Cuando abrimos las puertas al nuevo curso, sentimos ese cosquilleo familiar que nos predispone a algo grande. Los pasillos se llenaron de historias recién estrenadas y de reencuentros esperados. Así nació el nuevo curso 2025-26, que nos abrazó con sus retos, sus alegrías y descubrimientos: este ha sido un trimestre que ya forma parte de nuestra memoria colectiva.
El calor todavía pegaba cuando arrancamos con las Jornadas de Bienvenida. La semana comenzaba con actividades para conocernos, como ‘First Dates’, actividades deportivas –sesiones de Kick Boxing, Spinning, MMA y más en el polideportivo–, y dinámicas de creatividad y estrategia –con juegos de rol y ajedrez–. A estas iniciativas se sumaron las yincanas nocturnas, enigmas y desafíos, donde convivimos el alumnado recién llegado con veteranos y veteranas.
Después llegó el momento de conocer mejor nuestra ciudad de adopción para estos años universitarios, con el tour guiado por Pamplona.
Y rematamos con algunas de las celebraciones más apreciadas del curso: la sesión de rafting por el río Irati, la barbacoa al aire libre y el baile de bienvenida, donde se respira el más genuino espíritu de Larraona.
La eucaristía celebrada por nuestro capellán, Aitor Kamiruaga c.m.f, nos recordaba que “el yo no existe sin el otro” y que “Dios nos llama a ser sal, a darle sabor a la vida: a acompañar, a ayudar, a estar con los demás y a ser luz, hecha para iluminar”. Y partiendo de estas palabras que cimentan un buen comienzo de curso, tuvieron lugar la cena y baile de bienvenida, para los que nos pusimos nuestras mejores galas.

En medio de ese torbellino, recibimos a Gorka López, nuevo subdirector, que se unió a nuestro equipo con energía y cercanía. Un año más ‘el pasillo’ formó su doble columna de bienvenida y las nuevas colegialas y los nuevos colegiales sembraron sueños y esperanzas entre las que empezaban a ser sus futuras amistades. Esas de juventud que duran para siempre.
A partir de ahí, el semestre avanzó con naturalidad. Clases, quedadas, actividades extracurriculares, los jueves de Fe y Vida, deporte, las cenas temáticas; los tips de estudio de la pedagoga Lucía Sáez; el torneo intercolegial de Colegios Mayores; los Think and Beer, con personalidades como el doctor Jesús San Miguel y el doctor farmacéutico Pedro González Muniesa; la elección del decanato; el Voluntariado…
La vida del Colegio Mayor tomó forma y ritmo. Desplegó poco a poco su magia habitual: vecinas y vecinos de habitación que se hicieron amigas y amigos, compañeras y compañeros de deporte que acabaron siendo colegas; una comunidad que se fortaleció día a día.
Y sin darnos cuenta, el frío regresó, como siempre, y nos señaló la llegada del Adviento. Un tiempo para esperar, para abrir el corazón a lo que viene, para alegrarnos. También para mirar atrás con orgullo y reconocer todo lo que construimos juntas y juntos en 2025. Preparamos el año nuevo con ilusión y con esos momentos que tanto nos unen: cocina, crochet, baile… Excusas hermosas para reunirnos, compartir y crecer.
Y el Colegio Mayor Larraona está ahí entre nosotras y nosotros. Es un honor construir estos años con esta juventud llena de promesas.
¡Feliz Año 2026!