, volteen pa’ abajo!’ de Natalia Treviño. Tercer premio.
Ganadores del concurso de microrrelatos
| PRIMER PREMIO: NATALIA TREVIÑO |
| ‘AHÍ EXISTO’ |
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Yo, como estudiante de filología, exijo mi libertad. Vivo encadenada a los clásicos, a sus textos, que tengo que analizar, uno por uno, hasta dejarlos sin nada. Ya no quiero saber nada de Aristóteles, ni de Poe y menos de García Márquez. Estoy harta. Mi imaginación se está muriendo. Suplico que me den un día –solo uno– para leer y escribir lo que yo quiera. La literatura que yo elija, esa que me salva, la que escribo a escondidas de aquellos que no la aprueban. Ahí respiro. Ahí existo.
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| SEGUNDO PREMIO: BELÉN PEÑUELAS |
| ‘FÓRMULAS DE AZÚCAR’ y ‘EL BOSQUE DE PAPEL’ |
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Entre exámenes y cenas compartidas, he descubierto que el laboratorio también puede oler a canela. Mientras repaso fórmulas interminables, las palabras se me escapan a los márgenes de los apuntes, buscando una vida menos exacta, más libre. Afuera, la nieve cae con la cadencia de un verso que aún no me atrevo a escribir y se disuelve antes de tocar el suelo. Cada diciembre, entre prácticas y desvelos, dejo nacer un cuento, un poema, una historia mínima. Es mi acto de rebeldía, mi respiración secreta entre compuestos y fórmulas. Anoche me dormí sobre una página inacabada. Al despertar, el papel estaba cubierto de polvo de azúcar, como si la nieve hubiese querido leerme. Y comprendí que, algún día, mis palabras también aprenderían a cuajar.
Se acercaban las Navidades y, con ellas, los finales, apilándose como torres de exámenes sobre mi escritorio. Pero una noche, hastiada de memorizar, abrí un cuaderno en blanco y, casi sin querer, el papel susurró: un bosque diminuto brotó ante mis ojos, con árboles de tinta, ríos de palabras y luciérnagas que recitaban versos olvidados. Caminé entre senderos que trazaba mi lápiz, descubriendo que podía reposar en sueños despiertos, que la imaginación era un refugio cálido. Al cerrar los ojos, las luces del bosque se fundieron con las del árbol de Navidad, y sentí una felicidad clara y tranquila: escribir había tejido para mí un mundo secreto donde mi espíritu podía danzar libre.
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| TERCER PREMIO: TRESA VERGÉS |
| ‘EL ORIGEN DE LAS POSIBILIDADES’ |
Aparece sin que nadie mire: en el instante en que un estudiante, extenuado, decide intentarlo otra vez; en la risa que estalla en medio del caos; en la vulnerabilidad valiente de quien reconoce que tiene miedo a no ser suficiente. Crecer no solo va de llegar lejos. Nosotros sabemos algo distinto: Crecer va de no rendirse cuando nadie aplaude. Va de hacer sitio a los demás en la mesa, de sostener una mirada, seguir la conversación , de encender una luz cuando todo es oscuridad, y esa luz llega en forma de literatura Aquí, en Larraona descubro que el futuro no se espera: se escribe. Y quizá por eso, cuando alguien observa con atención desde fuera, se queda sin palabras: porque no está viendo estudiantes. Está viendo posibilidades. |