El pasado martes 21 de enero, el psicólogo Alberto de Santiago, antiguo alumno de la Universidad de Navarra, impartió la segunda sesión de nuestro programa de formación afectivo-sexual “Amarme, amarte”. Esta sesión titulada “Quererte en tu prime o siempre” se enfocó en la autoestima y la gestión emocional.
¿Cómo comprenderme, aceptarme y valorarme?
Cuántas veces hemos oído la siguiente frase: “La etapa universitaria es la mejor de la vida”. La realidad, sin embargo, se muestra distinta cuando no todos los días son así, ni nos despertamos con la misma “batería interna”. El primer paso para el desafío de quererse a sí mismo y gestionar las emociones propias es identificar ciertos aspectos del humano, que varían, que sorprenden y que debemos aprender a llamar por su nombre.
Alberto afirma: “La persona es una unidad corpóreo-espiritual”. Nuestro ser está compuesto de varias dimensiones, cada una igual de compleja que la otra. Somos seres de alma y cuerpo, y en cada una de estas, las personas presentamos muchas diferencias. El primer paso para valorarse a sí mismo es comprenderse.
Alberto invita a los colegiales y colegialas al ejercicio de indagar en la dimensión emocional, esta siendo la que tanto nos diferencia entre hombres y mujeres, y que muchas veces suele caer en simplificaciones y estereotipos. “Ni los hombres son simples ni las mujeres complicadas”, recalca, pero tampoco podemos olvidar que sin duda existen razones biológicas que influyen directamente en nuestras emociones.
Debemos poner atención a estas cuestiones, son pasos importantes para poder gestionar correctamente las emociones, sobre todo en etapas de la vida donde el cambio es tanto físico como emocional. Es difícil atisbar algo sin saber identificarlo correctamente. Hay que conocernos para apreciarnos, para valorarnos.
¿Qué me pasa? ¿Cómo lo gestiono?
“¿Se puede estar triste y ser feliz?”. Alberto continúa la sesión hablando de la gestión emocional. Para empezar, ¿cuál es la diferencia entre emociones y sentimientos? Alberto abre una dinámica donde en parejas, una persona cuenta algo y la otra escucha. Inmediatamente vemos las distintas reacciones, los gestos, las miradas… Esto nos demuestra cómo las emociones afloran y los sentimientos, en cambio, se distinguen en su profundidad y durabilidad.
Entonces, cuando hablamos de gestión emocional, hablamos de las emociones, de cómo aprender a cultivar ese control sobre ellas. Las emociones de por sí no son buenas ni malas, pero lo que sucede es que caen en una mala gestión y eso es lo que juega en nuestra contra. Estas se reflejan en nuestro tono de voz, en nuestra actitud y nuestros gestos. Alberto nos invita a tomar consciencia sobre ellas y su inmediatez, y permitir preguntarnos, antes que nada: “¿Qué me pasa? ¿Cómo lo gestiono?”
La sesión termina con una serie de consejos prácticos sobre la salud mental. La etapa universitaria puede ser muy enriquecedora, pero está llena de retos. Desde el Colegio Mayor Larraona nos aseguramos de proporcionar una educación adecuada sobre estas cuestiones que afectan al día a día de los estudiantes, de la mano de profesionales que nos seguirán acompañando en las siguientes sesiones.